Capitulo 13

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                                                                                           *CASSIE*

–Me quiero ir – dije apartando la mirada de Aiden y Ali – ¡Tengo ganas de vomitar!

–¡No Cassie! – ruega Amanda – por favor, me prometiste quedarnos.

–¿Pero podemos irnos de aquí? – le cogí de la mano.

Recorrimos toda la discoteca, hasta encontrar un sitio libre de gente. Lucas parece que está observándolo todo desde lejos.

–¿A quien miras? – le doy un codazo.

–No me digas que eres un Joey – abrió los ojos Amanda – ¿Vas a matarnos?

–Me habéis pillado – dijo levantando las manos – Os voy a meter en mi maletero, se que os gusta la idea.

–¡Que miedo! Menos mal que eres guapo – solté divertida.

Me besa la mejilla – Un regalo para mi victima número 100.

–¿Numero 100? ¿Qué te crees un Dylan O'Brien? – Rodeo los ojos – ¿Así piensas ligarme señor Reed? No me gustan asesinos – bromee.

–¡Perdona! A ti te gustan como Aiden. Chulos, prepotentes... – soltó.

–¡Oye! Solo es mi amigo – le pego en el hombro.

–Sí, sí... – me guiño un ojo – ¿Por eso casi me asesina?

–Solo se preocupaba por mi – le dije acercando mi cara –¿Celoso?

–Para nada, pecosa.

–¿Otro mote? – bufé.

–Idiota.

–Feo

–Arrogante

–Borracha

–¡Oye! Eso no vale – me queje.

–¿Quieres mas pecosa? – me miro desafiante.

(....)

–¿Te llevo a casa Cassie? – me dijo suavemente. – Creo que por hoy ya vale.

Asentí. Me despedí de Amanda, que estaba colgada del brazo de Matt. ¡Estos dos algún día iban a matarme! Esporádicamente se liaban, a sí que no me sorprendería que hoy, también.

–¿De donde te mudas? – le cogí del brazo.

–De un pueblo de Dorset – me cogió con fuerza – ¿Evershot?

Me encogí de hombros – Ni idea.

–¿Vives con tus padres, solo? – patee un piedra

–¿Estas insinuando algo, pecosa? – se rio – Vivo con mis padres.

–Bueno ya hemos llegado – le dije mientras alcanzábamos mi calle.

–¿Aquí vives? – señalo el numero 13 –¿Sola?

–No – me reí – Vivo con mi madre, pero trabaja en el hospital mucho.

–¿Estarás bien? – me miro preocupado.

–¡Esta borracha se va a dormir! – me despedí con la mano – GRACIAAAS.

Subí corriendo a mi habitación, no sin antes tropezarme. No me daba todo vueltas como antes, pero aun sentía el alcohol por mi cuerpo. Me puse mi pijama azul de flores, iba a meterme en la cama cuando un ruido sonó.

¡La ventana se estaba abriendo!

–¿Cuánto rato llevas ahí? – rodee los ojos – ¿Qué dijimos de la ventana?

–Llevo el suficiente para ver que te acompaño el idiota de Lucas – abrió la ventana de golpe – Y para ver como te pones ese pijama – sonrió –¿Estás sola no?

–No, mi madre puede entrar en cualquier momento – mentí – ¡Haberte dado la vuelta, joder!

–¡Cass! No sabes mentirme – dijo entrando en mi habitación – ¡Te juro que amo cuando haces eso! Te sonrojas tanto.

Suspire fuertemente, y levante la colcha de mi cama.

–¿Vas a ignorarme? – se apoyó en el escritorio

–Voy a dormir – le dije mientras me sentaba en la cama – ¿Tu no estabas con Ali? No entiendo que haces aquí.

–La he dejado en su casa – vino hacia mí – Yo estaba tranquilo en mi casa, cuando os vi.

Aiden avanzo hasta el otro lado de la cama y levanto la colcha. ¡Se iba a meter en mi cama!

–¿Qué haces? – le intente empujar – Vete, fuera.

–Ratita, esta noche tienes el lujo de dormir conmigo – dijo metiéndose en mi cama – shhh, cierra los ojos.

–¡Te voy a matar Aiden! – le volvi a empujar – ¿Por qué eres asi?

–Shhh– me acaricio la cabeza – Venga cierra los ojos.

Su tacto era suave, tanto que tranquilizaba todo mi ser. Su pierna tocaba la mía, y pude notar su aliento en mi nuca. Me di la vuelta para comprobar que Aiden, estaba completamente dormido.

–Buenos días bella durmiente – le tiro una almohada a la cara.

–¿Me estabas mirando? – dijo con los ojos medio abiertos – Ven aquí – tiro de mí y empezó hacerme cosquillas.

–¡Aiden, para! – dije riéndome –¡Para por favor!

Por una milésima de segundo para en seco y con un agarre fuerte, me coloca encima de él.

–¿Qué haces? – jadee –Va, suéltame.

–¿Nerviosa?

–No, pero...

Aiden me coje del cuello y me arrastra hacia sus labios. Como una pieza de puzle nuestros labios, vuelven a encajar, perfectamente. Mi estomago hace un ligero mariposeo que no dura mucho.

–¡Mierda! – me suelta hacia un lado de la cama – ¡Joder!

–¡Otro error a la lista de cosas que no hacer con Cassie Lesh – imito su voz – ¡Soy otra vez, un estúpido error!

–¡No te digas eso, joder! – se levanto rápidamente de la cama – Yo no he dicho eso.

–¿No? – le mire fijamente – Por que siempre que me besas, dices que es un error.

–¡Es que no tendría que estar pasando esto! – nos señalo a los dos.

–¿Perdona? – me levante para ponerme frente a el – Eres tú el que va por ahí besándome, no yo. Eres tú el que se pone celosa, no yo – le empuje.

–Cass.

–¡No! Joder Aiden... – me lleve las manos a la cabeza.

Aiden se arrodillo a mi lado – ¡Eh! Cass, lo siento – dijo acariciándome la mejilla – Solo intento arreglarlo.

–¿Así? – lo mire con lagrimas en los ojos – No lo estás haciendo.

Me tumbe de nuevo en la cama, mirando como Aiden cruzaba de nuevo la ventana, para como siempre desaparecer. 

¿Esto es lo que seria siempre? ¿Su juego?

El pacto de Cassie.Where stories live. Discover now