10: Toda Europa

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CAPÍTULO 10

Toda Europa

–Todo te queda increíble, no sé por qué demoras tanto -Le recriminé a Vivian

En serio, iba a colapsar en cualquier momento si seguía viendo tanta ropa a mi alrededor, y que para variar, la chica rubia frente a mis ojos no se decidiera por algo de una vez por todas. ¿Acaso era tan difícil elegir una prenda de ropa, pagar e irnos? A ver, claro que la entendía porque a fin de cuentas, hasta no hace un par de años yo era igual o peor en el aspecto de comprar, pero en mi defensa, puedo decir que esa parte quedó enterrada; como gran parte de mi pasado y todo lo que lo representaba.

Como era de esperarse, estábamos en una tienda de ropa porque en la noche iba a ser mi fiesta de cumpleaños, la cual no me hacía especial ilusión, pero técnicamente, constituía una edad especial.

Por otra parte, había hablado con Víctor antes de salir a esta "Pequeña excursión no planificada", y sorprendentemente, me dijo que me compensaría por no haber podido estar presente el día de hoy.

De todo corazón, esperemos que esa compensación sea un cheque en blanco.

–No lo entiendes, se trata de que.... Olvídalo. -Dijo caminando hacia la salida con una sonrisa en la cara. –Que esperas, vamos. -Ladeó la cabeza señalando la puerta.

La miré con extrañeza.

–¿No vas a comprar nada?

–No me convence nada. -Le restó importancia.

Rodé los ojos mientras se me escapaba una sonrisa.

Por otra parte, minutos después de que me dijo la opción de gamas de color que tenía pensadas usar en la fiesta, llegamos a su casa. Sinceramente, preferí que ella se hubiera encargado de todo eso, porque al fin y al cabo, mis ganas de organizar una fiesta eran totalmente nulas e inexistentes. En resumen, me emocionaba el hecho de cumplir la mayoría de edad, pero me desanimaba el hecho de tener que cumplirlos sin mi hermano; y para variar, hace años ese día dejo de ser algo tan relevante en mi vida.

Ahora, me encontraba sentada en el borde de su cama mirando felicitaciones de amigos del instituto y la universidad; los cuales no eran tantos, pero algo era algo. Cuando ella se acercó, se acostó a mi lado.

–Me rindo. -Se quejó soltando un suspiro de frustración. -¿Tú qué vas a usar? aún no me has dicho. -De reojo vi que alzaba y bajaba las cejas divertida; y mientras, yo dejaba el móvil.

–Aún no lo he pensado pero.... -Hice una mueca.

–¡¿CÓMO?! -Chilló sentándose nuevamente a la velocidad de la luz. –Debes estar bromeando -Se levantó de golpe al ver que no hice el ademán de responderle, a la vez que me miraba con los ojos muy abiertos cuando asentía alzándome de hombros.

–Es que no lo veo tan relevante. -Le resté importancia.

A ver, si no fuera por mis cero ganas de celebrar mi cumpleaños, en algún otro momento también me hubiera alterado, pero como no era así, no podía importarme menos.

–¡Claro que es relevante! -Se acercó a su armario, sacando todo a su paso. –Debe de haber algo por aquí.... -Dijo y me reí cuando me cayó un calcetín en la cara. –Oh por Dios... Kowalski opciones..... -Empezó a caminar de un lado a otro.

No pude evitar reírme con eso último que dijo. No sé qué le veían de atractivo a la serie esa de los pingüinos de África, Marruecos... O algo así; pero el punto era que sin duda alguna la odiaba, ya que Víctor había sembrado ese rechazo en mí cuando me obligó a verla porque según él fomentaban el "Trabajo en equipo" cuando claramente el se creía Skipper y decía que yo era Cabo.

La oportunidad de un para siempreحيث تعيش القصص. اكتشف الآن