Capítulo 9

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Pasado

Liliana Valencia

— Como el toque es a las diez, comienzo a pasar por ustedes a las ocho — va diciendo Jorge a todo el mundo y luego se gira hacia mi dirección —. Lily, necesito que vayas con short blanco, el top azul y el cárdigan largo colorido de la orquesta — asiento y él sigue —. Los demás ya saben el uniforme, pantalón blanco y la camisa de colores, todo muy llamativo, ya saben, somos una orquesta.

Cada uno asiente y comienzan a recoger sus cosas, y cuando ya junto con Miguel y Lucas estamos listos para salir, Jorge añade:

— A ustedes tres ¿Dónde los recojo?

Junto con Migue miramos a Lucas, que es quien no vive con nosotros, y éste asiente dándonos a entender que nos recojan en nuestro apartamento. Lo cual significa que él dejará su piano donde nosotros.

— Bien — dice Jorge luego de confirmarle el punto de encuentro —. Nos vemos el viernes, estén listos a tiempo.

Al llegar a casa descargo mis cosas en mi cuarto, me despido de Miguel y paso al baño a prepararme para dormir, al salir me encuentro con la puerta del cuarto de Patricia abierta y a ésta sentada en su escritorio mirando con el ceño fruncido su portátil.

— ¿Mucho trabajo? — pregunto con voz suave al borde de la puerta. Ella da un respingo y luego se gira a verme.

— Estoy en ese punto en el cual tengo que repetirme constantemente que amo mi carrera para no caer en la desesperación — responde dándome una mirada rendida.

— Te entiendo — le digo con una sonrisa —, me hubiera rendido hace rato si no fuera por Miguel y su entusiasmo diario a darla toda, aunque estuviera sintiendo que la carrera me está consumiendo.

Ella esquiva mi mirada y vuelve a centrar su atención en la pantalla de su portátil, al parecer toqué un nervio, por lo cual decido despedirme y darme vuelta para irme, pero antes de si quiera dar un paso ella dice:

— No lo hice por mala — dice casi en un susurro y yo la miro extrañada —, no creas que no sé qué tú sabes; Miguel te cuenta absolutamente todo, eres como su hermana y sé perfectamente que ese esperpento del demonio deposita más confianza en ti que en cualquiera — suspira —, así que sé también que lo adoras y puede que estés molesta conmigo por haber actuado como lo hice, sobre todo después de que él me hubiera dicho lo que dijo... pero no quiero que creas que lo hice por mala ni nada por el estilo.

— No tienes que explicarme las cosas a mi — le hablo —, es a él.

— Solo no quiero resentimientos entre las dos y...

— Mira Patricia — la detengo —, puede que hayas tenido o aún tengas tus razones para haber actuado como lo hiciste, pero eso es un tema que solamente le incumbe a ese esperpento del demonio y a ti. No necesito excusas ni disculpas porque esas van solo para él; y por más que adore a Miguel, yo me pongo en una situación neutral porque los tres tenemos que convivir en este apartamento y alguien tiene que si o si, alivianar el ambiente, porque cada que ambos están juntos en una habitación, la tensión se expande — hablo firme —. Te quiero, es la verdad, eres una gran persona y te considero una amiga, y aunque Migue sea parte de mi vida en casi todo sentido, eso no implica que vaya a escoger un bando cuando es más que claro que esta situación no me incumbe en absoluto — ella me mira intensamente con sus grandes ojos verdes, y añado —. Háblalo con él, que yo simplemente me mantendré al margen.

— No sé qué hacer — parece rendida, y no solo por los trabajos que ha hecho, sino que su aura se percibe cansada —, todo esto me confunde.

— Pues aclara tus pensamientos y sentimientos antes de hacer algo que te lastime a ti y a Miguel.

MI HECHIZO - J.P VillamilWhere stories live. Discover now