Cumpliendo sus fantasías

Capituló 21

Sábado 4 de agosto de 2023

—Hola, Isabel —escuchó la voz de mi mejor amiga al otro lado de la línea.

—Puedes venir un momento a mi casa... no me siento bien —tartamudeo mientras las lágrimas salen involuntariamente de mis ojos.

—Claro, enseguida estoy ahí —Noah responde.

Cuelgo el teléfono y me hundo en el sofá, sintiendo cómo el dolor y el miedo a no poder recuperarla me consume.

Unos minutos después, escucho el timbre de la puerta y me apresuro a abrir. Noah entra y al verme en ese estado me abraza con fuerza, sintiendo cómo las lágrimas vuelven a brotar en mis ojos al sentir su calidez y apoyo.

—¿Qué pasó? ¿Por qué estás así? —pregunta, preocupada.

—Amelia escuchó lo que dijeron cuando estábamos en el patio y se enteró del reto —le explico mientras lloró. —Ella ahora me odia.

Noah no dice nada al respecto y solo se centra en abrazarme y ayudarme a calmarme. Paso el resto de la noche llorando y pensando en que acabo de perder a la mujer que amo por una estupidez.

Al día siguiente despierto y sin ánimos de hacer nada, Noah se encarga de darle de comer a Max y llevarlo a pasear.

—Gracias por ayudarme —le digo, cuando esta se acuesta en la cama conmigo.

—De nada, Isa —responde y me abraza.

Me aferro a sus brazos sintiendo la hinchazón en mis ojos de tanto llorar.

—Su cumpleaños es a finales del próximo mes y no podré pasarlo con ella —confieso, sintiendo como mi cuerpo tiembla debido al llanto.

—No todo está perdido, si la amas encontrarás la forma de hacer que te perdone antes de su cumpleaños.

—Noah, ¿crees que pueda perdonarme después de lo que hice? —pregunto.

Ella me mira con compasión y me acaricia el cabello con ternura.

—Si de verdad te ama te perdonará, pero tú también tienes que ganarte su perdón. Por ahora te recomiendo darle tiempo, no es recomendable que hablen en el estado que están ambas —me responde con sinceridad.

Asiento lentamente. A pesar de todo, no estoy dispuesta a rendirme sin luchar por el amor de Amelia. Ella significa demasiado para mí como para dejarla ir tan fácilmente.

—Gracias. Voy a hacer todo lo posible para recuperarla —le digo, determinada.

—¡Así se habla! —dice, sonriendo.