Miedo

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Miedo…

Miedo…

Miedo…

Parecía que era lo único capaz de sentir desde mi retorno a este lugar al que no era bienvenida.

Miedo de dormir…Las pesadillas se sucedían noche tras noche: escenas de guerra, un mundo desvastado, mis manos manchadas con su sangre, la princesa, desmayada entre mis brazos… y luego oscuridad…

Pesadillas que no entendía, lugares en los que sabía que nunca había estado antes…pero que recordaba con una inusitada claridad…

Y luego, al despertar, miedo otra vez… Miedo al día, a las miradas turbadas de mis primas, a la indiferencia de mis tíos, al silencio de las tardes, encerrada en ese garaje, temblando, llorando de soledad…

Pero después de salir un par de veces, descubrí que prefería aquel encierro…Las miradas de las personas en aquel pueblo…me daban más miedo. Seguramente era mi imaginación, seguramente no me miraban con desprecio, con lástima, con frialdad… pero así sentía yo cada mirada…

Miedo a todos y a todo…A la vida, a la muerte, a la soledad, a no volverla a ver… porque en el fondo ese fue mi miedo la primera semana que estuve allí. Asomarme y buscarla. Asomarme y no verla…que no estuviera…que no me mirara nunca más…

 ¿Cómo supe que ese era mi miedo real?

Sencillo…

Al octavo día de llegar, la vi asomarse por una ventana lateral… Tenía la mirada perdida, clavada en el atardecer carmesí que cubría al pueblo. Semi escondida, detrás de mi puerta entreabierta, me di permiso para observarla, tratando de no hacer caso a mi rostro avergonzado. Podía ver con claridad cómo su cabello largo se mecía con la dulce brisa, cómo su pecho subía y bajaba en una respiración rítmica, la fina línea de su cuello, adornada por un collar azul, brillaba con la tenue luz del sol, cómo sus pechos pequeños se vislumbraban debajo de una delicada camisa blanca…Y su boca…Su  boca rosada se movía lentamente, como si estuviera entonando una plegaria… De repente, al tiempo que me daba cuenta de lo atrevido de mis pensamientos, ella parpadeó, como asombrada…Y me miró…

Y suspiré aliviada. 

Y dejé de sentir miedo…

Acuchillé y enterré bien hondo toda mi vergüenza en el fondo de mi mente y…

le sonreí…

Y me sonrió…

Y por fin la vida, en un extraño y maravilloso giro, pareció empezar a poner todo en su lugar…

El retorno (Girl Love)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن