¿Así Se Siente El Amor?. ♧tanzen inozen♤

Epilogo. (Parte 2)

Fijan su vista al cielo, esperando que el espectáculo comenzara. Pero solo uno de ellos estaba concentrado mirando las estrellas en el firmamento, los otros dos se encontraban sumidos en un profundo océano de nervios y ansiedad, mismos nervios y ansiedad que habían tenido unas horas antes.

Era el momento perfecto, el lugar perfecto, la situación perfecta. Era ahora o nunca, no iban a tener otra oportunidad así, y, sobre todo, no se iban a echar para atrás, ni hoy ni nunca.

Kamado y Hashibira se miran unos segundos a los ojos, y se toman con fuerza de las manos para así poder darse un poco de soporte emocional, cosa que no les ayuda mucho pero aún así lo hicieron. Toman una temblorosa respiración profunda y, sabiendo que era ridículo posponer lo inevitable, Tanjiro habla:

-Zen... tenemos que hablar contigo.

Maldice internamente que su voz delatara sus nervios, y espera que el rubio no se haya percatado de eso. Agatsuma, que estaba concentrado buscando constelaciones en el cielo, se ve en la obligación de transferir su concentración a las personas que tenía sentados frente a él.

-¿Sucede algo? Están muy nerviosos, sus corazones laten muy rápido.

De repente ambos chicos se sientes como aquella noche en la que me confesaron su amor a Agatsuma. Tanjiro sonríe, sintiendo que el calor de aquel recuerdo opacaba los nervios e inseguridad que tenía en el pecho. Lo recordaba a la perfección, cada una de las palabras, tanto así que no fue capaz con la tentación.

-Nosotros... vamos a hablar, ¿Si? Solo déjanos terminar y no te alarmes.

Inosuke sonríe el primero, sintiendo también como una parte de su malestar era remplazado por aquel cálido recuerdo. Zenitsu por su parte parpadea un par de veces confundido, sentía que había escuchado eso alguna vez, pero temía estarse equivocando.

-¿No lo recuerdas, Monitsu? El día que nosotros nos confesamos...

Un par de segundos más le costó caer en cuenta, pero, cuando lo hizo, una risa se escapa de sus labios.

-Tanjiro, no me digas que no me alarme porque me voy a empezar a alarmar.

Le sigue el juego, sintiendo sus mejillas arder levemente por la vergüenza. Y de repente no se encontraban ahí, no se encontraban subidos al techo más alto de la casa más alta, esperando a que comenzara el espectáculo de fuegos artificiales, no, de repente volvían a tener 18 años, estaban en la finca mariposa con una misión importante el día siguiente y se encontraban a minutos de tener la conversación que les cambiaría la vida... bueno, por lo menos ambos momentos tenían eso en común.

-Tranquilo, no es nada malo... es algo... inesperado.

-¿Okey?

Recitaron la escena como si la llevasen grabada en la piel. Zenitsu sonría de oreja a oreja, sintiendo que simplemente sus novios querían tontear con él, sin saber lo que le esperaba.

Kamado repasa el medio plan que había hecho con Inosuke, bueno, introducción, tenía que poner a Zenitsu en contexto, él podía hacer eso, no era tan difícil. Una vez más toma aire profundamente, abre su boca para decir todo lo que tenia guardado, sin embargo, como si se tratara de una mala broma, no es capaz de hacer un solo sonido. Se relame los labios confundido de su mudez repentina, vuelve a abrir la boca para hablar, pero una vez más es incapaz de producir una sola palabra.

Comienza a entrar en pánico, y de repente se cuestiona todas las decisiones de su vida. Era un Pilar, por un demonio, y no solo cualquier Pilar, era el Pilar más fuerte que existía, se jugaba la vida enfrentando a demonios todos los días, era capaz de bajarse a una luna superior dos él solo, ¿Y era incapaz de hablarle a su pareja? Estaba haciendo el ridículo.