Capitulo 9

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Anochecer de pasión y devoción

El sol apenas comenzaba a filtrarse por las cortinas cuando Charlie abrió los ojos y se encontró con la figura siniestra de Alastor observándola desde el otro lado de la habitación. Una sonrisa traviesa jugueteaba en sus labios mientras sus ojos brillaban con un brillo malévolo.

"Buenos días, mi adorada Charlie", murmuró Alastor con su característico tono melódico, como si cada palabra fuera un hechizo que la envolvía.

Charlie se estiró perezosamente en la cama, sintiéndose como si estuviera flotando en una nube de felicidad y emoción. Los recuerdos de la noche anterior inundaron su mente, trayendo consigo una sensación de euforia y excitación que la hizo temblar de anticipación.

Alastor se acercó a ella con una elegancia felina y le ofreció una mano para ayudarla a levantarse. Charlie aceptó con entusiasmo, sintiendo una oleada de electricidad que pasaba por su piel al contacto con la suya. Cada roce parecía encender una llama ardiente dentro de ella, alimentando su obsesión por el demonio que tenía delante.

"¿Estás lista para un día emocionante, mi dulce Charlie?", preguntó Alastor, con una chispa traviesa en los ojos.

Charlie asintió con fervor, sintiendo que cada momento que pasaba con Alastor la llevaba más profundamente por el camino de la locura y la obsesión. Cada palabra, cada mirada, cada gesto de él la llenaba de una sensación de éxtasis indescriptible, como si estuviera bajo un hechizo del que no quería despertar.

Charlie y Alastor se sumergieron en un día de exploración por el inframundo, donde cada sombra y cada rincón parecían esconder secretos aún por descubrir. Juntos, recorrieron los pasillos del hotel, donde la oscuridad se mezclaba con destellos de luz mortecina, creando una atmósfera misteriosa y seductora.

Charlie caminaba a la par de Alastor, su corazón latiendo con emoción ante la idea de descubrir nuevos horrores y maravillas en el reino que ahora consideraba su hogar. A su lado, Alastor irradiaba una presencia magnética, su aura siniestra envolviéndolos en un abrazo invisible.

"¿No te parece fascinante, Alastor?", preguntó Charlie, su voz resonando en los pasillos vacíos. "Todo ha cambiado tanto desde que llegaste. El hotel se ha transformado en un lugar oscuro y retorcido, como si estuviera vivo".

Alastor asintió con una sonrisa satisfecha, sus ojos brillando con un brillo peligroso. "Es cierto, mi querida Charlie", respondió, su tono melódico vibrando en el aire. "Este lugar se está convirtiendo en nuestro propio reino de la oscuridad, un reflejo de nuestros deseos más oscuros".

A medida que avanzaban, la conversación entre ellos se volvía más íntima, más cargada de un deseo que apenas podían contener. Cada palabra susurrada al oído, cada caricia furtiva, era parte de un juego peligroso que solo ellos dos podían comprender.

Al caer la noche, Charlie y Alastor se encontraron bajo el cielo estrellado, envueltos en un aura de oscuridad y seducción. Las sombras danzaban a su alrededor, como testigos silenciosos de su complicidad.

"Mi dulce Charlie", murmuró Alastor, su voz resonando en la quietud de la noche. "Eres mi más preciado tesoro, mi obsesión más oscura y apasionada".

Charlie se estremeció ante sus palabras, sintiendo la intensidad del deseo que ardía en su interior. "Y tú, Alastor", respondió con voz temblorosa, "eres mi todo, mi señor y mi amo".

Con un gesto elegante, Alastor tomó el rostro de Charlie entre sus manos y la atrajo hacia él en un beso ardiente y lleno de pasión. En ese momento, Charlie se sintió completa, como si finalmente hubiera encontrado su lugar en el universo, al lado de su amo y señor, Alastor.

Bajo el manto estrellado del cielo infernal, Charlie y Alastor se encontraron en la intimidad de la noche, envueltos en un aura de oscuridad y seducción. Las sombras danzaban a su alrededor, como testigos silenciosos de su complicidad.

