[ Ch. 4. Malentendidos y Confesiones ]

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Cerré la puerta y enseguida camine hasta mi escritorio -Parece que no alcancé hacerlo mejor... ¡Estupendo! - Susurre recargándome sobre la mesa. Tenía que pensar claramente lo que estaba haciendo ¿Por qué adelantar las cosas? Estoy demasiado extraña, si tan solo Lis no me hubiera comentado de nada acerca de lo que pasaba por su mente yo me hubiera exaltado tanto, ni siquiera me hubiera percatado de la situación.

La música comenzaba a relajar mi mente, así como también comenzaba a sacar conclusiones estúpidas y sin sentido, y al catalogarlas así es porque en vez de mejorar mi estado de ánimo simplemente lo estaban destruyendo, lo que me lleva a perder ideas y solo concentrarme en el ¿Y si es verdad? Ese tono de voz, la forma en que las cosas habían cambiado, probablemente ahora solo es costumbre el estar juntas, pero de cierta forma lo dudo, al menos puedo asegurar que la sigo amando, es imposible no hacerlo, es mi primer amor así como también la primer persona a la cual me entregue por completo, tal vez sigo siendo la única que se toma las cosas tan enserio.

Luego de entrar en "reflexión" un par de minutos o quizás una hora, tomé las cosas para continuar mi trabajo, ya que eso sigue siendo algo muy independiente de mis preocupaciones, tomé las cosas necesarias y continué, pero por desgracia las cosas no fueron como lo esperaba y así como empecé fue que concluí ese avance.
El sueño comenzaba a apoderarse de mí, mi vista se sentía cansada y sobre todo mi cuerpo e ir a la habitación sería una mala idea. Apague la música y cerré todo, no quedaba otra opción más que ir a una de las habitaciones de huéspedes, lo que significaba que la cama no estaría tan cómoda como la nuestra y por si fuera poco no tenía conmigo mi ropa de dormir lo que significaba que... dormiría en ropa interior, eso si quería pasar una noche tranquila y bien descansada. Al menos lo que restaba de la habitación era totalmente normal y que seguramente no ocuparía. En fin, al llegar ahí, acomodé las sabanas, deje la lámpara de tocador encendida, eran alrededor de las dos de la mañana y para esta hora yo ya debería de estar profundamente dormida.

Soy una persona de sueño ligero y por lo regular siento cuando alguien está cerca de mí o me observa desde cierta distancia, no sé cuándo tiempo ya había pasado que abrí con dificultad mis ojos y a mi distancia se encontraba Lis, la luz que traspasaba la ventana me dio a entender que ya era de día. - ¡De día! ¿¡Qué hora es!? - Me levanté alarmada.

Me miró fijamente y desvió el rostro al momento que se cruzaba de brazos -Me esperaba un ¿Qué haces aquí? - Seguía con la mirada hacia una de las paredes - Aún es temprano, de hecho no falta menos de una hora para que las alarmas suenen, pero dime ¿Era necesario venir a dormir aquí? Me levante a las tres para ver si te encontrabas aun trabajando, pero no, fue todo lo contrario, además no sé qué puede ser peor -

- ¿Crees que luego de lo que hice me iría a dormir contigo? Eso ya sería demasiado, tengo dignidad, sabes. Pero a que te refieres con ser lo peor... que puede ser peor - La mire con un rostro curioso.

Volteo a verme, sus ojos recorrieron mi cuerpo de pies a cabeza -Lo peor es que en esta habitación si puedes dormir en ropa interior y en la nuestra no. Es peor a mi parecer, porque tengo que ser la que tenga que lidiar con esto ahora cuando se supone que estamos "enojadas" - Dio unos cuantos pasos acercándose a mí -Dime que hago ahora -

Había olvidado por completo con que ropa me había quedado, pero eso sinceramente me importaba en absoluto, desde cierto tiempo olvide tener vergüenza al estar con ella de esta forma, creo que ya no tenía caso. Cuando escuche aquellas palabras y aquella mirada de deseo, mi corazón comenzó a latir nervioso. -No sé qué decirte al respecto - Murmure.

-Tal vez no tengas que decir nada... - Me tomó de los brazos y tomándome de las muñecas me tiro sobre la cama. -Sabes que he estado pensando y confirmando desde hace tiempo, ahora eres demasiado pasiva, no sé si eso me agrada o me desagrada ya que eras tú la que me decía que hacer en estos momentos, pero sinceramente he aprendido tantas cosas de ti que ya no se me dificulta el hacerte sentir bien, incluso creo que de esta forma lo disfrutas mas ¿cierto? - Beso mi cuello y mis labios de manera apasionada.

Pecado Eterno © ( ChicaxChica )Where stories live. Discover now