Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Resumen: Hanamaki tenía una molesta tendencia a reventar el chicle, ¿terminó bien para él?
Emparejamiento: Hanamaki x Lector
Número de palabras: 944
Advertencias: Angustia. Mención de asesinato, uso de armas, sangre e ira.
Nota del autor: Las creencias y acciones de los personajes de esta serie no reflejan las del escritor.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
“A/N. Tienes una visita. Vamos." Miras al guardia antes de disculparte del pequeño grupo de reclusos con los que te has hecho amigo. Dejando escapar un suspiro, inclinas la cabeza hacia cada lado, estirándola ligeramente antes de seguir al guardia.
Todavía te sientes incómodo al ser entrevistado, sabes lo fácil que es que se confundan las palabras o simplemente se citen mal. Pero los demás de tu grupo, los otros cinco de los Amantes Despreciados decidieron hablar, así que no podías ser el extraño.
Amantes despreciados . Te burlas internamente de ese término; Los medios realmente tuvieron margen de maniobra con eso. Ustedes seis no se conocían hasta ahora, ustedes seis no tenían ningún pacto para asesinar a nadie, pero se mantuvo.
La puerta metálica de la habitación de visitas que se abre te saca de tus pensamientos. Miras hacia arriba y ves a una pequeña mujer morena sentada al final. Al caminar hacia ella, se nota que está tensa; no puedes culparla. Cuando llegaste aquí por primera vez, eras un desastre: asustado, inquieto y pasabas mucho tiempo solo, al menos hasta que conociste a los otros Amantes Despreciados.
“Soy Alex Hunt. Gracias por aceptar hablar conmigo”. Ella te sonríe, pero escuchas el temblor de su voz.
“T/N A/N. Por favor, llámame A/N”. Sonríes.
“Está bien, A/N. ¿Puedes contarme sobre ese día? ¿Pasó algo fuera de lo común?
Inclinas la cabeza hacia un lado y miras a Alex mientras toma su bolígrafo para empezar a tomar notas.
"Fue simplemente uno de esos días en los que todo lo que podía salir mal, salió mal".
Alex niega con la cabeza y sabes exactamente lo que está pensando: ¿ qué pudo haber salido tan mal ese día que le disparaste a tu novio ? Pero como todos los que pensaban eso, ellos no estaban ahí, tú sí.
"¿Te importaría empezar desde el principio?"
"Si seguro." Dejaste escapar un profundo suspiro antes de dejar que tu mente volviera a esa tarde.
* *
Nada pareció irte bien hoy en absoluto. Tu teléfono no se cargaba mientras dormías, por lo que la alarma no sonó y llegaste casi una hora tarde al trabajo. Tu compañero de trabajo que menos te gusta usó lo último de tu crema para café. Y para colmo, pisaste chicle. Sí, hoy fue un día de mierda y no podías esperar a llegar a casa con tu novio.
"¡No creerías el día que tuve a Makki!" Te quejaste mientras te quitabas los zapatos antes de caminar sobre la lujosa alfombra. Tu novio estaba recostado en el sofá, con el teléfono en una mano y una cerveza en la otra. Actualmente estaba entre trabajos, por lo que no era inusual que lo encontraras inexpresivo mientras navegaba por cualquier aplicación en la que se encontraba.
¡Estallido!
“¡Quiero decir que fue como si todo mi mal karma volviera a mí de una vez!” Continuó mientras caminaba hacia la cocina, esperando conseguir una botella de su jugo favorito. No había ninguno, hoy claramente era el regalo que seguía dando.
¡Estallido!
Optaste por tomar una botella de agua antes de sentarte junto a Hanamaki. Apoyaste tu cabeza en su hombro, esperando que te consolara de alguna manera.
¡Estallido!
Él no lo hace. En cambio, el hombre de aspecto aburrido continuó navegando sin pensar en su teléfono, ignorando tus súplicas. La silenciosa habitación se llenó con los fuertes estallidos de su chicle.
“Makki, ¿me estás escuchando siquiera?
¡Estallido!
Otro estallido llenó tus oídos mientras la ira en ti aumentaba. Tu día había sido miserable y no creías que pedirle a tu novio que fuera un hombro sobre el que llorar fuera pedir demasiado. Especialmente porque estuvo sentado en casa todo el día y en caso de que se fuera, no fue para una entrevista sino para bromear con Matsukawa.
¡Estallido!
* *
Alex hace una mueca y casi puedes predecir lo que va a decir. "Entonces, ¿estaba mascando chicle y te ignoraba?"
Dejaste escapar una risa sin humor. “No estaba masticando, estaba reventando. Y fue un pop nítido y agudo que resonó en mis oídos una y otra vez. ¿Seguramente puedes ver el problema con eso?
Ella niega con la cabeza: "Me enojaría, claro, pero no veo cómo eso justifica el asesinato".
"Como dije antes, fue uno de esos días en los que todo salió mal".
* *
¡Estallido!
¡Estallido!
¡Estallido!
¡Estallido!
Querías gritar, el eco del ruido se hacía cada vez más fuerte en tu cabeza. La mezcla de sonidos molestos y la actitud descarada y desinteresada de tu novio poco a poco comienza a socavar tu pensamiento racional; en tu cordura.
¡Estallido! ¡Estallido! ¡Estallido!
¡Estallido!
Tal vez tu cuerpo se movía por sí solo, tal vez en algún lugar de tu subconsciente sabías lo que estabas haciendo, pero antes de que puedas sumar dos y dos, estás sosteniendo una escopeta en tus manos.
Es más pesado de lo que pensabas, de repente no podías recordar si lo habías sostenido antes, pero has visto en películas a personas presionarlo contra su hombro para que imitaras el movimiento.
Sabes que nunca lo has disparado antes, no tenías ningún motivo para hacerlo. Tu corazón latía sorprendentemente normal, una calma te invadió.
Dos estruendosos crujidos llenaron el aire mientras disparabas tus tiros de advertencia, separados sólo por el chuchak mientras disparabas la escopeta; recargarlo.
Te sonaron los oídos, pero fue más que bienvenido porque cesó el estallido del chicle.
* *
“¿Disparos de advertencia?” El periodista se burla. "Por lo general, aterrizan cerca de la persona, no en su cabeza".
Te encogiste de hombros, "Nunca sugerí que tuviera buena puntería".
