Tonta enamorada (MICHAENG)

14°

—¿Eh?—

—¿Pa-Para mi?—

—Si. Te digo, desde el miércoles está toda rara...—

—¿Rara como?—La flor tomó un poco titubeante.

—Hoy dijo algo...—

—¿Que cosa?—

—Que le gustas.—Reveló

—¿¡Queeeee!?—

—Si.—Rio

—¿Estás bromeando verdad? Porque si lo estás, le diré a mamá que te has drogado en las fiestas de Momo.—

—¡Hey! No estoy bromeando... Y te recuerdo que tú también lo has hecho así que, si yo caigo, tú también caes.—

—Solo una vez lo hice y fue porque me engañaste.—

—No te engañé.—

—Lo hiciste.—Sharon río al recordar que en efecto lo había hecho. Una noche en una de las fiestas de las hermanas Hirai, Sharon decidió ponerle algo a la bebida de Mina para que esta se soltase un poco y ¡wala! funcionó, Mina terminó bailando hasta las 3 de la mañana con toda persona que se le cruzó en frente, ah y hasta terminó besándose con varias chicas.—Ok, ¿entonces eso te dijo?—

—Si. Quería saber si hablaba en serio o era un puto juego, pero en ese momento mamá me pidió que fuera por ti entonces tuve que salir corriendo ya que descubrió que yo no era Mina.—

—No puede ser, me odiará por haberla engañado...—

—Tu deberías odiarla por haberte rechazo decenas de veces. Es una idiota.—Sharon dijo con seriedad. Mina suspiró con la flor en sus manos. Su hermana tenía razón. Sharon fue testigo de las incontables veces que la maestra la hizo llorar.—Está llamando...—Informó mostrando la pantalla de su teléfono.

—¿Por qué te está llamando? ¿Le diste tu número?—Una ceja alzó interrogante.

—No. Es que el miércoles la tuve que llamar porque llegué tarde al parque y quería saber si estaba allí o se había ido. Supongo que guardó mi número.—

—¿Pasó algo más entre las dos que no me has dicho?—Cuestionó

—Mmmmm no...—Con la cabeza negó mirando la calle—... Nada...—

—Sharon Myoui dime la verdad.—Sharon rio. Y ahí estaba la Mina celosa saliendo a flote.

—Ehhhh pues... hoy cuando me dijo que le gustabas... me tomó de la mano por un instante...—Dijo mirando al frente.

—¿Solo eso?—

—Eh... si.—Mintió. Mina no debía saber que Chaeyoung le acarició el rostro y mucho menos que la besó por un segundo, un segundo pero lo hizo.—Bien, llegamos. Olivia está desesperada por verte.—El auto apagó.

—¡Nari!—Y desde la puerta, la menor de las Myoui salió corriendo hacia ella.—¿Puedo ver tu medalla? ¿Puedo, puedo, puedo...?—

—Si, pero entremos primero.—

*****

6:30 de la tarde

—Perdiste. Págame.—La mano estiró Mina hacia su hermana después de haberle ganado una partida de Mario Kart.

—Luego.—

—Siempre dices eso. Eres mala perdedora.—Una almohada le lanzó.

—Minari, te buscan.—Avisó su madre asomándose desde la puerta de la habitación de Mina.

—¿Quien?—

—Una tal Chaeyoung.—informó la mujer. Ambas hermanas se miraron. Las dos quedaron que dejarían pasar un tiempo para ver que hacía la maestra ya que después de la llamada en el auto, no volvió a llamar.

—Es la chica que le gusta a Nari.—Habló Olivia de repente alertando a Mina.

—¿Eh?—Su madre miró a las tres hermanas.

—N-No le hagas caso mami.—

—¡Auch!—Se quejó la niña después de que le lanzaran una almohada. La madre sonrió.

—Baja entonces. Ella espera en ella sala.—

—¿¡Que!? ¿La dejaste entrar?—

—Eh, si. ¿Hice mal?—

—N-No. Ahora voy.—Mina dijo con el corazón alocado.

Rumbo al final.

Gracias por leer.

🖤

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