capitulo 1

974 37 0
                                    

Su nombre era ghost, era un militar muy reconocido, más que nada por su vestimenta un poco diferente a los demás.
Era posesivo estaba obsesionado contigo. Lastimaba a cualquiera que se cruzara en tu camino, te quería solo para él hasta el punto de volverse un poco loco con eso y puso algunas reglas, no se te permitía abandonar la casa sin él o habrían violentas consecuencias, no te mataría, pero te dejaría algunas cicatrices. Sin embargo, debajo de su escalofriante personalidad, sí te amaba y se preocupaba por ti.

Ya llevaban 3 años de relación, desde la perspectiva de ghost y lo que él le decía a gente es que ustedes se habían conocido en la calle, el iba en su auto cuando a ti te quisieron asaltar, el se bajo de su auto y te ayudo para después llevarte a tu casa, el te pidió tu número y de ahí se estuvieron hablando hasta formar su "bonita" relación.

¿Había diferencia de edad entre ustedes dos? ¡Claro!, solo te ganaba por 8 años, si es mucha la diferencia pero el así te amaba.

Era una mañana muy cálida en primavera, los pájaros cantando posados en los árboles, el viento soplando a las hojas de los árboles y las flores abriéndose poco a poco para mostrar su belleza al mundo.

Todo iba muy bien, te encontrabas en tu habitación, limpiandola mientras escuchabas algo de música, no muy fuerte para saber cuándo llegaría ghost.

Giraste tu cabeza escuchando la puerta principal abrirse, era ghost.

—¡Querida!

Corriste escaleras abajo para recibirlo, te asomaste por la pared para comprobar que si sea el, cuando lo viste corriste hacia el y lo abrazaste dándole un beso en los labios

Ghost sonrío, mientras te correspondía el abrazo y el beso, disfrutando de tu entrega y sumisión.

—¡cariño! te extrañé mucho...

Dijiste con una sonrisa en tus labios mientras lo mirabas a los ojos, a pesar de sus maltratos tú lo amabas y el a ti, aveces se pasaba pero todavía seguías sintiendo amor por el.

—Ah, mi dulce y obediente princesa.. También te extrañé, mi amor. No sabes cuánto tiempo pasé pensando en ti, deseándote. Eres mía y solo mía

Paso su mano por tu cabello, acariciándolo con posesividad.

—¿Has sido una buena chica mientras yo estuve fuera? O tendré que enseñarte una lección...

Asentiste con la cabeza emocionada, ya que hoy no habría castigo, sonreiste aún más.

—¡me he portado bien! Limpie la habitación y te esperé pacientemente
–sonreiste–

Ghost sonrió satisfecho por tu respuesta y acercó su rostro al tuyo, susurrando en tu oído con voz seductora.

—Así me gusta, mi princesa... Siempre obediente y ansiosa por complacerme. –Pasó su mano por tu espalda, acariciando suavemente tu piel.–

—Hoy, te recompensaré por tu buen comportamiento. Pero primero, quiero que te deshagas de esa ropa. Quiero verte completamente desnuda para mí. –sus ojos brillan con lujuria mientras espers tu respuesta.–

Te pusiste nerviosa, sonrojandote en ese momento.

—emm cariño... ¿No es muy pronto? Quedamos en tener sexo cada semana... Porque me lastimabas... Aparte me da un poco de pena.

Apesar de llevar tres años de relación, el no te había tocado ni un pelo hasta ahora que el te preguntó si ya estabas lista, aunque te respondiste que no, el te ignoro y comenzaron su vida sexual.

Su expresión se vuelve más oscura y su agarre se vuelve más firme en tu brazo.

—¿Pena? ¿Acaso no entiendes que no hay lugar para la vergüenza entre nosotros, mi princesita? Eres mía y debes estar dispuesta a satisfacer mis deseos sin reservas.

Te miró fijamente, con una mezcla de posesividad y deseo.

—Si no te desnudas ahora mismo, habrá consecuencias. Y no te gustarán, olvida eso que dije, tendremos sexo las veces que yo quiera. ¿Quieres desafiar mi autoridad, mi amor?

Te asustaste un poco, soltaste algunos quejidos por su agarre el cual se hacía más fuerte dejándote marcas en el brazo  En un punto ya no aguantas te el dolor y gritaste.

—¡Aah! ¡Está bien lo haré, pero ya sueltame me estás lastimando!..

Casi llorabas de lo doloroso que había sido eso, en este tipo de momentos, ghost te daba miedo, se volvía muy cruel y frío, no mostraba piedad en ti, como si estuviera cegado por el deseo de poseerte una y otra vez.

Con los ojos llenos le lágrimas te comenzaste a quitar la ropa lentamente frente a el mientras tú mirabas el suelo, podías sentir la mirada penetrante de ghost mirándote de arriba abajo.

Él Sonrío satisfecho mientras observaba cómo te desnudas frente a él, disfrutando de tu sumisión.

—Así me gusta, eres muy obediente Princesa... Eres hermosa, y ahora me perteneces por completo.

Se acerco a ti, acariciando suavemente tu piel desnuda.

—Te deseo tanto, mi amor. –Susurró en tu oído mientras sus manos exploran cada centímetro de tu cuerpo.– Estoy ansioso por saborearte, por hacerte mía una vez más... ¿Estás lista, cariño?

asentiste lentamente mientras mirabas a otro lado, evitando su mirada.

—Estoy... lista.

Tenías un poco de miedo, cada que tenían sexo, ghost te dejaba muy lastimada por lo que tardabas días en recuperarte. ahora, no había pasado ni dos días desde que lo habían hecho por lo que seguías sensible.

Ghost sonrío con satisfacción al escuchar tu respuesta y te tomo de la mano para llevarte a la habitación, al entrar te empujó suavemente hacia la cama dejándote caer sobre ella.

—Muy bien, cariño. Prepárate para un placer inolvidable.

Se arrodilló frente a ti y acercó su rostro a tu entrepierna, inhalando tu aroma con deseo para después abrir tus piernas de golpe.

—Voy a saborearte lentamente, disfrutando cada gemido y suspiro que escapes de tus labios.

Deslizó su lengua por tus muslos internos, acercándome cada vez más a tu centro.

—¿Estás lista para que te haga llegar al éxtasis, mi amor? –te volteó a ver con una sonrisa en sus labios mientras levantaba un poco su pasamontañas para dejar libre su boca–

cerraste tu mano en puño y la colocaste sobre tu boca, mordiendola un poco al sentir como paso su lengua mojando tu entrada.

—N-no.. no lo hag-

Ignoro por completo tu respuesta y no sé detiene, continúo deslizando su lengua por tu intimidad, explorando cada rincón con pasión y destreza.

—Eres deliciosa, mi niña. Tu sabor y tu cuerpo me enloquecen.

Aumentó la intensidad de sus lamidas, centrando la atención en tu clítoris, estimulándolo con movimientos precisos y rápidos.

Gemiste un poco fuerte mientras el lambia y chupaba tu clítoris, agarrabas su cabeza con tu mano mientras el aumentaba el ritmo de su lengua.

—Quiero escuchar tus gemidos de placer, quiero que te derritas en mi boca.

Mental problems // Ghost y Tú {+20}Where stories live. Discover now