un mundo impecable, una utopía, pequeño pero a su vez enorme, los chicos amaban vivir allí.
un reino magnífico para trece muchachos donde la comida era ideal, los paisajes extraordinarios
¿qué mas necesitaban? ¿qué les faltaba? su hogar era perfecto...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
vernon disfrutaba de un rato tranquilo en su casa. el cálido sol se filtraba a través de las cortinas, iluminando su acogedor estudio. los estantes repletos de libros rodeaban la habitación
mientras se encontraba sumido frente a una gran pantalla para ver recuerdos de sus mas preciados amigos, algo extraño ocurrió. los libros comenzaron a agitarse en sus estantes, como si cobraran vida propia. vernon fruncio el ceño, sorprendido y confundido por lo que estaba viendo
de pronto, las hojas de los libros empezaron a volar por el aire, danzando en una coreografía desordenada. vernon se levantó de su silla, observando asustado como los libros se caian de los estantes y se abalanzaban sobre él
uno tras otro, los libros golpeaban a vernon, como si tuvieran una fuerza sobrenatural. las hojas, afiladas como cuchillas, rasgaban su piel y dejaban pequeñas heridas en su cuerpo. él se protegia como podía, intentando esquivar los ataques
desesperado, vernon busco refugio detrás de un mueble cercano, tratando de encontrar una manera de detener aquel extraño ataque. la habitacion estaba hecha en un caos, con libros volando por todas partes y hojas de papel flotando en el aire
vernon sintio como si fuera jalado contra el mueble en el que se escondio, quedo sentado sobre aquel suave mueble cafe, las hojas afiladas pasaban alrededor de él formando un pequeño tornado en su habitacion, las hojas se acercaban a él y lo cortaban aun mas, cortaban sus mejillas, sus manos, sus piernas. hasta que llegaron a sus ojos, las hojas se volvian afiladas agujas y se enterraron en sus ojos
"Es su culpa"
como no podia ver, creyo que alguien habia entrado en su hogar
—¿quien anda ahi? —estaba asustado, su respiracion se volvia mas inestable— ¡¿quien eres?!
su vista se habia ido, lo habia dejado, no podia moverse, no tenia control sobre su cuerpo. luego, el mueble en el que estaba sentado empezo a calentarse, a arder, llamas llenaron aquel sofa cafe suave
¿iba a morir?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
