Balada de la Gran Luna

12: Peligroso

Si se puede decir que una persona es invencible después de alcanzar el pináculo de algo, en cierto sentido, el actual Gran Ministro de Guerra de Qin Anterior, Gui Chang, también podría considerarse invencible.

Por supuesto, ese Gran Ministro de Guerra había ascendido a la posición de un funcionario de primer rango gracias a la influencia de sus antepasados. Sus logos no se comparaban con los gloriosos logros militares de sus ancestros.

Por el contrario, él llevó otra cosa al pináculo.

Eso era “favorecer a la concubina, descuidar a la esposa”.

La mañana clara del primer día del sexto mes del séptimo año del Período de los Reinos Combatientes, guiada por la expresión fúnebre de los hermanos Gui, Ying Baoyue se dio vuelta y miró pensativamente la deteriorada casa distante que dejaban atrás.

Los gritos de los sirvientes de la Mansión del Gran Ministro de Guerra aún resonaban en el aire. Al observar los pesados pasos de los hermanos Gui, Ying Baoyue finalmente desentrañó una pregunta que tenía en el fondo de su corazón.

Era sobre la misteriosa situación de los hermanos Gui.

Gui Chen no le mintió; ese joven que se encontró por casualidad era, de hecho, el hijo legítimo del Gran Ministro de Guerra de Qin Anterior.

Un auténtico hijo noble, un joven maestro recto y honesto.

Sin embargo, probablemente era el hijo noble más desafortunado de todo Qin Anterior.

Después de conocer las dificultades que enfrentaron los hermanos Gui y su madre, incluso Ying Baoyue, que tenía una amplia experiencia, no pudo evitar suspirar.

Tan triste, realmente es demasiado triste.

No esperaba encontrarse con una experiencia de vida tan trágica luego de ser recogida de las montañas.

Ying Baoyue siempre se preguntó por qué la esposa principal del Gran Ministro de Guerra vivía en un patio tan humilde. Lo que Gui Li dijo sobre ser "expulsados a este lugar" mostró la extraordinaria historia detrás de eso.

Ahora todas las incógnitas se habían resuelto.

Los hermanos Gui y su madre fueron expulsados.

Y quien los expulsó de la mansión del Gran Ministro de Guerra no fue otro que el esposo de Mu-shi, el maestro de la mansión, el padre biológico de Gui Chen y Gui Li, el Gran Ministro de Guerra de Qin Anterior, Gui Chang.

Sin embargo, la señora a la que se referían los sirvientes no era Mu-shi, sino la concubina favorita del Gran Ministro de Guerra, la concubina del padre de Gui Chen y Gui Li, la concubina Chu.

Favorecer a la concubina, descuidar a la esposa.

Un escenario así sucedía en todas las familias acomodadas, pero ese Gran Ministro de Guerra estaba a otro nivel.

Un hombre común favorecería a su concubina en secreto y mantendría las apariencias en el exterior. Sin embargo, ese Gran Ministro de Guerra, por el bien de su concubina y su hijo ilegítimo, expulsó a su esposa oficial y a sus hijos legítimos de la mansión principal, obligándolos a vivir en una casa deteriorada.

Y eso no era todo, también exigía que sus hijos legítimos visitaran la mansión principal cada primer y decimoquinto día de cada mes para presentar sus respetos a esa concubina.

Realmente es extraordinario.

Era prácticamente un ganador en la batalla de “favorecer a la concubina, descuidar a la esposa”.

Esa mañana, los sirvientes de la mansión principal que abrieron de una patada la puerta de la casa de Gui Chen lo llamaron primer joven maestro, pero su actitud hacia Gui Chen no era en absoluto la que correspondería a un joven maestro.