[★] Dos

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El menor se encontraba llegando a un supermercado, tendría una pijamada junto con Felix y Hyunjin, quienes la organizaron lugar en su casa sin consultarselo, pero de igual forma terminó accediendo a ella.

Toda su atención fue dada a la sección de papas, fácilmente podría tomar cualquiera que se veía apetecible, pero nada es barato.

Esa atención desapareció alguien chocó con el, haciendo que pierda el equilibrio, pero sin caer al suelo.

— Fíjate, idiota — le gritó a quien chocó con el

— ¿A quien llamas idi... — sus palabras quedaron al aire cuando lo reconoció — ... Ay no...

— Oh no... — bajó la voz está vez

— ¿Qué haces aquí? — le pregunto el más alto

— Estoy de compras, ¿No es obvio? — respondió indiferente tomando 5 Doritos en sus manos

— De todos los supermercados en todo Corea, ¿Tenías que venir a este? — volvió a preguntar observando las acciones del menor

— Sí, de todos los supermercados en todo Corea, tuve que venir a este ¿Algún problema?, ¿Te molesta mí presencia? — río con burla y paso de lado suyo

— Así es, me molesta. Me parece que solo quisiste verme, ¿O me equivoco? — lo siguió a pasos lentos

— Exacto, te equivocas — siguió caminando ahora en la sección de bebidas —. No tuve a mínima intención de verte, es más, creo que la mala suerte me persigue ahora — tomó 2 Fanta naranja

— ¿Y por qué sigues hablando conmigo?

— ¿Por qué me sigues haciendo preguntas?

— Por que quiero y puedo — elevó el pecho

— Perfecto, esa es la misma razón por la que estoy aquí. Si me permites, debo pagar esto para dejar de verte la cara de culo que carga tu cuello, gracias. — ignoró al aún azulado y fue al cajero.

Saliendo del sitio, luego de su pago, fue camino al parque donde había quedado con Felix que llegaría de su trabajo para ir juntos al hogar del castaño.

— ¿Tan lindo y tan solito?

— ¿Tan animal y sin jaula?

— Touch, sabía que responderias eso — se sentó al lado suyo

— ¿Que quieres ahora? — suspiro cansado. El tener a un necesitado de atención ya no era divertido para él.

— Tu atención.

— ¿Se puede saber porque?

— Ni yo se, ignorame

— ¿Cómo es que eres tan idiota, Lee Minho? — exhalo cansado

— Pero no me hables así que lloro — puchereo

— No hagas eso que te ves aún más idiota, idiota — alzó más la mirada para verificar si aún no llegaba el rubio

— Me tratas tan feo, Hannie — pegó su hombro con poca fuerza

— No te quejabas tanto antes — dijo en susurros a regañadientes

— Lo hacía, por eso terminamos — sonrió de lado cuando el castaño reaccionó indignado

— No terminamos por eso, imbécil — casi gritó

— ¿Entonces por qué fue? Dime — lo encaró

— Fue por tu idiotez

— ¿Pero yo que hice? — pregunto ajeno a la respuesta

— Una vez te pusiste a bailar completamente desnudo en un bar karaoke mientras pedías ver a los gatos de Taylor Swift, te perdone eso. Pero después, cuando fuimos a una casa quinta, te metiste a la piscina y molestaste a los niños tirando gases para que salieran de ahí. Más tarde, entraste sin permiso, no se cómo, a un programa de radio diciendo que todos son una mierda así como tu vida, y oara colmo llegaste a casa diciendo que yo era tu vida. Por último, cuando hubo un accidente en la calle por culpa de dos borrachos, vinieron los de la tele y en vez de que hablen los culpables del accidente, te metiste tú diciendo que era culpa de la calle. ¿Que diablos te pasaba, Lee Minho?, solo hacías pasar vergüenza a quienes te conocían, Dios.

— Te equivocaste en uno

— ¿En qué?, aver, dime

— Yo no dije que eras mí vida, dije que eras El amor de mi vida

— Eres un...

— Sé que me amas, Hannie — sonrió coqueto

— Cállate.

— Callame.

— ¿Tanto lo necesitas?

— No, pero quiero molestarte

— Es lo único que sabes hacer — "¿Donde demonios está Felix?"

— Aún así me amas

— No.

— Sí.

— No.

— Vuelve conmigo

— ¿Qué?

— ¿Qué?

— ¿Que dijiste? — pregunto encarnando una ceja

— Nada, mira, allí viene tu amigo — señaló y se levantó saliendo del lugar

— Hola, Sungie, ¿Quién era ese? — preguntó Felix tomando lugar al costado de Jisung

— Minho — respondió restándole importancia

— ¿Que te dijo? — tomo aire de manera exagerada

— Nada. Mejor vámonos ya — se levantó para luego levantar de la banca a su amigo quien se negaba rotundamente como un niño pequeño

Rumbo a casa del castaño, lo único que estaba en su mente eran las palabras del azulado

Vuelve conmigo.

Supérame, Lee ★ MinSung Kde žijí příběhy. Začni objevovat