𝐈ᴺᴴᵁᴹᴬᴺ. (ᴛʀɪʟʟɪᴢᴏs ᴘᴀʀᴋ x ʏᴏᴏɴɢɪ)

𝐂ᴴᴬᴾᵀᴱᴿ ᶠᴵⱽᴱᵀᴱᴱᴺ

— Tan iguales.

YoonGi solo tuvo que ver de nuevo la pantalla para que en sus labios se crearan unas curvas lascivas y tétricas, una sonrisa por lo que sus ojos estaban viendo con tanta malicia. En esa gran pantalla estaba viendo un par de fotos individuales; una en donde aparecía JiMin y otra en donde aparecía JiMmy. Estaba comparando o solamente buscando algo que lograra diferenciarlos, omitiendo el color de cabello, pero si los dos se lo teñían igual, entonces serían como una sola persona.

JimSi estaba descartado, porque es que ese chico tenía muchas diferencias que lo hacían único; como que poseía un cuerpo y rostro pequeño, tenía pecas más visibles, entre otros detalles. Además, JimSi, a pesar de que era un encanto muy coqueto y seductor, no le daba esa ambición de tenerlo como lo hacía JiMin y, por ende, JiMmy. Eso se debía a que JiMmy era el más parecido a JiMin y tan solo era cuestión de conseguir que se tiñera el cabello para cumplir con esa pequeña fantasía.

— Jefe.

— ¿Qué quieres?

— Su tío llegó hace ya tiempo. ¿Quiere que lo encierre?

— Yo lo haré.

Antes de pretender ir con Zael, le echó un último vistazo a la pantalla y frente a ese par prometió que tendría a JiMin por las buenas o lo haría por las muy malas, en donde primero se haría cargo de JiMmy y hasta después iría por él. Luego se puso de pie, cogió un cigarro y encendiéndolo se encaminó hacia afuera de su despacho, pues debía hablar con su tío de un tema que le ha estado jodiendo la vida y todo porque ese tipo quería pasarse de listo tras intentar evadir todo lo que le preguntaba.

— Yo no te pedí que me siguieras. Lárgate.

— Sí, señor.

Cuando entonces llegó a la habitación de su tío, volteó a ver a uno de sus hombres, el que le había informado acerca de la presencia de su tío, y le hizo un gesto con la cabeza para que se fuera de ahí inmediatamente. Luego, al quedar solo en el pasillo, cogió el pomo y buscó abrir un poco la puerta, no pretendiendo hacerle saber a su tío que él estaba cerca para no ponerlo a la defensiva y arruinar la oportunidad de hablar con él por las buenas, porque estaba de buen humor como para hacer todo de una manera fácil.

Ahora, no habría podido saber anticipadamente que su tío estaba desnudo porque, al parecer, recién salía de la regadera, pero no es como si le molestó verlo sin nada de ropa y es que más bien se apoyó en el marco de la puerta para disfrutar mucho mejor de lo que sus ojos estaban viendo. En ese momento no iba a mentir con decir que nunca ha visto a su tío con otros ojos cuando en realidad ha tenido una fantasía prohibida desde que era adolescente, motivo por el que es tan posesivo y celoso.

Tal vez estaba mal porque era su tío, porque tenían la misma sangre y todas esas mierdas que ni siquiera le importaban en lo más mínimo. Lo único que ha querido desde hace años es poder probar ese cuerpo y cumplir por fin con esa fantasía obsesiva que ahora sentía también por JiMin, pero lo de ese chico era muy diferente a lo de su tío, pues quería a JiMin para toda la vida y no para un rato, así como quería con su tío. Es que era inevitable no calentarse si Zael tenía un cuerpo demasiado llamativo e irresistible y la idea de que alguien más lo toca le daban ganas de encerrarlo de por vida, porque si él no lo ha probado, entonces nadie más podía.

— ¿Por qué no me avisaste que ya habías llegado?

Decidió por fin entrar a la habitación y hacerle saber a Zael que estaba ahí, por lo que ese hombre se asustó abruptamente ante su sorpresiva llegada y se puso muy nervioso ante su desnudez, ante el hecho de que él entró sin avisar o sin tocar antes. Avergonzado buscó su toalla para cubrirse lo más rápido posible, más porque lo estaba viendo de arriba hacia abajo y eso lo estaba poniendo bastante incómodo.