Se sentaron en los taburetes y comenzaron a entablar una conversación, como si nada hubiera pasado, como si todo siguiera normal.

***

Chiara se sentó en el pupitre de su clase, era tercera hora y aún no había visto a Violeta, decidió sacar el teléfono y escribirle a ella.

Violeta (clase)

Hola violeta, vi que no viniste a clase.
Vendrás hoy a estudiar?
12:01

Hola Chiara, si iré, pero hoy me levanté con dolor de cabeza y decidí no ir.
12:30

Segura??
Si quieres lo posponemos.
12:32

Si, segura.
Nos vemos
12:34

Okey, bye bye
12:35

Chiara volvió a guardar su móvil en el bolsillo y se acercó a Ruslana para irse al patio juntas.
Cuando ya estuvieron sentadas en el césped juntas Chiara le preguntó:

—¿Descubriste algo?

—No, nada

—Hay mucha gente aquí, será difícil. —Reflexiono.

—Ya lo se, pero a las Ruski nada las detiene. — Ruslana dio el tema por zanjado y sacó uno que le importaba más. — Por cierto, hoy te llevas a la pelirroja 2 a casa... — dijo con picardía. — nunca me contaste nada de la última vez.

Los colores de Chiara subieron dejandola roja.

— Hoy no ha venido pero le he escrito y me ha dicho que vendrá a mi casa por la tarde. — Dijo sonriendo.

— Pegáis mucho en realidad.

— Ruslana, ¿Estás loca? Apenas la conozco, solo le ayudo. — Dijo tratando de convencerse más a sí misma que a su amiga.

— Pero te has puesto roja... — Canturreó

— Anda que te den Ruslana.

Ambas chicas rieron y hablaron durante el transcurso del día hasta que llegó la hora de irse, Chiara entró al piso y estaba vacío, las dos chicas trabajan ese día por lo cual estaría sola.

Tomo su comida y luego se metió al cuarto a estudiar y hacer su tarea un rato.

***

Violeta se estaba vistiendo a duras penas para ir a casa de la morena, se puso unas simples mallas y una sudadera, además de unos tenis.

— Tana, portate bien y hazle caso a Denna. — Le decía una vez más antes de irse.

— Que si... Ya me he enterado Violeta, quédate tranquila.

— Violeta deja ya a la chiquilla, si Tana es un cachito de pan. — Dijo la rubia mientras abrazaba a la pequeña por detrás.

— Está bien, cualquier cosa me llamas.

Violeta se encaminó a casa de Chiara, cuando llegó tocó el porterillo y después de unos segundos una voz robótica sonó:

—¿Quién es?— Sonó al otro lado

—Yo

Sonó un pequeño pitido indicando que la puerta se había abierto, Violeta se encaminó hacia el piso de la chica y llamó a la puerta.
La morena salió y le dio un corto abrazo.

—¡Hello! — Saludó feliz la morena

— Holaa.

Ambas se adentraron a la habitación y comenzaron a estudiar.
Se notaba la tensión entre ambas chicas, pero no una tensión mala, si no una de atracción. Cuando hablaban ambas se quedaban mirando los labios de la otra.
Ambas se daban repasos continuamente y se ponían coloradas cuando la otra les pillaba.
Ambas habian caído ante la belleza de la otra.

— Entonces por eso... — La morena se calló al sentir la mirada de la pelirroja en ella. — ¡No me mires así!

— ¿Así como? — Preguntó inocente

— Ya sabes cómo. — Le dijo tratando de imitar un tono enfadado, a medida que hablaban ambas se acercaban más a la otra.

Hasta que sucedió, la morena acortó la poca distancia que quedaba entre ambas, al principio la pelirroja se quedó estática y la morena trató de alejarse siendo rápidamente atrapada por la pelirroja y llevando de nuevo la boca a los labios de la contraria.

Total, quien se iba a enterar. Pensó Violeta.

Violeta se sentó a horcajadas en el regazo de la morena, poniendo sus manos sobre las mejillas de Chiara, la morena algo insegura colocó sus manos en la cintura de la pelirroja.
Sus labios parecían estar hechos los unos para los otros.
Chiara se levantó de la silla con la chica enredada en su cintura con la piernas y se tumbo sobre ella en la cama haciéndola soltar un breve gemido que sonó como música para la morena.

La lengua de la pelirroja pidió permiso para entrar en la boca de la otra chica quien rápidamente se lo cedió. Ambas lenguas luchaban por el control. Las manos de Violeta se desplazaron al cuello de la chica tratando de intensificar el beso y las manos de Chiara hacían trazo sin sentido en las caderas de la granadina.

No era un beso salvaje, era un beso con el que Violeta olvidó todo, sintiéndose segura y protegida en esa burbuja.

Un pelo de Chiara se coló entre sus labios, haciendo separarse a las dos chicas y sonreír como tontas, ambas estallaron a risas como si fuera lo más gracioso del mundo, Chiara quería escuchar aquella melodía todos los días a todas horas.

Poco a poco la morena se quitó de encima de la pelirroja observandola con detenimiento.
Los labios rosados e inchados, las pupilas dilatada y las mejillas rojas. Respiraba hondo y sonreía al ver a la morena de la misma forma.

— Bueno, yo ya debería irme. — Musitó la morena.

— Yo... Lo siento... Si esto... Ya sabes, te molestó. — La pelirroja la calló con un rápido pico.

— Me gustó, solo... No cuentes nada ¿Vale? — La morena asintió.

Cuando llegaron a la puerta del ascensor del edificio de Chiara, Violeta volvió a girarse.

—Oye Chiara...

— Dime

— Te gustaría quedar conmigo mañana e ir a dar un paseo. — La morena asintió rápidamente. — Bien, nos vemos mañana entonces. — Le sonrió y la morena no tardo en devolver la sonrisa.

Se dieron una rápido abrazo y Chiara volvió a entrar a su casa super feliz mientras que Violeta hacia lo mismo por qué por un momento olvidó todo.

Habian caído rendidas ante la otra y ya no había marcha atrás.

💜💜💜

Bueno, aquí están mis humildes disculpas, para que veáis que os quiero.

Espero que os guste, a mí no me termina de convencer pero bueno.

Kisses from L. 💋
( Hoy no os doy pañuelos que esta todo muy caro)

A Escondidas / KiviWhere stories live. Discover now