CAPITULO 03

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──Principe por favor, no se duerma aun falta que el maestre llegue── pidió una de las sirvientas que servía fielmente a Daerys y quién no tardó en negar con la cabeza para acariciar su vientre

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──Principe por favor, no se duerma aun falta que el maestre llegue── pidió una de las sirvientas que servía fielmente a Daerys y quién no tardó en negar con la cabeza para acariciar su vientre.

Muy al contrario de lo que la mayoría pensaba sobre él verdadero heredero era de como fue capaz de traer niños al mundo, era un hombre y su trabajo era gobernar no dar a luz como una mujer pero acá estaba todos reunidos, siendo testigos de como daba a luz a su tercer hijo.

──No tiene por qué preocuparse Lady Arrilyn── Silver entra a la habitación con el maestro que se encargó de los primeros dos partos solo que no esta preocupado como todo padre, por el contrario tiene una sonrisa en el rostro ──Mi esposó puede soportar hasta tener más de un niños en su vientre porque él es el mismo dragón encarnado.

Nadie puede ir en contra de esas palabras y terminan haciendo los preparativos de la última vez y dudan que este sea el final, el esposo de Daerys es codicioso y posesivo. Si fuera posible el pelirrojo nunca soltaría a su pareja de la cama, siempre lo tendría montando su polla para que de más descendencia pero eso es algo que el mismo Silver se tiene que guardar para él.

──Dime esposo ¿Este será el último niño o es uno de los tantos que me prometiste traer?── Tyrrel se acerca juguetón a Daerys que está más que cansado pero no dejándose ganar por el agotamiento ──Si no mal recuerdo dijiste que querías unos diez, ¿Vas a cumplir tu palabra?

Daerys pone los ojos en blanco ante las palabras de su esposo. Tiene ganas de golpearlo pero al contrario de lo que piensa hacer termina por tomar la mano del pelirrojo.

──Nunca... Rompo mis... Promesas y lo sabes── el pelinegro tiene que hablar en partes si no quiere mostrar el dolor físico que está sintiendo por las contracciones ──Ahora se un buen.... esposo y no me.... sueltes la mano...

Silver asiente y no suelta la mano del pelinegro, por el contrario da pequeños masajes en el dorso y deja que el maestro saque su equipo y comience a preparar un pequeño cuchillo para cortar la parte baja del abdomen de su esposo.

──Mi príncipe, le pido que no se tense y tenga lo mayor posible su cuerpo relajado si no queremos dañar al niño── el maestre pide y espera una respuesta de Daerys que jadea y termina asintiendo con la cabeza.

──No se preocúpate maestre, yo estaré acá para mi esposo, usted hará su trabajo como siempre── Silver pide sin embargo su sonrisa se desvanece ──Pero si falla, la muerte no será una opción.

El maestre tiene que tragar su propia saliva y concentrarse en su trabajo si de verdad no quiere ser la mascota de los dragones de los principes.
















──¡Esto es un insulto padre!── Rhaenyra grita y está a nada de voltear las cosas de la mesa de piedra ──Daerys no solo es un monstruo que trae niños si no también asegura su descendencia para tomar mi trono.

Viserys suspira y no sabe que decir, desde el terrible matrimonio de su primogénita Daerys no solo se encargó de dejar su puesto claro en la corte si no también su sangre.

──Un niño es pasable pero tres ya son un insulto hacía mí, ya nadie respetará tu palabra y lo nombrarán a él como rey de los siete reinos── a pesar de que Rhaenyra está casada y está en la espera de su segundo hijo, Viserys no sabe cuál es lo más irónico.

Si el hecho de que Daerys logro dar a luz a dos... En este caso tres niños o lo hipócrita que puede ser su hija al traer niños que no son de su esposo.

──Rhaenyra, mi niña── el rey termina por llamar y tener la atención de su hija ──Daerys no se opuso a tu nombramiento, él lo acepto. No miro lo lógico de que ahora lo quiera hacer si desde antes no acepto la corona.

Rhaenyra deja de estar enojada a estar preocupada, al parecer sus miedos no se van y Viserys los pude ver a distancia.

──Te sugiero que desde ahora te tomes más en serio tu papel como heredera y-

Las palabras del rey mueren una vez que la muerte es tocada y un guardia entra por ella después de escuchar el pase del rey.

──Paso algo, Sir Lerion── el rey habla después de ver la reverencia del hombre que asiente con un poco de entusiasmado mal ocultado.

──Asi es su majestad── comienza a hablar Lerion ──El príncipe Daerys dió a luz a otro varón.

La cara de Rhaenyra pierde los colores y tiene que buscar apoyo en la mesa para no caer. Viserys no puede quitar su cara de sorpresa y tratar de manejar la información.

──Eso es...

──No es todo mi rey, no solo es un varón, sino también una niña que vino después del pequeño príncipe Aemond.

Son tantas notícias las cuales Viserys y Rhaenyra no pueden procesar con rapidez.

──¿U-una niña?── la pregunta es distante que hace la princesa heredera y Sir Lerion no se da cuenta y solo asiente.

──Asi es y se parece mucho a la princesa Alicent, pero el nombre de esta pequeña niña es Visenya, los principes querían causar un gran honor a nuestros primeros gobernantes.

Viserys puede ver los daños que causan esta noticia a Rhaenyra que termina tomando aire para escoger muy bien sus próximas palabras.

──Agradezco mucho sus palabras Sir Lerion, una vez que mi primo esté más estable iré a conocer a mis sobrinos.

El guardia conforme con la respuesta termina abandonando el lugar, sin darse cuenta que su noticia causaría un gran daño a la hija del rey.









──Son tan hermosos padre── Alicent dice una vez que tiene a sus hermanos en sus brazos, no sabiendo a quien mimar primero, si al dulce bebé Aemond o la dulce Visenya ──Aun no puedo creer que ya los tenga en mis brazos.

Silver no tarda en reír ruidosamente y agarrar de un mueble si no quiere caer al suelo, muy al contrario de Daerys que está superando el hecho de que es padre de otros niños más.

──Bueno, bueno Ali. No tienes por qué ponerte tan sentimental si no tus hermanos menores no tardarán en llorar si miran que tienes favoritismo── el pelirrojo se burla y ya puede sentir la mirada de muerte de su esposo ──Sabes que es verdad Day.

El pelinegro niega y mira a los niños que su hija mayor tiene en brazos, esos niños no serían utilizados como armas, esos niños que dió a luz serían su alegría y la cura para su sufrimiento.

──Lo se, solo, no quiero que los niños se sientan reemplazados── apenas dice Daerys y la risa de su esposo se apaga. El pelirrojo se acerca y abraza a su esposo.

──Ellos no lo harán, les damos mucho amor para que no sientan ese tipo de sentimientos Daerys── Silver besa la mejilla del pelinegro y sonríe a Alicent ──No es así, Ali.

Alicent deja de mirar a los niños para sonreír de la misma forma y antes de que pueda responder la puerta es abierta de par en par.

──Supongo que no es tarde para conocer a mis sobrinos.

La voz del Targaryen es fuerte y clara, Alicent abraza más fuerte a los niños por los ojos fríos del peliblanco. Silver quiere reír por lo ridículo que se mira el hombre y Daerys quiere pensar que su primo menor no es un idiota.

𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐃𝐄 𝐃𝐑𝐀𝐆Ó𝐍 | 𝐇𝐎𝐔𝐒𝐄 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍 Where stories live. Discover now