Ya no me interesas

Capitulo 86

No podía importarle menos el respeto, así que tomó el dibujo y lo miró.

Fu Zhiyu aprendió esta técnica mejorada cuando estaba en el espacio del Señor Dios. Midió cuidadosamente el grado en que se podía implementar con la tecnología actual y lo perfeccionó poco a poco según su memoria, pero después de todo, nunca había trabajado con él y todavía estaba en papel, por lo que solo podía hacerlo mediante invitando a artesanos y combinando sus conocimientos.

Por lo tanto, no era suficiente depender únicamente de los tejedores y bordadores de la familia Qian. Una versión mejorada del telar todavía requería buenos carpinteros y herreros de la familia Lin. Los carpinteros podían hacer el marco, pero las piezas finas utilizadas para la conexión, naturalmente, requerían herreros.

"¡Cómo se puede llamar a esto hablar sobre el papel!" Qian Manguan miró los dibujos y luego a Fu Zhiyu nuevamente, con una mirada de incredulidad, "Wang Zhao, ¿de dónde sacaste esto... Dios! ¿Dónde lo obtuviste?"

Qian Manguan inconscientemente no pensó que esto fue dibujado por el propio Fu Zhiyu; sintió que Fu Zhiyu debía haberlo conseguido en alguna parte gracias a sus poderes divinos, pero mientras estaba emocionado, su mente se fue calmando gradualmente.

Lo más importante para Qian Manguan era el negocio de las telas. Había visto innumerables máquinas de tejer y no es que no hubiera pensado en mejorarlas. Después de todo, los empresarios, si pudieran tejer más tela al mismo tiempo, podrían ganar más dinero.

Pero era más fácil decirlo que hacerlo.

El dibujo de Fu Zhiyu era tan detallado que Qian Manguan solo necesitó mirarlo un rato para saber su valor. No era exagerado decir que esto no tenía precio.

"¿Qué quieres decir con eso?" Qian Manguan temía que Fu Zhiyu retirara el dibujo en cualquier momento, por lo que solo podía confiar en su memoria para recordar cada punto importante. Luego propuso con valentía: "¿Por qué no me vendes este dibujo? Si haces una oferta, siempre que pueda pagarla, nunca negociaré ".

Fu Zhiyu le mostró una leve y muy amable sonrisa y dijo: "Eso es muy problemático. Te lo voy a dar."

Qian Manguan fue golpeado por una sorpresa tan grande que ni siquiera podía hablar, tropezando con sus palabras: "¿En serio... en serio?"

"De verdad", dijo Fu Zhiyu, "solo hay algunas pequeñas condiciones".

Había un atisbo de astucia en su sonrisa, como un pequeño zorro moviendo la cola.

Como él había dicho, los comerciantes ricos no solo trajeron cosas malas a Jiangnan. Tenían una base sólida en Jiangnan. Había algunas cosas que los comerciantes ricos podían hacer y que eran más útiles y fáciles de aceptar que el gobierno.

Fu Zhiyu quería confiar en estas máquinas y construir una serie de fábricas basadas en los negocios de los comerciantes para proporcionar un nuevo medio de supervivencia para la gente de Jiangnan.

La familia Qian originalmente tenía un taller de tejido, pero la mayoría de los trabajadores eran trabajadores a largo plazo que habían firmado una escritura de venta y aún no habían formado el tipo de industria de tejido activa que quería Fu Zhiyu.

El desarrollo de la industria artesanal y la agricultura fueron de la mano. Una vez que la industria del tejido se expandió, el cultivo de gusanos de seda que proporcionaba materias primas seguramente requería mano de obra. Algunos agricultores podían cultivar hojas de morera y criar gusanos de seda sin tener que quedarse atrapados en los arrozales.

"¿Una fábrica?" Qian Manguan estaba un poco confundido, "¿Qué quieres hacer?"

De hecho, fue muy simple. La remuneración a destajo, el sistema de empleo, etc., estas cosas no eran difíciles de entender. El último punto propuesto por Fu Zhiyu fue aumentar el salario general, para decirlo sin rodeos, aumentar los salarios de las personas.