Way back home ━━━ [Como proteger al hermano mayor de la heroína]

ପ➭005.

―Dicen los rumores que te casaras, Lei ―Griselda, mi hermana mayor exclamo con una sonrisa. Yo por mi parte, continúe leyendo la carta de mi tío, Salom.―. ¿Te iras? ―Pregunta, haciendo que levante la mirada.

Yo solo la mire confundida, pero ella señalo la carta del marques.

―Nunca te he visto dudar, hasta ahora, Lei ―contesto, tomando una galleta.―. Si decides irte, te ayudare a escapar de las manos de Dion.

¿Escapar de Dion? Ja, siempre lo eh intentado. Pero Dion siempre me encuentra, incluso si pienso que he ganado, el aparece y destroza mi esperanza de ser libre. Ahora me comprometí con el príncipe Heinrich.

Pero se que Dion lo matara, así como lo hace con todos los que me han pedido matrimonio o invitado un baile en los eventos de la nobleza.

―Lo haces sonar fácil.

―Por que lo es ―respondió como si fuera obvio.―. Puedes pedirle ayuda a tu tío Salom o a tu padre. No, mucho mejor aun, a los Louver.

Al escuchar su respuesta, yo solo negué con la cabeza. 

―Piénsalo, Lei. La familia Nei Louver te protegerá al ser familiar de Salom. Sabes que el actual duque esta enamorado de tu tío.

―Ser...

―¿Protegerte? ¿De quien? ―Roxana interrumpió nuestra platica.

 Ella se posiciono en la silla de enfrente, instruyendo a su sirvienta que le sirviera el te. Yo y Griselda nos mirábamos por un segundo, dando a entender que paremos de hablar de ese tema por la presencia de Roxie.

―¿Que haces aquí? ―pregunte de manera directa.―Pensé que estabas explicándole el nuevo plan a Dion en su habitación o eso me dijeron.

―¿Celosa? ―me mira con una sonrisa burla, y yo solo ruedo los ojos.

―Por mi puedes quedártelo 

¿Quién demonios quería a un monstruo a su lado? Solo ella.

(...)

Entre a mi habitación después de estar toda la tarde platicando con Griselda y Rosana. Fruncí el ceño al oler sangre y luego lo vi, vi a Dion.

El estaba torturando al mensajero de la familia. Pude notar que sus ojos eran tan opacos como siempre y su cabello negro había crecido mucho.

―Por fin has llegado ―su voz sonaba mas fría de lo normal.

En eso, mi vista recae en las cartas esparcidas por el suelo, provocando que me sorprenda. Ya que estas cartas, las había escondido en un lugar secreto que solo conocía Roxana y Griselda para que Dion no las viera.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir su mirada sobre mi. Como si estuviera mirando a una débil presa para poder devorarla.

―Me lo prometiste. . .

Suelta provocando que yo retrocedía al ver como aventaba el cuerpo sin vida a mi cama y se acercaba a mi con una sonrisa espeluznante.

―Me prometiste que no me abandonarías. . .