hace tiempo habías comenzado una relación amorosa con tu novio Simon a quien le decían "Ghost" por su personalidad y la máscara de calavera que llevaba, rápido tuvieron conexión apesar de que era posesivo, muy celoso y aveces te maltrataba pero apes...
Otro día aburrido, ghost había salido a un mandado y te había dejado encargada con una vecina. Estabas viendo tele cuando tu vecina se acercó a ti.
—muchacha, tengo una ropa que era de mi hija y creo que te podría quedar, es muy bonita la ropa, ¿No la quieres ver?
Tú la miraste y asentiste con una sonrisa.
—claro señora.
Ella sonrió feliz de que aceptaras y fue a su casa por la ropa.
No paso mucho tiempo para que alguien tocara el timbre, te levantaste del sofá y te dirigiste a la puerta, abriéndola y encontrandote con un chico unos dos años mayor que tú.
—disculpa, mi madre me dijo que trajera está bolsa de ropa aquí.
El asintió y entro, dejando la bolsa donde le habías ordenado, estaba por irse cuando entro ghost a la casa, se paró en el marco de la puerta mientras te veía a ti y al chico.
—¿Y tú quien carajo eres?..
Preguntó ghost al chico con un tono de voz ronco, sin dejar de verlo como si estuviera visualizando como lo descuartizaria.
—emm... Soy Logan, el hijo de la señora Martha, usted es el señor simón, ¿No?
Ghost miro al chico de arriba abajo y se calmó un poco.
—si soy yo... ¿que haces aquí niño?
—Solo vine a dejar una bolsa de ropa para la joven, mi madre dijo que lo hiciera.
En eso llega la vecina Martha corriendo y habla con ghost.
—¡es mi hijo! Perdón señor ghost. Logan vámonos.
Ghost no dijo nada y solo se le quedó viendo mientras salían, tu miraste a ghost y te acercaste a el curiosa por saber que había hecho el día de hoy.
Ghost se sienta en la silla, mirando la bolsa negra llena de ropa y la abre.
—no traje nada, ¿Te probaras la ropa?
Se te quedó viendo mientras abría la bolsa y tú asentiste.
Justos dieron sacando prenda por prenda, te dejaste la que más te gustaba y la otra se la devolverlas.
Te fuiste probando una por una, obviamente ghost la calificaba.
—uy.. esa te queda muy bien para arrancartela con las manos...
Tú sonreiste levemente y seguiste revisando si había más ropa. Al final te quedaste con la mitad de la ropa y la demás la guardaron.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Habían comenzado a vivir como una pareja normal, aunque aún te incomodaba ghost con algunos de sus comentarios, rara vez regresaba ese lado lujurioso suyo, abusando de ti y golpeandote.
Aveces se desaparecía por días, dejándote a cargo de la vecina Martha, hablabas con ella mientras te preparaba comida, en una de esas Martha te cuenta el pasado de ghost.
—el señor ghost no siempre fue así de frío y abusador... Sus padres nunca lo trataron bien, su madre murió cuando era joven y su padre siempre lo golpeaba, he logrado ver qué ama tu cariño y atención y que siempre te quiere para el, solo te digo que lo entiendas, busca en ti, ese amor que nunca recibió.
Esas palabras te dejaron pensando, comenzaste a tratar mejor a ghost, trapeado de mejorar su manera de ser pero eso ya era permanente.
Eran las 12 am y ghost aún no llegaba, se supone que debió llegar a las 7 PM de trabajar, estaba preocupada por el, tenía demasiados enemigos y quién sabe si ya lo habían agarrado, comenzaste a llamarle pero mandaba directo buzón, lo que te preocupó más.
Justo a las 2am ese hombre viene llegando, totalmente borracho y con lápiz labial por toda la boca y la playera blanca. Te molestaste demasiado pero decidiste ignorarlo.
—A-amor~ ya llegué...
Ya nisiquiera podía mantenerse de pie, se tambaleaba mucho y se golpeaba contra las cosas, tú te giraste caminaste a tu habitación, el te sigo y se acostó a tu lado, acariciando tu hombro.
—C-cariño~ ¿Que tienes?~ estás r-rara... ¿P-orque me ignoras?~
Ghost gruñó y te giró, dándote un beso en los labios, tú lo alejaste rápido.
—ni me beses.. cochino, vienes bien apestoso alcohol y luego bien manchado de labial...
El te miro y se hecho a reír a carcajadas.
—¿Es-estás celosa miamor?~ –sonrió, te tomo de la mandíbula con fuerza obligándote a verlo–
—Mirame.. –te observó directamente a los ojos– No porque te de cariño unos días, significa que ya me puedes hacer tus escenas de celitos mi princesita.
Te soltó bruscamente y se levantó de la cama enojado. Ya te habías dado cuenta que nunca cambiaría, tarde o temprano regresaría ese lado abusivo suyo.
Él regreso a la cama y se acostó, dándote la espalda, tu igual le dabas la espalda, cerraste los ojos poco a poco hasta que sentiste su mano acariciar tu cadera, sujetandola y pegandote a su cuerpo.
Gritaste tu cabeza hacia atrás y ghost aprovecho para darte un beso en los labios.
—Tan dulce como siempre...
No sonreiste, estabas sobrepensando mucho sobre tu relación con ghost, no sabías si seguir con el o dejarlo.
Sabías que sería imposible alejarte de el, te buscaría hasta en el último rincón del planeta si fuese necesario y si intentas escapar de el, te golpearía o incluso te mataría, sabes que tiene problemas de irá y descontrol, y eso confirma que te mataría.
Estabas tan hundida en tus pensamientos que te habías desvelado pensando, miraste a tu al rededor notando la luz solar entrar por la ventana, te volteaste y miraste a ghost, quién estaba dormido.
Admiraste su rostro descubierto por la máscara, eras la única que lo veía sin su máscara aunque la mayor parte del tiempo siempre la trae puesta.
Pasaste tu mano por su mejilla mientras esté dormia, pensabas en decirle la verdad o seguir con el, aguantando sus golpes y abusos, era raro pero te habías enamorado de él, realmente, apesar de sus golpes, aunque no querías aceptarlo.
Ghost abrió los ojos poco a poco, sintiendo tu suave toque sobre su mejilla, sonrió al verte lo que te puso nerviosa, el posisiono su mano arriba de la tuya mientras cerraba los ojos, disfrutando de tu suave toque.
—¿Desde cuándo estás despierta?..
Habló él, con un tono entredormido y ronco.
—No.. no he dormido nada..
Dijiste, sonando con los ánimos bajos realmente no sabías que hacer y eso te estaba matando poco a poco.
