El novio de mi papá

El niño de mamá

El demonio y el ángel regresaron adentro y curiosamente, sin un solo rastro de haber pasado tiempo en la lluvia. El más bajo ya se encontraba más tranquilo y estaba listo para seguir con el resto de la visita.

Se dirigieron a uno de los sillones, el plan de Lucifer era esperar hasta que la comida estuviera lista, soltar uno que otro chiste incómodo de papá y salir de ahí lo más pronto que pueda.

-Wow, increíble, no han pasado ni 5 minutos y esos dos ya están como animales en celo- el demonio araña de verdad estaba pasando un día increíble, se estaba divirtiendo mucho y estas escenas no tenían precio.

Y bueno, el actor no mentía, la pareja se encontraba en el sillón muy juntos el uno al otro, con sus manos entrelazadas y riéndose juntos. Parecían estar en su propio mundo, y de vez en cuando, se daba tiernos y largos besos que solo eran seguidos por enormes sonrisas. Nada parecía poder cortar el aura que seguramente brotaba corazones sobre ellos; sin embargo Charlie comenzó a acercarse a dónde estaban Lucifer y Alastor conversando.

-Papá, po-podemos hablar?-

Lucifer volteó rapidamente había donde estaba su hija, sin soltar la mano de su prometido. No sabía que hacer, estaba nervioso, volteo a ver al demonio a su lado y este le dió los ánimos que le faltaban para seguir adelante.

Respiro profundamente y aumento la fuerza del agarre de mano hacia el contrario. - Por supuesto querida, Al, nos darias un segundo?-

-Claro querido, iré a ayudar a mi madre a terminar la comida- así, el demonio de la radio se levantó del sofá y le dio un suave y delicado beso a la mano de su amado, recibiendo un sonrojo del rubio en respuesta. Después, se acercó a Charlie para dar un par de palmadas en su cabeza, y se dirigió a la cocina con su característica sonrisa.

Llegó a la cocina para encontrarse a su progenitora y la novia de su futura hija, aunque, al notar su presencia, la chica peligris decidió retirarse de la cocina.

-Hola cariño, ¿vienes a ayudarle a tu madre con la Jambalaya?-

-Sabes que sí madre, no me perdería la oportunidad de cocinar con usted por nada del mundo-

-Buen hombre el que te conseguiste querido, si te soy sincera, me sorprendió mucho el descubrir que te gustaban los hombres pero, al verte tan feliz, estoy segura de que encontraste al hombre ideal-

-Sí, Lucifer es especial, él es distinto a cualquiera que haya conocido antes, ¿Qué opinad de él? me causa mucha curiosidad el saber que opina de mi futuro esposo-

-Bueno, debo confesarte que fue algo... aterrador conocer a mi futuro yerno mientras cantaba una canción de cuanto odiaba a los ánges y el como era imposible salir de aquí, pues...- la dama señaló de manera graciosa hacia la aureola que se ubicaba sobre su cabeza.

-Oh, una pena, sabrás disculparlo, el, no tiene malas intenciones, se que suena irónico de parte del rey del infierno, pero el sufre más de lo que parece, el distanciamiento con la princesa le ha afectado mucho y, yo he podido presenciar sus momentos más oscuros, para el es muy difícil venir aquí y ponerse firme, y aun así, vino porque su hija es lo más importante para él. Es lo que admiro de él: aún si odia la idea de socializar y entablar conversaciones, haría lo que sea por los seres que ama- Sin darse cuenta, parecía haber encaminado la conversación con su madre hacia Lucifer, sus ojos se dirigían a él y de ella no lo sabrá, pero si eras observador, verías como su colita ciervo se sacudía con mucha emoción. 

Se sentía completa, nunca esperó ver a su hijo tan feliz, sin duda, sabía que él había hecho muchas cosas malas en su vida, y la verdad le daba un poco de terror el pensar todas las atrocidades que había cometido para ser tan temido y poderoso. Pero al final, tener a su hijo feliz, era todo lo que necesitaba para descansar en paz finalmente.

Como si fuera obra de magia, Alastor se dio cuenta (aunque un poco tarde) que estaba mirando mucho a Luci y de inmediato su cara se torno roja y sus orejas se hicieron hacia abajo.

Tosió un poco, tratando de desviar la atención de él y su enamoramiento de colegiala, de seguro se veía ridículo. -Como sea, de verdad espero que el y Charlotte se reconcilien, no me gustaría ver como se separan de nuevo. El lazo de un padre y su hijo es único, admito que me hubiera gustado tener algo así-

-Awww, ven acá querido, sabes que te amo. Sé que no tuviste la mejor figura paternal, pero yo estoy aquí para darte todo el amor que necesites, vamos, ¿Quién es el pequeño de mamá?.- extendió sus brazos para darle un fuerte abrazo a su hijo. 

No tuvo que esperar ni dos segundos para sentir a ese ser que era muy seguramente el doble de alto que el caer antes sus brazos y apretarla con fuerza, si, sin duda el era un pequeño de mamá. Se sentía como aquellos tiempos de antaño donde su niño de cabellos castaños se acercaba a ella llorando porque se había lastimado la rodilla al jugar.

-Como sea, la comida ya está lista, ayúdame a llevarla a la mesa y empecemos la cena de una vez-

Todo iba bien, hasta que de pronto, un estruendo se escuchó y un enorme temblor sacudió todo el hotel.

-Angel Dust!!! sabemos que estas aquí, ven y da la cara por la perra de tu jefe y páganos!-