Con un gesto elegante, Alastor tomó el rostro de Charlie entre sus manos y la atrajo hacia él en un beso ardiente y lleno de pasión. Sus labios se encontraron con una urgencia palpable, buscando desesperadamente el calor del otro. Cada beso era un fuego que consumía sus almas, cada caricia era una promesa de placer sin límites.

Los susurros de Alastor llenaban el aire, su voz resonando con autoridad y deseo. "Eres mía, Charlie", murmuró, su aliento cálido rozando la piel de su amante. "Mi más preciado tesoro, mi obsesión más oscura y apasionada".

Charlie se estremeció ante sus palabras, sintiendo el poderoso lazo que los unía cada vez más fuerte. "Y tú, Alastor", respondió con voz temblorosa, "eres mi todo, mi señor y mi amo".

Con movimientos expertos, Alastor exploró cada centímetro del cuerpo de Charlie, dejando un rastro de fuego en su camino. Sus manos expertas encontraron cada punto sensible, cada curva y contorno que la hacía gemir de placer. Cada caricia, cada roce, era una prueba de su conexión ardiente, una danza de pasión y lujuria en la oscuridad.

Y cuando finalmente se unieron en la cama, el mundo desapareció a su alrededor, dejándolos solos en un torbellino de sensaciones. Cada movimiento era una explosión de placer, cada susurro era un eco de su deseo más profundo.

El aroma embriagador de Alastor llenaba la habitación, su esencia se mezclaba con la de Charlie en una danza de pasión y lujuria. Cada vez que se movían juntos, era como si estuvieran fusionando sus almas en un éxtasis de placer y éxtasis.

Después de alcanzar el clímax, Charlie y Alastor se encontraron abrazados en un éxtasis de placer y satisfacción. Sus alientos entrelazados se mezclaban en el aire, creando una atmósfera íntima y cargada de emoción.

Charlie rompió el silencio con una risa suave y juguetona. "Eso estuvo... increíble", murmuró, su voz aún cargada de pasión.

Alastor sonrió con complicidad, acariciando suavemente el cabello de Charlie. "Eres mi musa más ardiente, mi fuego en la oscuridad", dijo con una voz ronca y llena de satisfacción.

Charlie se acurrucó más cerca de él, sintiendo el calor reconfortante de su cuerpo. "Y tú eres mi todo, Alastor", susurró, sus labios rozando la piel de su amante. "No puedo imaginar mi vida sin ti".

Alastor la sostuvo con ternura, su corazón latiendo al unísono con el de ella. "Ni yo la mía sin ti, mi querida Charlie", respondió, sus palabras llenas de una devoción profunda y sincera.

Y así, envueltos en el éxtasis de su amor, Charlie y Alastor se perdieron en la calidez de la noche, sabiendo que su vínculo era más fuerte que cualquier fuerza en el infierno o en el cielo.

La noche pasó en un susurro de sueños y suspiros, cada momento impregnado del dulce aroma del amor prohibido. Cuando los primeros rayos de sol se filtraron por las cortinas, Charlie se despertó lentamente, sintiendo la calidez reconfortante del cuerpo de Alastor a su lado.

Con un suspiro de satisfacción, se acomodó más cerca de él, aferrándose a la sensación de su presencia. "Buenos días, mi señor", murmuró, su voz suave como un susurro en la mañana.

Alastor abrió los ojos lentamente, revelando el brillo de complicidad y deseo en su mirada. "Buenos días, cariño", respondió, su voz ronca con el sueño que aún lo envolvía.

Se miraron el uno al otro con una intensidad palpable, cada mirada cargada de promesas de pasión y devoción. En ese momento, no había lugar para las dudas o los temores, solo existía el vínculo indisoluble que los unía en cuerpo y alma.

Y así, en el amanecer de un nuevo día, se sumergieron juntos en el abrazo del amor, listos para enfrentar cualquier desafío que el destino les deparara. Para Charlie y Alastor, su historia apenas comenzaba, y estaban determinados a escribir cada capítulo juntos, en un eterno baile de oscuridad y deseo.

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Buenas este capítulo es corto porque estuve ocupado pero además quise enfatizar mucho en esto que ocurre en el capítulo como ya alastor y Charlie ya son algo

Corrupción Carmesí (AlastorxCharlie)Where stories live. Discover now