Capituló 25

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Domingo 1 de diciembre de 2023

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Domingo 1 de diciembre de 2023

Narrado por Isabel:

Me encontraba en la casa de Amelia específicamente en su habitación de juego. La tenía a mi completo merced, esperando ser golpeada por mi. La veo postrada en la cama, atada y con los ojos vendados, completamente a mi disposición. Mi corazón late con fuerza en mi pecho mientras contemplo su figura desnuda, deseosa de entregarse por completo a mí.

Me acerco a ella con paso lento y seguro, sintiendo la excitación correr por mis venas. Cada movimiento que hago está cargado de deseo, ansiosa por explorar cada rincón de su cuerpo y llevarla al límite del placer.

Al llegar a su lado, siento el calor de su piel bajo mis manos y una sonrisa traviesa se forma en mis labios. Me inclino sobre ella, dejando que mi aliento cálido roce su piel desnuda, provocando un estremecimiento en su cuerpo.

—¿Estás lista para ser castigada, mi amor? —susurro en su oído, dejando que mis palabras se filtren en su mente y enciendan la pasión en su interior.

—Si —susurra.

Puedo sentir su respiración entrecortada mientras espera ansiosa mi primer golpe. Sin decir una palabra más, tomo el látigo que reposa sobre la mesa cercana y comienzo a trazar círculos en su trasero, preparándome para liberar todo mi deseo y pasión sobre ella.

Con un movimiento rápido y preciso, dejo que el látigo caiga sobre su redondo trasero, provocando un gemido de placer y dolor en sus labios. Cada golpe es como una descarga eléctrica que recorre su cuerpo, despertando sus sentidos y llevándola de placer.

Continúo castigándola con el látigo, alternando entre caricias suaves en su vagina y golpes firmes en su trasero y espalda, llevándola al límite de su resistencia y deseo. Sus gemidos de placer llenan la habitación, mezclándose con el sonido del látigo.

Luego de un rato castigándola dejo el látigo a un lado y acaricio su trasero viendo todos los moretones que tenía este, me acercó a este y dejó un beso suave en cada moretón.

Mis manos exploran su cuerpo con suavidad, acariciando cada centímetro de su piel desnuda, sintiendo su calor y su suavidad bajo mis dedos.

Mis labios siguen el recorrido de mis manos, dejando besos suaves y delicados en su espalda, sus hombros y su cuello. Cada beso es una expresión de mi deseo y mi pasión por ella, una manera de demostrarle cuánto la amo y la deseo.

Bajo por su espalda con besos hasta llegar a su entrepierna, donde su sexo húmedo y caliente me espera ansioso. Sin perder un instante, me inclino y comienzo a chupar y lamer suavemente sus labios inferiores, provocando gemidos de placer de su parte.

Cumpliendo sus fantasías Where stories live. Discover now