🌌 ❝Can I go where you go?
Can we always be this close forever and ever?
And ah, take me out, and take me home
You're my, my, my, my
𝑳𝒐𝒗𝒆𝒓❞
𝑯𝑨𝑪𝑬 𝑴𝑼𝑪𝑯𝑶 𝑻𝑰𝑬𝑴𝑷𝑶 𝑬𝑵 𝑼𝑵𝑨 𝑮𝑨𝑳𝑨𝑿𝑰𝑨, 𝑴𝑼 𝒀, 𝑴𝑼𝒀, 𝑳𝑬𝑱𝑨𝑵𝑨...
Kia D'Armu...
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𝗔 𝗟𝗢𝗡𝗚 𝗧𝗜𝗠𝗘 𝗔𝗚𝗢 𝗜𝗡 𝗔 𝗚𝗔𝗟𝗔𝗫𝗬 𝗙𝗔𝗥, 𝗙𝗔𝗥 𝗔𝗪𝗔𝗬...
"Ustedes no saben lo que es amar, Maestros, ni siquiera conocieron a sus padres".
Kia aún no se formaba una imagen coherente de su antiguo maestro y seguía llamando a Wilde de esa manera, pensaba que ella como esa media sonrisa que estaba recibiendo aunque por muy digna que fuera, Kia sabía que era como una reprimienda. A veces sentía que Wilde y Obi-Wan eran como sus padres y su seguridad pero otras no podía evitar pensar que eran como unos hermanos mayores que competían con ella y Anakin.
Claro, Kia confiaba ciegamente en Padme, sabía que era algo más que una amiga. Muchas veces Kia miraba a Anakin y ella le solía dirigir sonrisitas escondidas. Ya era mucho el hecho de que ahora la rubia castaña no tuviera tiempo a solas con Anakin, y para colmo ahora tenían que cuidar a dos niños de catorce años. A Kia le molestaba la idea de tener que lidiar con Billie, de hecho la rubia castaña nunca lo había visto en el Templo Jedi o a lo mejor si estaba ahí pero su cabeza estaba en otras cosas que ni notaba la presencia de Billie.
En ocasiones el recuerdo de los tusken la perseguía sin piedad por su mente. No tenía pesadillas, pero el recuerdo era muy doloroso para ella y Anakin. De hecho esa había sido la única vez que había visto a Anakin tan enfurecido, muchas veces Kia lo hacía enfadar pero nunca de esa manera.
—Tengo que hacer mantenimiento —anunció Anakin de repente y agarro un comunicador destrozado de la consola provisional —Volvere en seguida.
Kia no lo pensó y fue detrás de él. Sabía que esa era su oportunidad de tener tiempo por lo menos un poco a solas. Cuando Anakin solía decir cosas como esas, era la señal de que quería estar solo. Por suerte Obi-Wan y Wilde nunca preguntaban el por qué. Comúnmente Kia y Anakin podían conseguir un poco de privacidad o enviaban mensajes con destino a Padme y Frey para que no estuvieran preocupadas.
Anakin y Kia encontraron una sala tranquila de dos plantas. Ambos se sentaron en un rincón. Anakin se puso a manipular el comunicador roto. A Kia le gustaba verlo reparar cosas.
