Capítulo 5 - Si lo siento

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-¡Jendukie, tienes veintitrés!-y la chica sonrió al ver a Jisoo babeando el Red Bull- ¿No crees que van muy rápido?

Jennie suspiró.

-No lo sé, creo que todos tenemos ritmos diferentes.-habló- Digo, tuvimos sexo el día después de conocernos, fue una locura. Salimos sin etiqueta por seis meses, somos novias desde hace un año. ¿No crees que es suficiente tiempo para saber que es la persona con la que quiero estar siempre?

La mayor pestañeó un par de veces. Jennie era muy madura de vez en cuando, pero no podía evitar sentir cierta ansiedad por verla tomar decisiones importantes. Se conocían desde preparatoria. Casi podía leer su mente.

-¿No sientes eso con Rosé?-preguntó, fue un golpe bajo.

¿Que si sentía algo así por Rosé? Sentía que aún debía averiguarlo, su novia aún le guardaba algunos secretos, y ella no tenía un futuro estable. No quería arrastrar a una chica que merece el cielo al fracaso.

-Yo... aún lo estoy descubriendo-dijo desviando la mirada-. Solo sé que la amo, y quiero darle todo.

Jennie acarició su hombro mientras veía embobada a su novia a la distancia.

-Bien, creo que compartimos un pensamiento.

...

Un par de semanas después, Rosé era mucho más abierta con Jisoo, bromeaba y de reía de sus chistes, iban al cine, a conciertos, a comer helado. Cada vez eran más una pareja formal. Lo que había al corazón de Jisoo moverse feliz en su pecho.

Ver los ojos de Rosé brillar cuando pasan tiempo juntas era el mejor sentimiento del mundo, tan inexplicable como increíble.

Pero ese día en específico, la pelinegra quizá había tocando una tecla que terminó en un sonido algo estridente en los oídos de Rosé.

¿Quieres contarme? Se que haz querido decirme algo estos días, angel... había dicho ella.

Y en repuesta, Rosé solo se había ido a su cama para acostarse y hacerle una seña para que se acurrucara a su lado. Sin decir una palabra puso una película cualquiera y se dejó abrazar por Jisoo, su posición diaria para hacerse mimos y susurrarse palabras de amor.

-¿En serio quieres saberlo?-murmuró Rosé.

Rosé había estado muy callada toda la película, Jisoo pasó cada segundo deseando que hablara o la besara.

-Quiero saber todo de ti, todo lo que tengas para decirme.

La rubia suspiró. Lista para decirle todo lo que aguardaba su mente a la chica que quería con todo su corazón.

-No soy autista como todos piensan.-soltó, y Jisoo se acomodó un poco más para abrazarla mejor por detrás- Los doctores dicen que es conductual. Algo pasó en mi cabeza que generó un tipo de trauma, y por eso mis comportamientos suelen confundirse con los de una persona autista.

Jisoo besó su cabeza, mientras la acariciaba.

-Sé que pasó algo con certeza, pero mi mente lo bloqueó. No recuerdo nada.-la voz de Roseanne empezaba a romperse- Tengo sueños de vez en cuando, y tengo mis sospechas.-Jisoo no se atrevía a preguntar- Creo que... lo que dicen todos... creo que estuve secuestrada por mucho tiempo. No creo que me haya pasado algo especialmente malo pero creo que fue mucho tiempo, solo recuerdo un poco sobre que tenía el cabello muy largo, y estaba muy delgada. Nadie se atreve a decirme, pero estoy segura que no estoy imaginando eso.

Su novia se aferraba a ella, solo sosteniendola.

-¿Que edad tenias?-murmuró Jisoo, con su corazón latiendo rápido, imágenes de una pequeña Rosé llegaban a su mente para torturarla- ¿Rosie?

-Nueve.

-¿Vas a terapia?-Rosé asintió- ¿Eso te hace sentir mejor?-asintió nuevamente- Gracias por contarme.

