𝗛𝗔𝗜𝗞𝗬𝗨𝗨, 𝐬𝐞𝐱 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬

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Sakusa Kiyoomi x Lectora
CW: no estafa, somnofilia, sexo sin protección, creampie, molienda, sexo en público, voyeurismo implícito, ser atrapado, spoilers menores de manga, sakusa es un engaño discreto

a/n: esto se inspiró en gran medida en un fic equivocado que leí

A Sakusa se le erizó la piel mientras miraba el autobús, con una sensación de temor subiendo a su garganta. El vehículo se alzaba ante él, con las puertas abiertas como las fauces de una gran bestia esperando para tragarlo entero. En el interior esperaban dos equipos completos de Itachiyama, con sus cuerpos apretados en una pesadilla claustrofóbica debido a un problema de transporte de último momento.

Mientras subía al autobús, la mente de Sakusa daba vueltas ante la idea de estar atrapado en espacios tan reducidos con tanta gente, cada una de las cuales era un vector potencial de enfermedad. Siempre había apreciado su espacio personal, una barrera cuidadosamente mantenida contra el caos del mundo exterior. Ahora esa barrera estaba a punto de ser traspasada.

Debería haber tomado el tren para ir a sus partidos fuera de casa sin pestañear. Quizás era porque no quería estar hacinado en otro vehículo con extraños, lo que parecía un poco peor que subirse a un autobús con personas que realmente conocía. O tal vez una pequeña parte de él se sentía incómoda por dejarte a ti, su pequeño y precioso manager, en un autobús lleno de adolescentes hormonales y sudorosos.

Sakusa se había aguantado y se había levantado más temprano para asegurarse un lugar en la parte trasera del autobús, reclamando ya el asiento de la esquina como suyo. Al amanecer, el autobús estaba lleno al máximo y el vehículo se balanceaba precariamente de un lado a otro. Estaba seguro de que los neumáticos probablemente estaban inflados al límite, listos para estallar en cualquier momento.

Mientras el resto del equipo entraba, Sakusa se acurrucó sobre sí mismo, pero no estabas a la vista. ¿No venías? ¿O fuiste lo suficientemente sensato como para encontrar otro camino en lugar de entrar voluntariamente en esta guarida de los leones?

No, aparentemente no. Fuiste tan imprudente como siempre. Sakusa se sacudió levemente en su asiento cuando de repente emergiste de entre dos corpulentos jugadores de baloncesto, gritando suavemente cuando el desequilibrio en tu sobrecargada bolsa de lona te hizo tropezar y caer.

Iizuna, siempre el atento capitán, rápidamente te ayudó a ponerte de pie. Te sacudió el polvo y revisó si había alguna herida, manteniéndote cerca de su lado, prácticamente acurrucado entre sus piernas mientras todos finalmente se acomodaban en sus asientos. Iba a ser un largo viaje de seis horas y no había manera de que nadie se quedara en pie, por muy estrecho que estuviera el lugar.

Iizuna miró disculpándose a Sakusa mientras te pedía que te sentaras a su lado, más cerca de la ventana. Pero al darse cuenta de que no había espacio, Iizuna sugirió que te sentaras en su regazo. En un instante, Sakusa extendió la mano y te atrajo, sus manos casi agresivamente envolvieron tu cintura mientras te tiraba hacia su regazo, dejando a Iizuna estupefacto y a los otros de tercer año mirando en estado de shock.

A su lado, Komori se rió disimuladamente, observando divertido cómo te acomodaste torpemente en el regazo de Sakusa, disculpándote profusamente como si hubieras cometido una ofensa grave. Sakusa no ofreció consuelo verbal, sino que te guió en silencio para que te sentaras más cómodamente entre sus piernas mientras las separaba ligeramente para acomodarte.

Justo cuando Sakusa estaba a punto de preguntarte si te sentías cómodo, el autobús se tambaleó hacia adelante y comenzó a moverse. En ese momento, escuchó el timbre familiar de un mensaje de texto entrante.

Sacando su teléfono, Sakusa vio que Komori le había enviado una sola línea: "Haz un movimiento con ella".

Poniendo los ojos en blanco, Sakusa le lanzó a su primo una mirada fulminante antes de volver a guardar su teléfono en el bolsillo. Por supuesto, Komori estaría consciente de su no tan sutil enamoramiento por su manager. Después de todo, eras la única persona aparte de Komori a la que Sakusa permitía tocarlo libremente. Incluso te había permitido darle de comer una vez, usando los mismos palillos que acababas de comer contigo.