MI HECHIZO - J.P Villamil

Capítulo 14

Presente

Liliana Valencia

Muchas veces pensé en hacer esto, incluso el día de mi grado me ví llegando a su puerta pidiéndole perdón, pero no fue así. Obviamente me vine hasta acá con la excusa barata de su chaqueta, solo porque desde que llegó a mi apartamento las dudas llegaron a mí, dudas que pensaba responder apenas amaneciera, pero al parecer esos no fueron sus planes, porque cuando mis ojos se abrieron él ya no estaba y fue Ana Carolina quien me dijo que lo vio saliendo como alma que lleva el diablo del apartamento.

— Lo siento...

Él sonríe y yo suelto el aire en mis pulmones, miro hacia el suelo pensando en que decir, o mejor en como decir lo que he pensado en decirle hace ya un tiempo, pero como siempre, él toma la situación entre sus manos.

— Creo que también yo debería de decir eso — respira —, no hemos sabido comunicarnos, dejamos que todo esto se nos saliera de las manos y yo... yo debí haberte permitido hablar Liliana, lo lamento.

— Sé que parece que te utilicé, sé que parece que jugué contigo... pero no fue así Juan Pablo. Todo lo que vivimos fue algo mágico que tengo guardado en el fondo de mi corazón y que atesoro como lo más sagrado. Sé que no supimos darnos el tiempo de procesar las cosas, no nos dimos la oportunidad de detenernos a hablar sobre lo que estaba pasando y sobre los sentimientos que comenzaron a aflorar sin siquiera darnos cuenta, solo hasta que no estrellamos con la realidad. Nunca fue mi intención dañarte, nunca quise decirte lo que te dije porque no era verdad, nunca fue verdad.

— Lila...

— Lo lamento por haber terminado todo de raíz, pero necesitaba sentir que tenía algo de control sobre la situación, todo se me estaba saliendo de las manos y sabes que hubo muchas cosas que no ayudaron a que sintiera calma — respiro —, lo lamento Juan Pablo, no quería lastimarte, y aunque suene cliché, te juro que nunca quise... nunca quise dañarte.

— Sé que fue también mi culpa, nunca te di el lugar que realmente merecías, nunca fuimos claros y si, los sentimientos nos ganaron y siento que las cosas hubieran salido mejor si no hubiese pasado lo que pasó — asiento —, también lo lamento Lila.

— No fue tu culpa.

— Ni tampoco tuya Lila — sonríe —, sé lo que se siente perder el control sobre las cosas, y sé lo que es herir a quien te importa.

— No quiero perder a una persona como tú en mi vida Juan Pablo — confieso —, pero sé que lo mejor es la distancia y el tiempo... lamento todo esto y en serio deseaba disculparme contigo desde hace ya rato.

— Lo sé Lila — sonríe y le correspondo. Siento paz, tranquilidad... siento que un peso se me fue de encima aún cuando tengo muchas cosas que resolver con respecto a mis sentimientos hacia él, pero por ahora he solucionado lo que más me atormentaba, el final que nunca pude darle. Creo que puede funcionar, un alejamiento, solo vernos de manera profesional después de darle este final a lo que teníamos.

— Gracias por dejarme hablar.

— No des las gracias por simple decencia básica — sonrío —, aunque no la haya tenido hace unos meses.

No sé qué pueda pasar ahora, en realidad no sé si importe, pero necesitaba este espacio junto a él, un espacio claro, sin irse por las ramas y sin licor de por medio, sobre todo eso.

Hablamos un rato más, hasta que llega don Fernando con el domicilio de Juan Pablo, y éste último insiste en que me quede, acepto y volvemos a enfrascarnos en nuestra conversación anterior, él preguntándome sobre mi proyecto musical y comentándome cuáles son sus planes para este año con Morat. Al parecer a final de año lazan nuevo álbum. Y yo contándole que pretendo sacar un sencillo en unos meses.