¿Patas o manos? (Adaptación)

Soy yo.

Zuko.

[...]

Entrar a hurtadillas resultaba bastante difícil ahora que no andaba en mis cuatro patas y no tenía el tamaño adecuado.

Bufé e intenté nuevamente ingresar a la cocina por la ventana, lográndolo con un gran esfuerzo y cayendo bruscamente al suelo. Abulté los labios mientras me levantaba y observé a mi alrededor para encontrar la comida.

-¿De verdad eres Zuko? -di un saltito al oír la voz de mi Ama y volteé lentamente con aquel trozo de pan en una pata.

Asentí con suavidad.

-¿Realmente no eres Azula? -arrugué la nariz y negué.

-Ama, usted siempre me da sus restos de comida a pesar de que Aang le dijo una vez que no debía hacerlo -me atreví a hablar, asintió lentamente y se acercó a mí.

-Entonces, si lo que dices es cierto lamento mucho haberte echado -hizo una mueca. Ama, eso no importa ahora-. Te prestaré algo de ropa, no puedo seguir viendo como andas desnudo con este frío.

-Gracias... -murmuré y seguí comiendo aquel trozo de pan mientras ella iba a su habitación por algo con lo que cubrirme.

-Por cierto... Zuko, ¿desde cuándo eres humano?

-Desde ayer -me encogí de hombros y metí el resto de pan que quedaba en mi boca.

-¿Pero cómo?

-No lo sé, Ama -tal vez fue el hecho de que rogaba todas las noches para ser humano y poder estar con usted.

-Wow, ¿Tampoco sabes por qué eres idéntico a Azula? -negué con la cabeza.

-No, ella ni siquiera me simpatiza -gruñí.

Unos golpes en la puerta interrumpieron nuestra delicada conversación. Me pidió que me quedara ahí y me vistiera mientras iba a ver de quién se trataba.

La puerta se abrió mientras intentaba ponerme la ropa interior.

-Hola, Mai. Vine para saber si has visto a mi gata -¿Esa es la voz de Azula?-. Ya sabes, Ty Lee... no la encuentro

¿Ty Lee? ¿Ty Lee estaba perdida? O tal vez, y sólo tal vez...

-No, lo siento por eso. ¿Quién es ella? -fruncí el ceño y me apresuré en terminar de poner la ropa en mi cuerpo para poder espiar.

-Ah, ella es Ty Lee -corrí hasta la puerta de la cocina y asomé mi cabeza por el marco, observando a Azula, y junto a ella una chica de baja estatura con cabello castaño ¿Era Ty Lee?

-¿Qué dices? Pero si me acabas de decir que no lo encuentras

-Exacto, mi gata Ty Lee está perdida, pero esta chica también se llama Ty Lee

-Ya... y ¿Estás seguro de que tu gata no se transformó en una humana o algo así de loco?

-mordí mi labio inferior y decidí que la forma de saber todo era salir de mi escondite para que tanto Azula como 'Ty Lee' me vieran. 

Continuará.