16: La otra cara de la concubina

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—¡Mingyue!

El grito de Gui Chen resonó en todo Yanshou.

Todo ocurrió en un instante.

Gui Chen vio la sonrisa de la concubina Chu, un escalofrío recorrió su cuerpo, y al siguiente momento, se dio la vuelta para ver a Ying Baoyue sosteniendo su sien, apretando los labios con fuerza.

Gui Chen solo había visto esa sonrisa de la concubina Chu una vez. Después de esa vez, él, su madre y su hermana fueron expulsados de la familia.

Esa sonrisa representaba la determinación real de esa mujer.

Una vez que mostraba esa sonrisa, nadie podía impedir lo que quería hacer. Si quería perjudicar a alguien, esa persona no podría vivir ni morir. La identidad como la hija legítima de una familia noble de su madre y la amistad de la infancia que tuvo con su padre no pudieron detenerla, ¿qué podía hacer una joven de solo catorce o quince años?

Incluso si la concubina Chu quisiera matarla en el acto, ¡nadie la detendría!

La pesadilla de ese año volvió a asaltar a Gui Chen. A los ocho años, no podía hacer nada más que ver impotente cómo la persona más importante era lastimada. A los quince años, todavía no podía hacer nada.

La sonrisa triunfante de la concubina Chu corroía el corazón de Gui Chen como veneno. Desesperación y arrepentimiento inundaron su corazón en un instante.

Se acabó.

Debería haber detenido a esa chica, no, ella nunca debería haberlo conocido desde el principio.

Si no la hubiera recogido, no habría llegado a esta situación.

A pesar de estar atrapado, él había actuado imprudentemente, llevando a esa joven de identidad desconocida consigo.

No, la nombré yo mismo.

—¡Mingyue!

Era el grito del joven.

Ying Baoyue tenía un dolor de cabeza intenso. Se agachó sosteniendo su cabeza, su visión se estaba volviendo borrosa.

En su campo de visión lleno de sangre, levantó la cabeza para mirar la sonrisa triunfante de la mujer en el asiento superior. De repente, una sombra oscura pareció pasar por ella y, al siguiente momento, parecía como si una mano se hubiera adentrado en su pecho, tratando de sacar su corazón.

Entrando en el cuerpo de Ying Baoyue, tocando en lo más profundo.

Penetrando poco a poco.

Una sonrisa emocionada apareció en el rostro de la concubina Chu. Los dedos de su mano levantada se tensaron lentamente y su conciencia se extendía hacia lo más profundo de los recuerdos de la joven...

En un instante extremadamente breve.

Como en cámara lenta.

La concubina Chu sonreía con orgullo. Ying Baoyue sostenía su cabeza.

Gui Chen se dio la vuelta y se abalanzó sobre Ying Baoyue. Gui Li cerró los ojos sin poder soportarlo.

En el siguiente momento, un grito extremadamente desgarrador se elevó hacia el cielo.

El corazón de Gui Chen latió con fuerza que incluso pensó en cerrar los ojos.

Porque temía que lo que vería al siguiente momento sería la imagen de la joven caída en el suelo como el rocío de la mañana.

Como su madre que se había desmayado allí años atrás.

La figura de la joven vestida con la ropa vieja de su madre se superponía con la imagen de su madre en sus recuerdos. Él jadeaba pesadamente y sudaba como lluvia...

Balada de la Gran LunaWhere stories live. Discover now