Capituló 3

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Juicio

26 de junio del 2018.

Omnisciente.

Moscú, lugar frío y lleno de secretos. Hace años fue testigo de cómo Alaska Taylor huía del quien fue su marido y para el día de hoy regresa pero para sacar a su hija de la cárcel.

Esta tensa y estresada, ¿y cómo no lo estaría? se está jugando todo por el todo, un solo error y pierde su vida al igual que su hija.

Es como una leona encarcelada, se mueve intimidando a todo el que esté presente. Tiene porte de guerrera y aunque tenga años que no está al mando de la mafia de sangre aún se mantiene intimidante.

Ya no queda nada de la mujer moribunda que rescató Marc o de la sumisa que secuestro Maximiliano, sabía que la única manera de no estar dependiendo de hombres era renacer; y lo hizo, acepto quien era y tomo al mundo por los cuernos.

—¿Ya le llegó la nota?— está nerviosa y aunque intenté disminuir las manos les sudan y las piernas aveces le flaquean.

—No lo sé.— contesta Mariam.

Si Alaska está ansiosa Mariam está a punto que se da un tiro. Han sido muchas emociones para ella, primero perdió a su tío, secuestraron a Génesis, casi las acusan de traición, encarcelaron a su prima, apareció su tía muerta que no estaba muerte.

Aún no procesa todo lo que ha pasado, está más delgada y solo piensa que es una pesadilla, de la cual mañana despertará, y tendrá a su compañera de vida bajo su brazo.

—La avioneta está lista — avisa un soldado.

Alaska se mantiene entera en lo que cabe, prepara sus armas y se sujeta el cabello en una trenza. Sabe lo que tiene que hacer, ordena a todos que hagan lo mismo.

Mariam hace lo mismo, aunque jamás le ha gustado manejarse en el campo de la guerra por Génesis haría lo que fuera.

Ambas se suben a la avioneta acompañadas de sus hombres más letales, preparándose para traer de vuelta a su Alpha.

Son mujeres de arma tomar y eso lo han sabido las autoridades americanas, con el poder que tienen han sobornado policías, han amenazado con matar a los que no estén de su lado.

El propio presidente tuvo que interponerse, para asignar a una juez de la rama legislativa que fuera imparcial para ambos casos.

Pero no son sólo las Begers son las que saben jugar sucio, al otro lado del mundo «Washington» Marc West también se prepara para hundir a Génesis con un juicio más que amañado.

En Washington lo que tendría que ser una hermosa tarde de verano se transforma mas en un día sombrío para todos.

La brisa es tosca y el sol no ayuda. El clima es irregular y varias gotas de agua acompañados de relámpagos llaman la atención.

Sumando las quejas y exigencias del general que solo suman más estrés para sus allegados. Pero hay que entenderlo, no es fácil para él enfrentarse a un juicio sabiendo que si lo pierden toda su vida cambiará y por lo que tanto lucho se irá a la basura.

No es solo lo laboral lo que lo tiene estresado y frustrado.

Se dedicó cuatro años de su vida para atrapar a Rustem, dándole batalla, para que el mafioso que años atrás le quito lo que mas quería, lo volviera hacer.

Para el general es doble duelo, la muerte de Derek la lleva en su conciencia «lo traiciono» y aparte hoy se enfrenta a la mujer que le vio la cara por meses.

Amores Imparables.Where stories live. Discover now