Capítulo 4 - ¿Te vas ir?

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Rosé asintió.

-No te voy a dejar sola. Puedo prometerlo.-afirmó.

-Ay, Rosie-tomó sus manos-. De verdad haces que mi corazón se derrita.-y besó sus manos- Pero no te preocupes, seré una actriz exitosa y no tendrás que preocuparte por nada.

A esto Rosé frunció un poco el ceño.

Y Jisoo entendió lo que había dicho.

-Ah... yo... no me prestes atención.-intentó excusarse viendo a otro lado- Pensé que podías pasar tiempo en mi apartamento, ¡no creas que va a ser una pocilga!

Y para su sorpresa, Rosé empezó a reír. A reír a carcajadas. Fuertes, que sonaban en todo el restaurante.

Empezó a reír también solo porque el sonido de su risa la estaba elevando a alturas incalculables, era la primera vez que se reía tan fuerte.

Ya quería conocer más a Rosé, ya quería ser causante de todas esas risas. No podía esperar.

...

Bien.

Cerebro estaba por explotar.

Estaba apunto de hacerlo con Rosé.

Era una oración demasiado fuerte que no podía entender del todo.

Pero ahí estaban en su habitación, en medio de su sesión de besos habitual cuando de repente Rosé se subió a horcadas sobre ella y arrojó el suéter que tenia puesto al otro lado de la habitación.

Jisoo no tenía capacidad para negarse, estaba tan emocionada que casi olvida que ya había tenido sexo antes. Pero Rosé era la primera a la que quería de verdad, la única que la hacía desbordar en deseo. Y ahora con ese vaivén de sus caderas la estaba enloqueciendo ¿que le pasaba a esta chica?

-¿Puedo tocarte, Rosie?

Entonces la miró, sin detener el movimiento de sus caderas.

-Pu-puedes intentarlo.-en sus ojos se reflejaban el deseo y los nervios.

Jisoo sabía que debía ser extra cuidadosa, que todo esto podría ser solo Rosé probándose a si misma que puede ser una pareja completa. A regañadientes, Jisoo supo que debía detenerlo en algún momento.

Pero por ahora, no quería rechazarla, pensando en que eso seguramente haría que su confianza se fuera al piso.

Así que lentamente bajo sus manos a su trasero y lo acarició, sus shorts de algodón no dejaban nada para la imaginación, y tampoco al tacto.

-No tienes idea de cuanto quería tocarte-jadeo contra sus labios.

Rosé seguía devorando sus labios y sabía en hacían falta solo unos segundos para que la ropa empezara a molestar. La mente de Jisoo iba demasiado rápido.

Se concentró en sus manos y las medio bajo sus shorts, haciendo que la rubia se sobresaltara.

-Rosie, llegó tu...

Jisoo se iba a morir.

A Rosé pareció que gritaron ¡congelado!

Jimin dejó la pizza en el suelo para ponerse las manos en la cintura. Jisoo lo vio por encima del hombro de Rosé y lentamente retiró las manos de sus nalgas.

-Roseanne.-la rubia regresó a la tierra- Déjame a solas con Jisoo un momento.

La rubia tuvo una expresión de alarma en su rostro yendo hacia su hermano.

-¡No le digas nada! ¡No hagas que deje de verme!-incluso Jisoo frunció el ceño ante eso- ¡Por favor!

Jimin suspiró y la tomó por los hombros intentando calmar el puchero que se había formado en sus labios hinchados.

Clair de Lune | ChaesooWhere stories live. Discover now