-¿No... hace que quieras dejarme?-Rosé se giró para estar frente a ella, la única luz que percibía era la de sus ojos cristalizados- ¿No te hace... tenerme lastima?

Jisoo tomó sus manos que se cerraban debajo de las sábanas y las besó, cada uno de sus dedos de pianista. Sus dedos que hacían arte. Que creaban. Sintió una repentira admiración y orgullo por ella.

-Nunca sentiría lastima de ti.-susurró mientras entrelazaba sus manos- No me puedo decir más... atraída, perdida completamente en ti. Soy tu más grande admiradora en todo lo que creas.

Jisoo apagó la televisión y le dio un corto beso a Rosé, luego, unos más largo y cálido.

-Estoy contigo, Rosie.-suspiró muy cerca de sus labios- Gracias por confiar en mi.

Rosé se aferró a ella debajo de las sábanas, cerrando sus dedos en sus hombros para enterrarse en su pecho, hasta ponerse encima de ella.

-Te amo, Soo.

Y de pronto tenía la respuesta a la pregunta de Jennie.

-Si lo siento.-dijo, y Rosé la miró un poco confundida- También te amo, Roseanne.

Rosé a miraba con los ojos tan abiertos y brillantes, como si no pudiera creer que alguien podía amarla de verdad. Amarla como ella tanto tiempo había querido. Sintió como si las nubes que estaban ocultado el sol empezaron a dispersarse, dejando a los rayos de luz filtrarse en su mente, haciendo que todo se viera con claridad.

-Ummm.-pronunció confundida.

Jisoo solo vio su ceño confundido con una sonrisa, dándose cuenta en la posición en la que estaban. La rubia sentada encima de ella con sus manos en su abdomen, por un momento Jisoo pensó que Rosé iba a hacer un movimiento, sin embargo, la rubia se levantó rápidamente a buscar algo.

Tuvo que sentarse en la cama mientras seguía a la rubia con la mirada, que corría de un lado al otro de la habitación.

Fue hasta su estante, y sacó hojas pentagramadas, para sorpresa de Jisoo, en blanco. Se lanzó sobre el piano y en la tapa empezó a escribir muy rápido y a tararear una melodía. Se mantuvo así unos quince minutos, y ni un segundo Jisoo dijo una palabra o le quito los ojos de encima.

Te amo, se repetía en su mente.

Sonrió.

Rosé estaba en la misma habitación que ella, en ropas de casa, con su cabello cayendo sobre su cara, mientras mordía su labio en concentración. Podía detallarla todo el día, reposo su mentón sobre la palma de su mano y suspiró. Su vista fue hasta sus piernas cruzadas, a su espalda erguida, a sus hombros que desnudos seguramente le quitarían el aliento, y a su suave cabello rubio que salía de sus manos como arena al viento.

Después de unos segundos, Rosé empezó a tocar una melodía que hizo a Jisoo erguirse y separar sus labios. ¿Eso era lo que estaba escribiendo? Ciertamente era la melodía que había estado tarareando, pero... ¿Rosé podía escribir música así?

Jisoo tuvo que levantarse e ir a su lado. Tenía que ver de cerca lo que estaba pasando.

Después de dos minutos y cincuenta y seis segundos, Rosé tocó el último arpegio antes de ver a Jisoo a los ojos.

-Eres la forma que toma mi arte, Jisoo.-murmuró Rosé.

Jisoo se agachó, tomando las manos de Rosé y besarlas de nuevo. Nunca se cansaría de hacerlo.

-Y tu eres el claro de luna en el que existo, Roseanne.-la rubia sonrió- Pensé que conocía el amor antes de ti, pero ahora sé... que no tenía ni idea.

La sonría en el rostro de Roseanne era todo lo que necesitaba, solo sostuvieron la mirada hasta que Jisoo de echó a reír, seguida de su enamorada novia.

...

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⏰ Last updated: Apr 11 ⏰

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Clair de Lune | ChaesooWhere stories live. Discover now