Capítulo.9

318 23 29
                                    

Harry había sobrevivido una semana en su nuevo colegio, ¿cómo lo había conseguido? ¡Ni idea! Pero lo logró, ya se estaba adaptando al lugar, ahora que ya tenía "experiencia" entendía porque Liam no quería desayunar con su novio, u es que era horrible estar cerca de esa bola de simios, era mejor permanecer alejados, cada grupito enfocado en sus gustos.

–¡Hazza! Dios, regresa por favor. Haré lo que quieras pero ya vuelve–estaba en llamada con su amigo de distancia, Niall.

–Nini, no puedo regresar, Sara no quieres estar cerca de mí.

–¿Y qué mierda te importa tu hermana? ¡Yo soy el que te necesita! No tengo amigos más que tú.

–Yo también te extraño, rubio loco pero no puedo regresar...

–¡Por favor! Desayuno SOLO ¡¿entiendes?! SOLO–remarca exageradamente. El rizado sentía tristeza por su amigo, sabía que para Niall no ser el centro de atención era algo difícil y que ahora almorzará solo era caer bajo para él...

–Ay Nini, estoy seguro que todos hacen fila para sentarse contigo, ¡eres una persona increíble!

–Pues no Hazza, no hay nadie...¿tú almuerzas solo?

–No, me junto con Liam y Dominik. Dominik es una chica francesa, súperrrr linda con cabello rubio, y Liam es un chico divertido, se parece a ti la verdad, pero más tranquilo y menos dramático.

—Harry, enserio me alegro por ti pero tenías que decir que no tienes amigos para que me sintiera mejor conmigo mismo.

El rizado sobresaltó al escuchar que el timbre de la puerta de entrada estaba siendo tocado.

–Tengo que colgar, ¿hablamos en la noche?

–No lo sé Hazza...tengo una vida muy ocupada, ya sabes que todooooos quieren estar conmigo porque soy hermoso.

–Eres hermoso. Te hablo en la noche.

Niall iba a protestar pero el rizado fue más rápido al colgar de una vez por todas.

Bajo a las escaleras rápidamente. Estaba solo en la casa ese día, Amelia y Francesco estaban en el supermercado ese día debido a que al pelirrojo se le había metido la idea de que con la vigilancia de Amelia hicieran los tres un pastel.

El timbre seguía insistiendo, ¿quién podría ser la persona con poca paciencia?

–¿Q-que haces aquí...?–al abrir encontró al amigo de su primo parado el la entrada con dos helados en cono.

–Come stai? Anch'io sono felice di vederti. Non ti hanno insegnato le buone maniere a casa? [¿Cómo estás? Me alegro de verte también. ¿No te enseñaron buenos modales en casa?]

–Certo che mi hanno insegnato le buone maniere, scusate... [Claro que me enseñaron buenos modales, lo siento...]

El castaño sonrió victorioso.

–¿Me dejarás pasar o tengo que suplicarte?

El rizado colocó los ojos en blanco mientras se movía para darle paso a Louis.

–No se encuentra Francesco, se fue al supermercado con mi tía.

–Oh no, que mala suerte...yo venía a visitar a mi amigo.–dice sarcásticamente.

–Si bueno, puedes venir más tarde, yo le digo que llegaste.

–Mmm no, mejor lo espero acá–dejó caer su cuerpo en el sillón de la sala.–Ten ricitos, un gelato [un helado] de kiwi con fresas.

Are you okay love?Where stories live. Discover now