Capituló 10

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Viernes 20 de julio de 2023

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Viernes 20 de julio de 2023

Narrado por Amelia

Me encontraba en casa de Isabel, acostada desnuda en su cama, siendo cubierta en la parte inferior de mi cuerpo por la tela fina de su sabana. Satisfecha después de haberle dado un orgasmo y tener uno en conjunto.

Isabel con delicadeza y podría decir cariño, me hace mimos en mi cabello mientras tararea una canción, haciéndome sentir increíblemente cómoda.

—Quiero invitarte a un lugar mañana. ¿Crees que podrás? —le preguntó levantando mi cabeza un poco para poder mirarla a los ojos.

—Depende el lugar —contesta, recogiendo un mechón de cabello que caía por mi rostro y poniéndolo detrás de mi oreja.

—Tengo una casa de campo a las afueras de la ciudad, pensé que podría llevarte a conocerla. Irnos mañana cuando salgas de trabajar y regresar el lunes en la mañana. También podemos llevar a Max, el amaría ese lugar —le propongo rezando para que ella acepte.

—No se si es mi intuición o eso suena a una escapada romántica al campo, y si es así, eso estaría fuera de nuestro trato. Recuerdas, nada de enamorarse y si sigues así romperemos esa regla —ella me dice y noto cierta preocupación en su tono de voz.

—¿Tienes miedo de enamorarte de mí, Isabel? —le preguntó fingiendo tranquilidad.

—No, sé qué es imposible que pase.

Traté de ocultar mi decepción y forcé una sonrisa.

—Entonces, ¿aceptas la invitación a la casa de campo como amantes? —preguntó, intentando recuperar la normalidad.

—Si —ella responde y intenta besarme pero volteo la cara evitándola.

—No estamos teniendo sexo para que estes tratando de besarme —le digo, aguantándome las ganas de levantarme, vestirme e irme para mi casa.

—Tienes razón —contesta volteándose y dándome la espalda.

Me quedo un rato más en la cama debatiéndome si irme o quedarme, hasta que decido irme, busco la ropa que tenia cuando llegue a su casa y me la pongo. Antes de irme recojo la ropa que le quite mientras le hacía el amor y la hecho en la canasta de ropas sucias, miro a Isabel antes de irme y veo que ella ni se inmuto y aún sigue en la misma posición, salgo de la habitación, bajo las escaleras y salgo de su casa, despidiéndome de Max antes de irme.

Al día siguiente para mi sorpresa es Isabel la que me escribe primero.

Isabel, 10:30 a.m: "¿Aún sigue en pie lo de ir a la casa de campo?"

Cumpliendo sus fantasías Donde viven las historias. Descúbrelo ahora