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Capitulo 16

Me levante de mi lugar y caminé hacia la oficina, una vez dentro de ella cerré la puerta, frente a mi estaba aquel hombre que en estos momento aborrecía, dándome la espalda mientras miraba por los enormes cristales de su oficina hacia la ciudad que comenzaba a pintarse de colores anaranjados y rojizos por el atardecer que estaba cayendo

-Señorita Herrera, tiene poco mas de un año trabajando para en Marchetti's Corporation, si no me equivoco- soltó entre medio del profundo silencio de su oficina, sin cambiar de posición

-Así es señor- comente en un tono neutro mirando su grande y musculosa figura, que por su posición y la mía dejaba a mi vista su grande y ancha espalda, mi mirada viajo por todo su torso hasta llegar a sus perfectos, grandes y redondos glúteos, atributos que nunca me había percatado que tenia

-Supongo por razón común y por los comentarios de mis padres que me hacen pensarlo, que ah mantenido su trabajo con una buena imagen y reputación personal así como en su desempeño laboral gracias a su seriedad y compromiso hacia sus actividades profesionales -hizo una pausa para beber del pequeño vaso de cristal que acompañaba en su mano- Y no creo que ahora quiera poner sobre la cuerda floja su puesto de trabajo que tanto trabajo le a costado mantener -pero que mierda espera con estos comentarios, pensé, y de nuevo el silencio se hizo presente entre nosotros

-Disculpe mi incomprensión, pero no logro entender por que me esta diciendo todo esto, y mucho menos a que se refiere con que no cree que ahora quiera poner sobre la cuerda floja a mi puesto de trabajo- su silueta se giro hacia mi, su mirada viajo desde mis pies a mi cabeza deteniéndose en mis lumbreras y dio un sorbo mas a su vaso

-Me refiero a que no creo que quiera poner en riesgo su lugar en esta empresa por trivialidades señorita Herrera -sus firmes pasos comenzaron a aproximarse hacia mi, mientras yo mantenía una postura erguida e imperturbable, esta vez no le daría la oportunidad de intimidarme, ni de tener ningún control sobre mi- No es de mi mínimo interés lo que mis colaboradores hagan con sus vidas privadas fuera de la empresa, pero pasa a ser de mi interés cuando comienzan a involucrar lo personal con lo laboral- freno sus pasos, plantándose a centímetros de distancia de mi, mi mirada se topó con el torso de este hombre, que era notablemente más alto que yo

-Podría ser más claro señor- pedí con un tanto más de insistencia, confusión y un poco de nerviosismo que se hacía presente en mi, y no, no por su presencia, si no por la ambigüedad que le estaba dando al tema

-De acuerdo Señorita Herrera, se lo dire de la manera en la que debí haberlo hecho en un principio -su cuerpo se inclinó levemente hacia mí para quedar a unos milímetros de distancia de mi faz, el olor de su perfume inundó mis fosas nasales deleitándome con aquel delicioso aroma- A este lugar se viene a trabajar señorita Herrera -su fresco aliento a menta con una mezcla de whisky sin mencionar su casi nula distancia comenzaron a activar mi sistema ansioso- Su presencia así como la de cualquier otro colaborador aquí es meramente laboral, por lo que no voy a permitir que ni usted ni nadie comprometan el prestigio de mi empresa, y menos si es por temas de relaciones amorosas o abiertas en su caso -Nuestras miradas estaban fijas entre sí, pero por la cercanía podía percibir como su respiración comenzaba a agitarse, así como la mía lo hacía por el tenso ambiente y la proximidad de nuestros cuerpos- Poliamorosas, Les llaman en estos tiempo ¿no? -pregunto enarcando una ceja mientras yo me mantenía completamente inmóvil y perpleja por todo lo que me acababa de decir, aun que aún mas desconcertada del enorme deseo que me estaba traspasando de besarlo, y probar directamente de sus labios esa deliciosa mezcla de alcohol y menta- ¿No va decir nada? O a caso ¿le comieron la lengua los ratones señorita Herrera?