En el vibrante escenario nocturno de una glamurosa discoteca, se desarrolla un romance inesperado entre dos almas destinadas a colisionar.
Dos personas tan diferentes, pero a la vez tan iguales en busca de aquello que los haga sentir vivos y amados...
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¡Maldita sea! Voy a llegar tarde a la audición, si no fuera por la condenada alarma hubiera estado lista desde hace rato; salí disparada y sé que aun pasando rápidamente por el parque no llegaré a tiempo. Joseph, mi ex maestro de danza aérea, me había dado un volante de audiciones hace unas semanas para acróbatas en la nueva discoteca "A thousand nights", ya tenía varios días abierto y por algunos comentarios era la nueva sensación en cuanto a diversión se refiere. Habían estado haciendo castings en búsqueda de nuevos performers para sus actos acrobáticos y presentaciones de baile y yo me animé a enviar un correo con mi información hace semanas, tuve que utilizar la computadora de la oficina a escondidas para eso.
Me había costado mucho conseguir estar entre las seleccionadas para poder ir al casting. Mientras corro pienso en cómo iba a poder sobrepasar el hecho de que puedo llegar tarde y las otras chicas se adelantarán.
— Esto no me puede estar pasando a mí, Dios mira a tu hija, no me desampares.
No puedo tirar por la borda esta oportunidad, ser performer ha sido mi sueño desde pequeña y podía ser que ahora se hiciera realidad. Finalmente llegué al edificio donde se encontraba la discoteca, es un edifico un poco alto y con estética neoyorquina, entré y como pude con la respiración acelerada le dije a la recepcionista a lo que venía, no podía regular mi respiración así que me ofreció sentarme y me extendió un vaso con agua.
— ¿Es la primera vez que asistes a un casting? —Me preguntó la chica a lo que yo asentí tomando un poco más de agua y esta se rió un poco—. Tranquila, llegaste justo a tiempo.
La chica fue a buscar una hoja que estaba en su escritorio y me acerco—. Llena este formulario y cuando termines me lo entregas, si no entiendes algo me preguntas, ¿sí? —se dirigió hacia mí con una sonrisa amable.
— Sí, muchas gracias. —Conteste ya más calmada.
Ella se sentó en su escritorio y prosiguió a terminar lo que sea que estaba escribiendo en su laptop. Tenía los nervios a flor de piel, realmente quiero ser escogida para trabajar aquí, ya me imagino en el escenario con los reflectores alumbrando mi cuerpo mientras todos me ven.
Es todo lo que quiero.
Cuando terminé de rellenar el formulario se lo entregué a la chica y luego de verificar que todo estuviera bien esta me condujo hacia dentro, el edificio por dentro es totalmente diferente, es muy grande, más grande de lo que me lo imaginaba. La discoteca tiene un techo bastante elevado con escaleras doradas y desde donde estaba podía ver el sistema de poleas que tiene para los shows, hay varios asientos alrededor decoradas con terciopelo negro, y una sección VIP en el segundo nivel con algunas secciones con mesas y cortinas para más privacidad, más arriba de este hay un ventanal donde se podía ver lo que parecía una oficina.
— ¿Otra más? Estamos de suerte.
Al escuchar esto me giré para encontrarme con un chico un poco delgado de tez acaramelada y cabello ondulado, extendía su mano con ademán de que se la tomara así que lo hice—. Mi nombre es Steven, soy el coordinador y estaré guiando a las chicas el día de hoy.
