°•.Último Día de la Excursión.•°

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-Te lo juro, es que me está dando asco ver a esos tres. -dijo Carl, reclinandose en su silla y mirando al grupo de tres chicos ligones.

-¿¡A qué sí!? ¡Qué esta mañana ese chico metalizado me ha intentado tocar el culo! -se quejó Eva, refiriendose al chico de los mil piercings.

-A mi el pelirrojo me puso contra la pared. -dijo Emma mientras removía una taza de leche y cacao con una cuchara.

-¿¡Cuándo!? -se sorprendió Eva. -¡Eso yo no lo sabía!

-Anoche. Cuando me fui a la habitación. Le mandé a la mierda. -respondió Emma.

-¡Di que sí! -dijo Nick.

-A la próxima les pegamos. -dijo también Ben.

-Yo me apunto. -respondió Eva. -Son unos pesados.

-¿Les ponemos una orden de alejamiento? -sugirió Paul.

-Bah, dudo que volvamos a verlos después de la excursión. Pero si vuelvo a verles les tiro a un contenedor. -dijo Carl.

Durante el rato del desayuno, cada uno estuvo contando cosas sobre sus noches tras irse cada uno a su cuarto.

Emma se quedó escuchándoles y mirando al resto de sus compañeros.
Se fijo sobretodo en Michael y sus amigos, que estaban como si nada.
Emma seguía pensando en la noche anterior, no se podía sacar de la cabeza lo sucedido, y encima no quería hablarlo con nadie, aunque debería.

Una vez terminaron, fueron cada uno a su habitación para recoger todo en sus maletas para dejarlas en el autobús y luego irse a comer y al teatro, para luego volver cada uno a su casa, y afortunadamente, al día siguiente (que era el Lunes) no tenían que ir a clase.

Una vez en el autobús, cada uno iba a su bola, para variar.
Pararon a comer en un restaurante y después tuvieron un rato libre.

Los chavales se quedaron en un parque que había cerca, lleno de zonas verdes y flores.
Había mas colegios por ahí. Y, desgraciadamente, los tres chicos del ligoteo estaban por ahí.

-No me jodas. -dijo Carl sin miedo a que les escuchasen.

-Ignorales, no hagas contacto visual. -dijo Ben.

-Y si se acercan mira, somos seis. -dijo Eva- Si nos dicen algo, somos tres parejas, que no mareen.

-Eso no funciona. -dijo Nick.

-¿Cómo que no? ¿Cómo te crees que sigo soltera? -replicó Eva.

Poco rato después, les llevaron al teatro.
Era un edificio enorme, de dos pisos que llevaban a la misma sala, donde estaba el escenario y las gradas.

Antes de entrar, los profesores les dieron tiempo para comprar algo (agua, palomitas, golosinas, refrescos...), o para que fueran al baño.

El grupo de amigos de Eva y Emma fueron a comprar palomitas y bebidas mientras hablaban.
Emma fue a pagar sus palomitas y su refresco de naranja, pero alguien la apartó el brazo y pagó por ella.
Era Mike.

-Yo invito. -dijo guiñándole el ojo a Emma.

Emma tardó en reaccionar, pero se puso roja rápidamente.
El vendedor le dio las palomitas y el refresco a Emma.

-G-gracias... -murmuró Emma con un hilo de voz.

-Je, de nada. -dijo Mike acercándose a Emma un poco.

Emma seguía roja. Tenerle cerca le recordaba a la noche anterior, y aún no lo había asimilado.
Se quedó mirandole sin saber que decir, nerviosa.

°•.Otro Año Que Afrontar.•°Where stories live. Discover now