—¿¡Se puede a que hace aquí señorita Myoui?!—El tono severo de la maestra se oyó de pronto.
—¡Dios!—El videojuego que prestó la japonesa ese día salió volando de sus manos gracias al tremendo susto que la maestra Son le acaba de pegar.
— ¿¡Que acaso no piensa entrar de nuevo a mi clase!?—La cuestionó Chaeyoung de pie a su lado con los brazos cruzados y una mirada de desaprobación.
—Cha...—La miró—di-digo... maestra, me asustó...—Su pecho se tomó con una mano mientras se recuperaba del susto—Rayos...—Murmuró por lo bajo cuando tomó su aparato de nuevo y se percató que perdió la partida que estaba jugando, en tanto la maestra se mantenía con el semblante bastante serio y los brazos cruzados sobre su pecho. Y es que justo cuando iba se disponía a adentrarse a las instalaciones de la universidad, a lo lejos visualizó a la japonesa sentada muy relajada bajo un árbol jugando en su inseparable Nintendo. Chaeyoung esperó, esperó y esperó... faltaban 5 minutos para que las clase iniciara y Mina seguía jugando tranquilamente, por lo que la maestra no dudó en caminar hasta ella sospechando que de nuevo no tenía intención de entrar a su clase.
—Levanta tus cosas y ve a clases.—Ordenó mientras movía una pierna impaciente y nerviosa que el timbre en cualquier momento sonaría y ella no estaba en el aula frente a los alumnos.
—No iré.—Contestó la chica de cabello negro con una mirada desafiante cuando se puso de pie—Haewon, ella entregará mi trabajo.—dijo. La mandíbula de la maestra se tensó y su mirada endureció.
—Si no vas, te reprobaré Myoui.—Amenazó. La japonesa una pequeña risa nasal soltó desviando la mirada de esos ojos fríos y oscuros que la perforaban.
—Haga lo que quiera.—Al suelo se inclinó tomando su mochila—Me importa un carajo usted y su estúpida clase.—Escupió sin vacilar provocando que Chaeyoung enrojeciera a causa de la ira retenida. ¿¡Como se atrevía a decir!? ¿Donde quedó la Mina que se la pasaba coqueteándole?
—Tu...—Pronunció irritada cuando...
—Hey, ¿Te vas?—Mingi habló interrumpiendo el duelo que ambas se cargaban—Traje las cosas.—Sus manos levantó con golosinas y bebidas. Al parecer ambos estudiantes pretendían tener una clase de picnic en horario de clases.
—Vamos a otro lugar.—La mochila del Chico recogió también—Aquí hay insectos molestos...—A la maestra miró con fastidio antes de pasar a su lado e irse.
—Ok...—Mingi la siguió rápidamente entendiendo la situación.
—¡Myoui!—Alzó la voz Chaeyoung sin importar la mirada curiosa de algunos alumnos que caminaban por el lugar—Dios...—Hondo respiró y la sien se frotó. Finalmente el timbre sonó y ella no estaba en el aula comenzado a repartir clases—Mina...—La llamó siguiéndola mientras intentaba controlar su rabia. ¿Quien se creía esa chica para dejarla con las palabras en la boca?—Mina...—La volvió a llamar
—No iré a su clase maestra Son.—A ella se giró deteniendo sus pasos—No puede obligarme. Si quiere reprobarme, hágalo.—La desafió.
—¿De verdad no te importa reprobar mi curso?—Mina se veía muy segura.
—¿Nos das un segundo?—La japonesa al chico de dirigió con una dulce sonrisa a lo que éste no se negó y de ellas se alejó un par de metros—Mire maestra, si quiere bajarme puntos o reprobarme, hágalo. No me importa.—
—Pero eres una de las mejores de la universidad Mina, ¿Que explicación darás? El semestre casi acaba. Llevas 4 faltas.—La japonesa nuevamente la mirada desvió de esos ojos cautivadores que hacían latir como loco al tonto corazón de Mina.
—Ya veré que hacer...—Los hombros se encogió.
—Pero...—
—¡Maestra Son!—A lo lejos alguien gritó.
—Demonios.—Murmuró la maestra al ver que era el director quien la estaba llamando desde la entrada del edificio.
—¿¡Que hace afuera de su clase!?—Recriminó en voz alta.
—Es mejor que vaya a su clase.—le dijo antes de dar media vuelta y unirse al atractivo chico con quien últimamente se le ha visto.
Chaeyoung suspiró hondo.
—Bien. Si quieres reprobar, esta bien.—Una ultima mirada le dió a Mina antes de correr hacia el interior de lugar ignorando los regaños del director por llegar tarde.
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