El día que dijimos adiós

DIARIO DE ALEX

Febrero 2

A veces siento que no te dijeron lo suficiente lo increíblemente inteligente que eres, pero no te preocupes Tay, cambiaré eso, te lo diré tantas que veces, que tarde o temprano tendrás que creertelo. 

Febrero 13

Nunca fui una romántica, pero me doy cuenta que en realidad, nunca tuve con quien serlo. Nunca tuve una relación formal, las cosas nunca me sucedieron de ese modo, no porque no quisiera, sino porque simplemente eso, no pasó. 

Hasta ti. 

Tu llegaste y lo cambiaste todo. 

Y te juro que lo intento, Taylor. 

Intento con todo lo que tengo ser lo suficientemente buena para ti, pero por más que lo intento, siento que nunca lo logro. 

Lo siento, Taylor. 

Febrero 14

Me regalaste entradas para ir a ver a Taylor Swift.

Como era de esperarse, me quedé sin palabras. 

No tienes idea del sueño que acabas de cumplirme. 

Y no debería sorprenderme, porque tu has estado cumpliendo todos mis sueños desde el día que te conocí. 

Febrero 20

Sé que notaste que estoy distante y también sé que te diste cuenta que el problema no eres tu. 

Nunca lo eres. 

El problema soy yo, Taylor. Soy yo que no me creo merecedora de tí. Ni de tenerte en mi vida. 

El puto problema es que me siento insuficiente la mitad del tiempo y la otra mitad me la paso odiando esa parte mía que no es capaz de disfrutar. 

Pero también me toca reconocer, Taylor, que vale la pena pelear contra mis demonios por ti. Vale la pena intentar ser mejor. 

No te pienses que no escucho como todas las noches me susurras que me quieres cuando piensas que estoy dormida. 

¿Ves Taylor? Eres increíble y después quedamos nosotros, los simples mortales. 

Febrero 28

Vi a Taylor Swift. 

Cante sus canciones hasta quedarme sin voz. 

Cantaste algunas conmigo. 

Pero la mayoria del tiempo siempre te encontraba mirándome fijamente, con una bonita sonrisa en tu rostro, como si disfrutaras de mi felicidad. 

Parecías incluso maravillado con ella. 

Y entonces cantaste en mi oído LOVE STORY. 

La. 

Canción.

Entera. 

Y al final, susurraste: «Marry me, Alex» donde debería decir Juliet. 

En mi oído. 

Sentí como si mi corazón se hubiera saltado un latido.

Y luego retomó su pulso a un ritmo alarmante. 

Por un segundo creí que estaba teniendo un infarto. 

Ese era el sentimiento que me había quedado en el cuerpo después de tus palabras. 

«Cásate conmigo»

Las palabras dieron justo en medio de mi pecho. 

Y entonces me di cuenta que había sido la única canción que habías cantado entera. 

Tus brazos envueltos a mi alrededor. 

Tus besos en mi cabello. 

Tu amor, Taylor. 

Tu amor. 

No, no fueron imaginaciones mías. 

Quisiste decir lo que dijiste, ¿verdad Taylor?

Tu no haces ni dices cosas a la ligera. 

Nada. 

Aquellos sería insultar tu inteligencia y yo no haría eso. 

No lo haré. 

Dios Taylor, ¿como se supone que vaya a actuar de aquí en adelante?

Me dejaste hecha un desastre con lo que dijiste y sé que eres consciente de ello y sé que no te arrepientes ni un poco. 

Dios, creo que me hace amarte incluso más de lo que ya lo hago.