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La semana había pasado volando para Minji, entre clases interminables en institutos privados y una agenda apretada. Aunque el tiempo con Hanni se había reducido, cada momento que pasaban juntas era como un bálsamo para su alma cansada. Después de la salida que habían tenido, Minji se sentía más cerca que nunca de su amiga, aunque seguía sin atreverse a llamarlo una cita.

El lunes llegó sin piedad, trayendo consigo el inicio de otra semana agotadora. Minji se levantó temprano, luchando contra el deseo de quedarse en la cama y disfrutar de unos minutos más de descanso. Se vistió rápidamente, con la mente puesta en las clases que le esperaban y en las montañas de tarea que tendría que enfrentar después.

Durante toda la semana, Minji apenas tuvo tiempo para respirar. Las clases en los institutos privados eran exigentes y demandantes, y cada día parecía más largo que el anterior. A pesar de eso, encontraba consuelo en las breves visitas que hacía a la casa de Hanni. Allí, entre películas y palomitas de maíz, podía olvidarse por un momento de sus preocupaciones y simplemente disfrutar del tiempo con su amiga.

Una tarde, mientras estaban acurrucadas en la cama de Hanni viendo una película, el silencio entre ambas se volvió palpable. Hanni rompió el silencio con una pregunta que pesaba en el aire.

—¿Cómo ha sido tu semana, Minji? —preguntó Hanni, con una mirada llena de preocupación—. Pareces agotada.

Minji suspiró y se acomodó mejor en la cama, buscando las palabras adecuadas para describir lo que había sido una semana caótica.

—Ha sido... difícil —admitió Minji, con sinceridad—. Las clases son cada vez más exigentes y apenas tengo tiempo para mí misma. Pero estar aquí contigo hace que todo valga la pena.

Hanni sonrió, pero Minji pudo ver la preocupación reflejada en sus ojos.

—Lo sé, Minji. Pero no quiero que te sobrecargues demasiado —dijo Hanni, acariciando suavemente la mano de su amiga—. Si necesitas ayuda con algo, no dudes en decírmelo. Estoy aquí para ti, siempre.

Minji sintió un nudo en la garganta al escuchar esas palabras. A pesar de todo lo que estaba pasando, Hanni seguía siendo su roca, su apoyo incondicional en medio de la tormenta.

—Gracias, Hanni —susurró Minji, sintiendo las lágrimas amenazando con escapar—. Eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo.

Las dos amigas se abrazaron con fuerza, aferrándose la una a la otra como si sus vidas dependieran de ello. En ese momento, Minji supo que no importaba lo que el futuro les deparara, mientras tuvieran la una a la otra, podrían enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

Minji y Hanni se miraron a los ojos, con una intensidad que llenaba la habitación. En ese momento, algo cambió entre ellas. Un sentimiento se hizo presente de repente, llenando el aire con una electricidad palpable.

Sin pensarlo dos veces, Hanni se acercó lentamente a Minji, sus labios temblando ligeramente con la emoción. Minji sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al sentir la proximidad de Hanni, y antes de que pudiera reaccionar, sus labios se encontraron en un suave y tierno beso.

Fue un beso lleno de emoción y pasión contenida, un beso que parecía contener todo lo que habían estado sintiendo pero no se atrevían a expresar. Minji se dejó llevar por el momento, envolviendo a Hanni en sus brazos mientras profundizaban el beso, perdiéndose el uno en el otro como si el mundo entero desapareciera a su alrededor.

Cuando finalmente se separaron, ambas se quedaron sin aliento, mirándose el uno al otro con asombro y felicidad. Habían cruzado una línea que nunca habían imaginado cruzar, pero en ese momento, ninguna de las dos podía arrepentirse.

—Lo siento, Minji. No sé qué me pasó —dijo Hanni, con la voz temblorosa—. Te he extrañado tanto. No quería...

Minji la interrumpió con otro beso, esta vez más apasionado y lleno de deseo. No necesitaban palabras para expresar lo que estaban sintiendo en ese momento.

—No tienes que disculparte, Hanni —susurró Minji, con una sonrisa radiante en el rostro—. Esto es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo.

Las dos amigas se abrazaron con fuerza, sabiendo que habían dado un paso importante en su relación. A partir de ese momento, nada volvería a ser lo mismo.

Hurt | Bbangsaz • Catnipz Where stories live. Discover now