Treinta y dos

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[Kilian 21 años – Amira 16 años]

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[Kilian 21 años – Amira 16 años]

Cuando Amira sale del dormitorio siento como mi corazón se rompe en miles de pedazos, y la realización llega a mí, va a rechazarme, ella no me quiere. Escucho a Tyr aullar de dolor dentro de mí y me abandono al dolor, cediéndole completamente el control, solo quiero dejar de sentir. Tyr sale corriendo rápidamente fuera de la mansión, escucho como papá nos grita y luego mamá, pero no hago caso, solo corro hacia el bosque.

Nunca he sentido tanto dolor como ahora mismo, ¿Por qué Diosa Luna? ¿por qué no me quiere? Aúllo de forma desgarradora, intentando liberar un poco de mi dolor, escucho como la manada aúlla intentando reconfortarme, pero nadie puede hacerlo, o al menos la única persona que puede hacerlo no quiere.

Escucho pisadas rápidas, me quedo parado en mi lugar, esperando a que me ataquen, deseando simplemente morir. Pero eso no es lo que sucede, sino que a mi lado aparecen Mason con Irina en su lomo y papá con mamá en su lomo. Los dos lobos se paran a mi lado y papá se agacha para que mamá baje, ella no duda en correr hacia mí y abrazarme, intentando consolarme, yo suelto lastimeros sollozos.

Papá y Mason se van detrás de unos árboles y en pocos segundos aparecen transformados.

-Hijo, transfórmate – me pide papá y yo camino a pasos lentos hacia un árbol, donde me transformo y me visto con un short, para después caminar hacia donde los cuatro mayores me esperan.

-Mi bebé – susurra mamá y me envuelve en sus brazos, yo me encorvo para que sus brazos puedan abarcar lo más que pueda, sin siquiera saberlo gruesas lágrimas caen sobre mis mejillas.

-Kilian, cariño – susurra tía Irina y dejándome suaves caricias en mi espalda.

-Va a rechazarme – decirlo en voz alta solo hace que la profunda herida en mi alma crezca más – y es mi culpa, porque yo nunca la trate bien, siempre busqué pelearme con ella todo el tiempo, ¿cómo va a querer estar conmigo si me he portado como un imbécil con ella?

-Venga hijo, no digas esas cosas – dice papá, también acercándose a mí, veo cómo le lanza una mirada a mamá de auxilio, y en otra ocasión seguro me reiría de eso – No te has portado como un imbécil con Ami, su manera de demostrarse amor durante estos años fue la de pelearse, y está bien, hay diferentes lenguajes del amor, ¿no? – le pregunta inseguro a mamá y a tía Irina, esta última sacude su cabeza mordiéndose el labio inferior para no reír.

-Tu padre tiene razón, los dos se han portado como unos chiquillos, pero ambos siempre supieron que podían contar el uno con el otro, ¿no es así? – yo asiento con mi cabeza, a pesar de cómo nos llevábamos, yo siempre iba a estar para Ami, y sé que ella para mí también – Aclarado eso, Ami solo necesita tiempo para asimilar todo lo que está sucediendo, no te va a rechazar Ki.

-Iri tiene razón hijo, tú ya hace unos días sabes que son mates y has tenido tu tiempo para pensar que hacer al respecto y asimilar todo, y si eso no bastara, tienes a Tyr que se vuelve loco como tú por ella, ambos la huelen. No te olvides que Ami no tiene a su loba, y tampoco puede olerte. Todas las decisiones que ella tome van a ser principalmente basadas en lo que sienta y piense, no como tú que tienes el instinto – pienso en las palabras de mamá y tía Irina y asiento con mi cabeza, tienen razón, Ami aún no actúa por instinto, ella no puede olerme, solo tiene que creer en mi palabra para saber que soy su mate, mientras que yo puedo olerla a kilómetros de distancia.

Una Loba para el CachorroWhere stories live. Discover now