Quedate a mi lado. [Gemeliers]

d o c e.

¡Que me gustas, joder!

¡Que me gustas, joder!

¡Que me gustas, joder!

¡Que me gustas, joder!

Esas palabras resonaban una y otra vez en mi cabeza. Se me había declarado. Claudia tenia razón, le gustaba.

Pero el a mi no me gusta. O por lo menos no por ahora.

-Di algo ¿No? ¿No era que querías oír las razones?-Consigue decir entre sollozos.

Vaya, quien lo iba a decir, Jesús Oviedo llorando.

-Yo... Yo no se que decir.-Menciono sentándome a su lado.

Todavía tenemos las respiraciones agitadas de gritar.

-¿Yo a ti no te gusto, verdad?-Pregunta con un hilo de voz mirándome fijamente a los ojos.

-No.-Digo apartando la vista.

-Esta bien.-Dice levantándose, coge una camiseta negra, se la pone y se calza las zapatillas.

Y se va, se va dejándome ahí sentada.

Un minuto después Daniel entra en la habitación y se sienta a mi lado.

-¿Te lo ha dicho por fin?-Pregunta mirándome.

-¿Tu lo sabias, Daniel?-Le pregunto yo.

-Esto... Yo...-Empieza a decir nervioso.

-¿Tu lo sabias, Daniel?-Repito aunque ya se la respuesta.

-Si.-Dice en un suspiro.

-Podrías habérmelo dicho, y me hubiera ahorrado todo esto.-Digo secándome alguna lágrima que me recorría la mejilla.

-Ya esta hecho.-Me dice abrazándome.

-No me gusta, pero verlo así me rompe el corazón.-Le digo devolviendole el abrazo.

Cuando nos separamos me levanto y me voy a casa.

Al entrar solo se oye el silencio.

Mis padres trabajan mucho y casi nunca están en casa y David esta con Claudia.

Me siento en el sofá y reviso de nuevo mi móvil. Jesús me sigue teniendo bloqueada.

*Narra Jesús*

Ese «No» tan seco me hundía mas de lo que ya estaba. Me basto solo eso para irme de ahí. No quería escuchar mas.

Suficiente por hoy.

-¡Hey Jesús!-Oigo que me llama una voz.

Me giro y veo a David con Claudia.

-¿Estas bien?-Me pregunta ella.-Estas llorando.-Dice sorprendida.

-Si, os preocupéis, no es nada.-Le digo fingiendo que no tiene importancia.

-¿Estas seguro?-Pregunta David.

-Si, enserio, no es nada.-Sonrío forzosamente y seguido de eso me voy.

Espero unos minutos mas antes de volver a casa por si ella sigue allí.

*Narra Lorena* Unas semanas después...

Tres semanas, tres. Son las que llevo sin hablar con Jesús. Me evita. Me sigue teniendo bloqueada, cuando yo quedo con los demás el no queda y viceversa.

Por los pasillos del instituto también me evita y en clase igual.

-Buenos días Lore.-Me saluda Alex con un beso en la mejilla como todas las mañanas.

Si, Alex se sentaba a mi lado en clase. La primera vez que se puso ahí pude ver como Jesús nos miraba de reojo y bufaba.

Ahora ni eso, ahora ni me mira.

Pero tengo que cortar esto. Voy a hablar con el.

Cuando suena el timbre voy por el pasillo y me encuentro a Claudia, con la cual me dirigió hasta la cafetería.

Cogemos el almuerzo y nos sentamos en una de las mesas que están libres.

-¿Que tal con ya sabes quien?-Me dice claudia refiriéndose al gemelo.

-Como siempre.-Respondo con indiferencia.

-Tienes que hablar con el, se merece saberlo.-Dice segura de lo que menciona.

-Lo se, he pensado que tenia que hablar con el, pero creo que no estoy preparada.-Le digo.

Y si señores y señoras. Me gusta Jesús.

Poco después de ese día me empezé a fijar en el. Pero ahora, ahora ni me diríje la palabra.

Y claudia insiste todos los días en que hable con el.

-¡Hola guapas!-Dice David sonriente sentándose en nuestra mesa.-Lore luego tengo que hablar contigo, espérame en la salida.

-Esta bien, pero no tardes o me voy sin ti.-Le digo riendo.

-Si si, tranquila.-Responde mientras se va.

-¿Y tu que?-Le digo a Claudia.

-¿Yo que de que?-Me pregunta confundida.

-Que va a ser. ¿Cuando me vas a decir a mi hermano que te gustas de el?-Le digo alzando las cejas varias veces.

-Cuando tu te declares a Jesús.-Dice un poco mas alto de lo normal.

-Shhh. Habla mas bajo.-Le reclamó y observo como Daniel pasa por nuestro lado mirándonos.

-Venga vamos.-Me dice cuando suena el timbre indicando el final de el recreo.

Camino por los pasillos de vuelta a clase cuando veo a Jesús a lo lejos a lo que suelto un suspiro.

Entro en mi aula y me siento con Alex en mi sitio.

-¿Te apetece quedar hoy?-Me dice.

-Uhm, claro.-Le digo enseguida aunque no me hace mucha gracia quedar con el a solas.

Después de eso sigo prestando atención a la profesora, o por lo menos, finjo que prestó atención y miro de reojo a Jesús.

Salgo de clase cuando el timbre suena y mientras recojo los libros Daniel se acerca a mi mesa.

-Tengo que hablar contigo.-Me dice rápido.

-Lo siento, hoy no puedo. Primero tengo que hablar con David y después he quedado con Alex.

-Oh.-Dice en cuanto menciono a Alex.-Mañana sin falta, es importante.

Al escuchar que es importante frunzo el ceño confundida.

-Mañana hablamos.-Le digo mientras salgo de clase y esperó a David en la puerta del instituto.

-¡Lore!-Exclama al llegar a mi lado.

-¡David!-Le digo riendo mientras empezamos a caminar.-¿Que era eso de lo que querías hablar?

-De Claudia, de ella quiero hablar. Necesitó tu ayuda.-Responde nervioso.

***
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