Siete vampiros...
Una cazadora...
La muerte de un ser amado...
Jinx esta acostumbrada a romper las reglas, a seguir su camino según su creencia. Fuerte capaz de valerse por su propia cuenta.
Jinx se acaba de mudar al pueblo más introvertido que ha...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
"Capítulo 8"
Dicen que la felicidad es la perfecta satisfacción y plenitud de una persona. Jamás me había sentido tan feliz como me siento hoy mismo. Conocer a Jungkook hizo que cambiará mi forma de pensar, ahora creo firmemente que, sí existe la felicidad y la encontré cuando menos lo esperé.
Desde que Jungkook me dijo que iríamos a comer con sus hermanos, no he dejado de pensar en lo que se supone ellos van a comer. Debo admitir que siento repugnancia con tan solo imaginar lo que podrían hacer para beber sangre. Creo que aún no estoy preparada para verlos en acción. Y honestamente no sé como decírselo.
Durante el trayecto a su casa, no he dicho ni una palabra, no sé si por nervios, o por la emoción que siento de conocer a seis vampiros más. Todo la noche me pregunté si yo les caería bien, y si no fuera así, ¿que consecuencias podría haber?.
- ¿Te comieron la lengua los ratones? - Tuvo que chasquear los dedos para llamar mi atención.
- Lo siento no te escuche -. Me giro sobre el asiento para verlo. Mi justificación no parece a verla creído pues frunce el ceño.
- ¿Estás asustada? - Pregunta en tono burlón.
- ¿Qué es lo que piensan comer? - Suelto abruptamente. Me lanza una miradita de soslayo y comienza carcajearse.
- ¿En serio Jinx? Has estado preocupada por lo que vamos a comer, ¿por eso no has hablado en todo el camino?. - Se mofa de mi cara de preocupación.
- Ajá -. Apenas y logró decir.
- El que te haya invitado a comer con mis hermanos, no significa que vayamos beber sangre delante de tí. ¡Jinx sólo fue una simple expresión! - Suelta un par de carcajadas más. Al fin logró relajarme un poco.
- Lo siento, yo... me da pena. - Me pongo las manos sobre la cara, estoy avergonzada, tanto que me arden las mejillas.
- No tienes por qué avergonzarte. Te voy a presentar a mis hermanos, e iremos a jugar Socker. - 《Fútbol socker》. Lo observó un tanto sorprendida. - Hoy es un buen día para jugar, ¡te divertirás ya lo veras!
Entramos por un camino pedregoso tupido de árboles donde apenas y se alcanza a colar los rayos del sol. A lo lejos se alcanza apreciar una casa de madera de dos pisos, con ventanales enormes de cristal. Hay un par de pinos canadienses en la entrada de la casa. Toda ella está rodeada de árboles de todo tipo. Nos estacionamos enfrente, más adelante hay tres carros más, uno de ellos es un lamborgini y el otro, una Hummer. No pude evitar sorprenderme ante los lujos autos estacionados allí enfrente.
