Capítulo 18 - Noviembre

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Vivienne se queja gimiendo cuando comienza a caer más lluvia.

—Es simplemente egocéntrico, no tiene sentido común y nunca confía en mí para tomar mis propias decisiones.

Mientras caen las gotas de lluvia, Vivienne parece estar corriendo contra el empeoramiento del tiempo para dejar salir todo.

—Él me enseñó todo lo que sé, pero él no tiene clase alguna pero tiene el descaro de juzgarme por–

Caminamos rápidamente, usando su capa como paraguas antes de que la ducha se convierta en un aguacero torrencial.

—¡Oh, no!—ella se lamenta en asombro ante la terrible tormenta que caía sobre nosotras, el cielo se iluminaba blanquecino ante cada relámpago—¡Ahora está lloviendo encima de todo!

Corremos, los charcos chapotean a nuestros pies mientras los canales amenazan con inundarse. Al llegar al arco de la puerta de nuestro edificio, Vivienne se pega contra él, con la palma de la mano en la frente. Podía ver el pecho de Vivienne empapado a través del escote de su vestido, subiendo y bajando jadeante por el esfuerzo

—El universo finalmente me está cobrando por mis pecados, debería haberlo sabido cuando apareció Francesca y...¡no traje rímel a prueba de agua!

Aunque sienta un atisbo de empatía hacia Vivienne, no puedo evitar soltar una risa ante lo último. El rostro perfectamente pálido de la mujer estaba un poco manchado de negro en la zona de sus ojos. 

Ella gira sus ojos hacia mí, resoplando una vez.

—Me alegra que a alguien le pueda divertir todo esto.—ella dijo.

—Sólo la parte del rímel, lo siento.—contesté entre risas, es un shock ver a Vivienne no tan perfectamente compuesta.

Se seca los ojos y se estruja el pelo mientras refunfuña. A modo de disculpa, la ayudo y limpio algunas de las manchas con la palma de la mano.

—Oh, no me mires. Soy un desastre.—chasqueo mi lengua ante el adjetivo.

—Detente, sabes que eres bella.

—No tan bella como tú. Es injusto, en serio.

Su mano enguantada pellizcó mi mejilla cuando volvió a hablar.

—Quisiera que pudieras verte a ti misma en este momento. Estás absolutamente radiante, sexo en las piernas.

Aturdida, me chupo el labio inferior entre los dientes. Es bueno que ella esté usando su lápiz labial tóxico, porque no dudaría en inmovilizarla contra la puerta y besarla absurdamente.
Pero no sé si es buena idea ahora mismo, claramente Vivienne sigue enojada por lo de su padre.

Con ese pensamiento aleccionador, abro la puerta y la empujo hacia adentro.

—Vamos a limpiarte y secarte.—el resto de la tripulación tiene algo similar en mente, puedo oler canela y calidez cuando entramos por las puertas principales.

Remy está preparando un fuerte café y un té negro para Zoe, quien acepta agradecida.

—Hey, Vivienne está de vuelta.—arrulló la mujer. Todos estaban empapados por la lluvia, incluida la gata de Nikolai, Elizabeth.

—Ahora Elizabeth tiene una competencia por la criatura más miserable en la habitación.—contestó el hombre, mirando hacia Vivienne.

Nikolai habla suavemente mientras masajea a la gata con una toalla, el animal hace un ruido similar al de un humano refunfuñando.

Solo cuando cierro la puerta detrás de mi, me doy cuenta de que me invité yo misma a la habitación de Vivienne. Mi cuerpo se había movido automáticamente.

Reina de LadronesUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum