27| Llamada entrante

1.7K 60 16
                                    

¿Alguna vez te has sentido como si no merecieras nada de lo bueno que te está pasando? Eso es exactamente lo que pasaba por mi cabeza en ese momento que recibí la llamada de los Javis. Una especie de ironía, ¿no? Tener el síndrome del impostor puede ser una carga.

Pero bueno, a pesar de todo, estaba contento. Fue unas horas después de salir a pasear con Eric cuando me enteré de que me habían escogido como uno de los protagonistas de la nueva serie musical de los Javis. Debería haberme puesto a gritar de emoción, llorar, saltar de alegría, pero en lugar de eso, simplemente fingí. Fingí estar feliz, algo que nunca antes había hecho en mis 18 años de vida, pero así me sentía.

Y luego estaba ese vacío, como si me faltara algo, o más bien, alguien. Juanjo. Tenía ganas de llamarlo, pero sabía que no debía hacerlo, que no era lo correcto. Esa idea solo aumentaba mi angustia, dejándome con un hueco que ni siquiera el éxito podía llenar.

— ¿Martin, no cenas en casa, verdad? — preguntó mi madre asomándose por la puerta de la habitación.

— Me voy a una barbacoa aquí al lado, donde está Iratxe — respondí.

— No vendré muy tarde — concluí.

— Vale, cariño, pásalo bien.

Finalmente, tras explorar todas las playlist de mi Spotify, me decidí por una y puse la primera canción mientras comenzaba a prepararme.

[ https://spotify.link/WctZle2pyIb  ]

— "Quiero meterte en mi habitacióooooon, quítate los Jordan quítate el pantalón, ven que te espero sin pantis" — canturreaba mientras me vestía con una camiseta térmica negra ceñida al cuerpo y unos pantalones vaqueros anchos de corte pirata.

Cuando por fin estuve listo, cogí mi móvil y las llaves, y me dirigí a casa de Iratxe, que estaba prácticamente a cinco minutos andando. Al llegar, me sorprendió bastante su casa; no recordaba que fuera tan grande y realmente me impresionó.

— ¡MARTINNN, pensé que al final no vendrías, amor! — exclamó alegre Iratxe.

— Mi primo no ha parado de hablar de ti, ¡qué pesado! — añadió.

— Joder con Eric, que alguien le diga que no me la va a meter de nuevo — pensé para mis adentros.

— Pasa, pasa — dijo, ofreciéndome entrar.

— Todos están en el jardín, pasa; ahora voy yo que iba a coger unas cervezas.

— Vale, Iratxe, amor, ahora te veo — comenté con una amplia sonrisa mientras me encaminaba hacia el jardín.

Al llegar al jardín, Adartza se avalanzo hacia a mi ya que se alegraban de verme y a parte se estaba muriendo del aburrimiento (no es muy sociable mi niña, solté besos al aire para todos y me senté enfrente de Eric el cual no paraba de mirarme con una sonrisa que me ponía un poco DE LOS NERVIOS.

— Que me miras tanto tu — le respondí mirándole fijamente ya que me estaba poniendo de los nervios el chico.

— Yo? Nada simplemente estás muy guapo, te queda muy bien la térmica por cierto, te favorece — Comentó el chico con indiferencia aposta mientras le daba una calada a su cigarro.

— AMORE — Gritaba Adartza  al lado mía.

— QUE NO TE HE DICHO NADA CON LO DE LA SERIE MARICON, QUE ME MUERO DE LA EMOCIÓN MARTIN.

— Ah si, la serie..... — Pensé.

— Es una locura si — dije sonriendo.

— ES QUE DIOS, TU SUEÑO DESDE QUE ERAMOS PEQUES ERA SALIR EN UNA SERIE AMOR, MADRE MIA.

Armonía prohibida (Ot 2023)Where stories live. Discover now