PARTIDO 27

455 40 0
                                    

Lluvia. Las gotas caían contra el techo y el cielo se oscurecía mientras el agua goteaba en la ventana, el frío se apoderaba de la habitación y nuestros labios se apoderaban de los del otro.

El beso tierno se volvio más largo de lo normal, nos separabamos para tomar aire y volvíamos a juntar nuestros labios, de un momento para otro ya estaba acostada junto a Heeseung, atrapados por nuestra temperatura corporal, sonriendonos mientras nos mirábamos.

–¿Quieres comer algo?–preguntó Heeseung.

–No tengo mucha hambre ahora.–reí

–Yo tampoco.–dijo mientras se acurrucaba en mi pecho.

Estaba nerviosa, más de lo normal, sentía mi cara caliente y mi corazón latía muy rápido, ¿ahora qué? ¿qué se hace después de una situación así?

–¿Juguemos videojuegos?–pregunté un poco nerviosa.

–Claro.

Heeseung prendió la consola para jugar, tenía demasiados juegos y no sabía jugar ninguno, así que dejé que el escogiera.

Jugamos un par de horas, al rato nos dio hambre y fuimos a la cocina a buscar lo que habíamos preparado para comer.

–Debimos haber pedido comida....–dije probando lo que preparé.

–No está tan mal.–soltó una carcajada.–Cuando vivamos juntos, yo cocinaré.

Me quedé procesando lo que acababa de decirme, lo miré confundida y él se veía normal, seguía comiendo la asquerosidad que había preparado.

–Ya, no lo comas.–dije quitandole el pedazo.–Pediré comida. ¿Qué quieres?

–Mmm... lo que quieras está bien.

–¿Te parece sushi?

–Sip.

Pedí la comida, aunque tardaría un rato en llegar, así que le propuse jugar cartas, no entretuvimos un largo rato.

–¡Ya me has hecho comer +12!

–Lo siento, no puedo evitar ser tan buena.– dije sonríendo.

–No te voy a dejar ganar.

–Ya lo veremos.

Justo en ese momento tocaron el timbre, el sushi había llegado.

–Yo voy.–dijo Heeseung.

Me quedé en su habitación mientras el iba a buscar la comida, por mientras observé todo el espacio en su pieza, habían varias cosas en su escritorio, pero algo me llamó la atención. Parecía una foto, pero no lograba distinguir bien quién era...

–Ya llegué.–traía las bolsas en sus manos junto a una botella de agua.–¿Qué haces?–dijo dejando las bolsas en el piso mientras se acercaba a mi.

–Nada, solo veía esta foto... ¿quién es?–pregunté con curiosidad, a lo que Heeseung soltó una carcajada.

–¿En serio no sabes quién es?

–No...

–Eres tú.

–¿Yo..?–en mi cara se podía ver una clara expresión de sorpresa. –¿Cuándo me la tomaste? ¿Y por qué la tienes en tu escritorio?

–Te la tomé hace meses, me gusta mucho, por eso la tengo ahí. Perdón si te molesta.

–Para nada, ¿te gusta sacar fotos?–pregunté.

–Se podría decir que sí, pero no lo hago ya que a mi abuela no le gusta, le recuerda a mi papá.

–Eres bueno, esta foto está muy linda.–sonreí.–¿Tienes más?

–Sí, pero no son la gran cosa.

–Quiero ver, ¿puedo?

Heeseung suspiró y sacó una caja, al parecer tenía todas sus fotos ahí, comimos mientras me mostraba cada una de sus fotos, en realidad eran muy bonitas, tenían significados bonitos y estaban muy bien tomadas.

–¿Con qué las tomas?

–Con una cámara que me regaló mi papá.

–Debe ser importante para ti.

–Mucho...–me dijo sonriendo.–Pero bueno, ya no hablemos de cosas nostálgicas. ¿Cómo está tu hermano?

–Está bien, ya no nos llamamos tan seguido por temas de tiempo, pero lo hacemos cada que podemos.–miré mis manos.–De hecho, tú y él se parecen bastante.

–¿En serio? ¿En qué?

–Les gusta el mismo sabor de helado.–reí

–¿Solo eso?–rió junto a mi.

–También los tengo que cuidar, y tienen una personalidad similar.

–Hey, tu no me cuidas.–me empujó despacio en el hombro.

–Lo que digas.–dije sarcástica.

Seguimos comiendo tranquilamente, al terminar fui al baño a arreglarme para dormir, al llegar a la habitación otra vez vi a Heeseung sentado en su cama jugando con su celular.

–¿Quieres dormir conmigo?–preguntó.

La pregunta me tomó por sorpresa, lo pensé y al final accedí, después de todo hacía frío.

–Bien, iré al baño, puedes acostarte por mientras.

Le hice caso y me acosté, estuve un rato con el celular y me quedé dormida.

-

Volví del baño y al entrar me encontré con Seorin profundamente dormida con el celular en el pecho, me reí y la acomodé, luego me acosté con ella y la abracé.

Habían muchas cosas de las que quería hablar, supongo que quedarán para otro momento. Por ahora solo disfrutaré de la ocasión y me quedaré tranquilo.

Encestar en tu corazón >𝘏𝘦𝘦𝘴𝘦𝘶𝘯𝘨< Where stories live. Discover now