[★] Ocho

559 72 17
                                    

Fácilmente Jisung podría mudarse de casa, buscar otro trabajo, hacer otras amistades y cambiarse de nombre.

Pero no.

No podía.

¿Por qué?

Porque luego de que Changbin y Jeongin le dijeran que volviera con Lee Minho, lo dejó pensando.

Y pues, ¿Por qué no hacerlo?

El hombre es totalmente apuesto, quien lo rechace definitivamente está mal de la cabeza.

Y Jisung lo estaba.

—¿Y qué pasa si nuevamente hace algo estúpido? —pregunto el castaño menor

—Si pasara otra vez, sería la misma historia —contesto Yang. Al ver una mirada confusa de Jisung, explicó —. Me refiero a que sería lo mismo; Minho volvería a hacer lo que hace ahora, recuperarte.

—Exacto, tú, Jeongin y yo sabemos que Minho te ama demasiado, hasta este punto —dijo Changbin

—Es más, cada encuentro "accidental" que tuvieron, fue obra de Minho —imitó el menor de todos las comillas para la palabra accidental

—¿Cómo? —su expresión cambio de una de pensamiento lejano a una de confusión

—Si, Minho a estado vigilandote desde que terminaron

—¿Y porque no me dijeron? Si se puede saber, claro —utilizo un tono sarcástico

—Jisung —habló Seo —Minho es alguien inteligente, y que te conoce lo suficiente, ¿Cómo no te diste cuenta?

—¡Pero expliquen! —reclamo

—Lee ha estado siguiendo cada paso de ti en cada oportunidad que tenía, desde el encuentro en el parque de diversiones, hasta la tienda de teléfonos. No tenía trabajo en aquella tienda, pagó a los que trabajan para que le dejaran el puesto por unos minutos. En el parque de diversiones, nosotros le dijimos que íbamos ahí, y cuando te apostamos que subas al carrusel, rápidamente le mandamos un texto a Minho diciéndole que ibas para allá.

—¿Y cuando fui al hospital porque me sentía mal?, ¿También le dijeron eso? —todo estaba teniendo sentido...

—También, nos dijiste que comenzabas a sentir dolores unos días antes y te recomendamos ir al hospital, Minho desde ese instante hizo exactamente lo mismo que con los trabajadores de la tienda de celulares: pagar al doctor para que pueda usar su oficina y su traje.

—Ay Dios mio... —dijo bajito Jisung por la impresión de lo que revelaban sus amigos —. Y cuando me dijeron que sería bueno ir a algún lugar para quedarme un tiempo... ¿También...?

Jeongin asintió, hablando esta vez —También le informamos sobre eso, literalmente en cada momento que se encontraron, fue obra de Minho, y nosotros de ayuda —se señaló él mismo y a Changbin

—Pero no creas que es obsesión, no. Desde el principio habló con nosotros para una pequeña ayuda, nos había dicho que tenía planes para volver a enamorarte, aunque él sabe que aún lo amas, digamos que tenía todo calculado

—Pero cómo, no obtuvo nada con eso...

—¿Eso crees, cariño? —una voz bastante, demasiado conocida, lo interrumpió

—¿Minho? —llamó confundido cuando volteó a verlo, la sonrisa encantadora que había en su rostro revelaba que todo lo dicho por sus amigos, era cierto

—¿Ya descubriste todo, mi vida? —se acercó al menor en cuanto Seo y Yang salieron de la cocina, cerrando la puerta para que tengan privacidad

—¿Es enserio verdad todo eso? —pregunto inocente

—¿Necesitas que te bese para comprobarlo?

—Creo que sí —respondió

El pelinegro rompió la pequeña distancia entre ambos, tomando entre sus manos el rostro de Jisung, admirando la belleza de este, perdiéndose en esos magníficos ojos que ansiaba permanecer toda una eternidad.

Sin más preámbulos, sus labios chocaron con los del menor, ambos sintiendo un estallido de sensaciones hermosas en su interior, deseando en el fondo que ese momento jamás termine, queriendo sentir el roce de sus labios durante mucho más tiempo.

La falta de aire en ambos lo hizo separarse, otra vez, deleitándose con la mirada del otro, viendo cada uno miles de constelaciones atrapadas en los ojos del contrario.

Nunca falta quien interrumpe el momento.

O quienes.

—¡Magnífico!, todo hermoso, y mejor aún, Changbin, dame mis 20 dólares, ahora —demando Jeongin, cambiando drásticamente la expresión en su rostro

El mencionado de mala gana le dió el billete a Jeongin, pero luego sonriendo al ver nuevamente a la pareja.

Iba a hablar cuando otra voz llegó.

—¡Que emoción!, no, ¡Que doble emoción! —chilló alegre Lia —Changbin, dame mis 50 dólares, ahora —recreo las mismas expresiones que Jeongin

—¿Apostaron? —pregunto Jisung, aún pegado a Minho

—Obvio, nada más que Changbin fue el idiota al creer que no volverían —contestó la chica

—Es verdad —apoyó Yang

—¡No dije que no volverían!, dije que tardarían en hacerlo —aclaro el castaño en medio de Jeongin y Lia

—Ignoralos, mi amor, vayamos a dar un paseo mejor —ideo Lee. Jisung asintió.

—Ya se van los tórtolos —dijeron Changbin, Lia y Jeongin al mismo tiempo que la pareja cruzaba la puerta e iban saliendo del lugar

—Oye... —llamó la atención de Minho el menor

—Dime, cariño

—¿Cuál era tu plan para volver conmigo?

—Hacer que te vuelvas loco por mí cada vez que me veas

[★]

El próximo es el final

Supérame, Lee ★ MinSung Where stories live. Discover now