8 COQUETEO ALTAMENTE FEBRIL

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Se ayudaron a bañarse el uno al otro de forma diligente pero cariñosa, con roces discretos en la piel ajena de manera tímida, siendo esta la primera vez que compartían un baño, teniendo como pensamiento en común repetir su pequeña sesión amatoria, obviando el chapuzón accidental en el pequeño lago.

Una vez que terminaron, Jiang Cheng fue el primero en salir y secarse rápidamente para ayudar a Lan XiChen a salir. Sabía que él podía hacerlo solo, pero su necesidad de cuidarlo como si fuera una fina pieza del más valioso cristal lo llevaba a tomar una actitud sobreprotectora con el hombre, algo que surgió fuertemente en él desde que el jade salió de reclusión, encontrándolo cambiado, recordándolo sumamente frágil y solo, recordándole aquellos días en que el líder de lotos se encontró solo en el mundo cuidando a Jin Ling.

Jiang Cheng se colocó la túnica interior y procedió a hacer lo propio con Lan XiChen. El hombre no dejaba de mirarlo a los ojos, mientras lo ayudaba a secarse, y es que, si desviaba su mirada, Jiang Cheng sentía que su intensa mirada delataría los oscuros deseos que llevaba en su corazón, puesto que ambos se hallaban completamente desnudos, a pesar de estar acostumbrados frente a otros discípulos hombres el estar así, esta situación era completamente diferente, sintiendo cierta vergüenza ante lo acontecido minutos atrás, manteniendo sus impulsos a raya.

La expresión en el rostro de Lan Xichen era neutra, pero sus mejillas no dejaban de estar coloradas, viéndose adorable ante los ojos del líder de lotos.

—XiChen ¿qué sucede? ¿Estás bien? —preguntó Jiang Cheng mirándolo a los ojos.

—Sí WanYin —afirmó el primer jade— yo estoy bien ¿tú estás bien? —preguntó ladeando la cabeza con mirada seria.

Riendo bajo Jiang Cheng le respondió–: Estoy muy bien, pero estaría mejor si te vistieras de una vez.

Agarró la túnica interior preparada para Lan XiChen y se la dio para que se la coloque.

—No quiero vestirme WanYin.

—¿Cómo dices? ¿A qué viene esa actitud? – frunció su ceño, pareciéndole divertida su respuesta.

—No te enfades —respondió Lan XiChen haciendo un puchero y sin más aceptó colocarse la prenda ofrecida.

—Así está mejor, ahora hay que secarte bien el cabello. —Se colocó a espaldas del primer jade y comenzó a secar suavemente su cabellera. Jiang Cheng tenía la mirada fija en esa cascada profunda y espesa de color negro, brillante y de hebras gruesas, sumamente lisa hasta que sintió que Lan XiChen se movió inquieto.

—Ya termino, no quiero que tu cabello gotee agua.

Una vez que se sintió satisfecho con su labor, el paso siguiente era peinarlo. Se acercó a la mesilla al lado de la tina y agarró su pequeño peine de madera tallada. Con extrema delicadeza procedió a peinarlo.

—Si te hago daño dímelo —pidió Jiang Cheng. El hombre disfrutaba cuidar y atender a su pareja, no habían tenido ocasiones en que pudieran compartir estos momentos domésticos.

—Sí WanYin, me gusta como lo haces —dijo sonriendo ampliamente el primer jade, si bien Jiang Cheng no podía verle la cara, sabía que estaba sonriendo.

Una vez que terminó de peinarlo, Lan XiChen se acercó a la mesilla y estrujó la cinta de su frente mojada. Luego, volteándose hacia Jiang Cheng y con toda la delicadeza se la extendió con la mano derecha abierta y la cinta colgando a ambos lados.

—Es tuya WanYin, siempre lo ha sido... mi amor —agregó Lan XiChen ruborizándose, más de lo que ya lo estaba, dándole un aspecto encantador y bajando apenas la mirada a su propia mano.

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⏰ Last updated: Mar 23 ⏰

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DOBLEMENTE ATRAPADOSWhere stories live. Discover now