Capituló 7

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Un príncipe sin corona.

Sarah.

—¡Sonríe! — me invita el fotógrafo.

Intento dar mi mejor cara para que la sesión de fotos salga lo mejor posible pero pensar en lo qué pasó ayer con Marc me lo hace difícil.

—¡Sarah concentrate! — me dice mi asistente.

Aviento todo y salgo del estudio vuelta en un lío de emociones. Me siento tan frustrada por estar con un hombre que le vale una mierda mis sentimientos.

No entiendo en qué punto me enamore como una idiota de un maldito tímpano se hielo. Recuerdo sus palabras y las lágrimas solo brotan.

Es un grosero pedante que en su lista de prioridades soy la última «A mi solo me importa tres cosas; yo, el poder y Melek» ¿Y dónde quedo yo?

—No te pongas así por un idiota, deberías dejarlo... — dice mi asistente Luz provocando que suelte el llanto.

—Yo lo amo...

—Pero él— la callo antes de que siga.

—¡Déjame sola!

—La sesión, tienes que cumplir.

Me vale una mierda mi trabajo, solo quiero que me trague la tierra y me escupa cuando a las mujeres se le veneraban y no se les trababa como un puto juguete.

—Sarah corazón — me abraza pero la alejo — Tienes que terminar las fotos.

—Que me demanden, pero no lo haré.

—Te falta un conjunto, y ya nos vamos a tu casa — me suplica — anda por favor.

Me levanto secándome las lágrimas, no puedo concentrarme. Me duele el corazón y me arde su indiferencia.

Ayer le marque por horas esperando una disculpa después de humillarme delante se todos, pero no obtuve respuesta.

Jamás me va a rogar como lo haría cualquier hombre enamorado, termino siempre yo por disculparme, pero ya me canse.

Termino la sesión de fotos, y me encamino a mi departamento junto con Luz. Ella maneja mientras yo estoy perdida en mis sentimientos.

Aún recuerdo la primera vez que lo vi, yo era una adolescente y él ya era todo un militar, mis esperanzas decayeron cuando supe que estaba casado y tenía una hija.

Tampoco fue algo que me traumo, seguí con mi vida. Crecí tuve algunos novios, viaje y me convertí en una mujer.

Hace exactamente 5 años mi papá y Marc empezaron a trazar un plan para la presidencia, él como general necesitaba un hombre que no se manejara por la mafia; Y mi padre necesitaba la ayuda del general supremo. Ahí inicio su alianza.

No fue algo importante para mi hasta que tres años después en un viaje a Londres nos encontramos, la magia surgió y me enamoré como loca.

Siempre ha sido duro pero últimamente es peor. Su indiferencia a las discusiones me hacen sentir una loca insegura.

Yo tolero todo; sus malos tratos, sus faltas de respeto, sus desplantes, a su hija adolescente, su adición al trabajo. En pocas palabras TODO, pero él nunca está dispuesta a sacrificarse en lo absoluto por mi.

—Estoy cansada— digo por primera vez en todo el camino.

—Hay Sarah no dejes que un hombre te haga sentir mal.

Amores Imparables.Where stories live. Discover now