𝐈ᴺᴴᵁᴹᴬᴺ. (ᴛʀɪʟʟɪᴢᴏs ᴘᴀʀᴋ x ʏᴏᴏɴɢɪ)

𝐂ᴴᴬᴾᵀᴱᴿ ᶠᴼᵁᴿᵀᴱᴱᴺ

Era extraño.

— ¿Quieres quedarte a cenar conmigo y mi hija?

— Este... claro, sí.

A pesar de que todo estaba tranquilo, para JiMmy era muy extraño el comportamiento de YoonGi, la forma en la que estaba actuando y las sonrisas que le estaba dando, muy diferente a otras veces. Desde que llegó lo había recibido con un abrazo, empezó a consentirlo en mostrarle cada rincón de la casa y por último; habían tenido sexo sin violencia o gritos de por medio. Es más, lo trató muy delicado y era justo por eso por lo que era raro todo, porque parecía ser otro YoonGi u otro tipo disfrazado de YoonGi.

— ¿Qué te hiciste hoy, precioso? Te ves tan... hermoso.

— No recuerdo haberme hecho nada.

Un poco confundido y hasta asustado en cierto punto, se levantó de la cama en busca de su ropa para vestirse de una vez por todas, pues la fija mirada de YoonGi estaba empezando a incomodarlo debido a que, desde que lo desnudó, había estado observando su cuerpo con total concentración, como si estuviera buscando algo. Incluso no había parado de tocarle algunas partes en específico, como los labios y la cintura.

— ¿Por qué te vas a vestir? Me gusta verte desnudo.

— Tengo un poco de frío, es todo.

Le estaba dando la espalda a YoonGi, así que suspirando se puso la ropa interior y los jeans, también había querido ponerse la camisa, pero en eso fue abrazado por atrás y entonces todo se congeló. Es que no era un secreto para nadie el hecho de que YoonGi en serio le gustaba y el hecho de que se portara así, lo hacía sentir algo bonito en el pecho, algo que nunca había sentido, más allá de que era extraño tal forma de actuar.

— Me gustas, JiMi... JiMmy.

— ¿En serio?

Seguía muy confundido y sin entender absolutamente nada, pero aun así se dio la vuelta y encaró a YoonGi con una sonrisa por lo que le había dicho. Sintió como maripositas en el estómago ante las recientes caricias en sus mejillas, hechas de una forma suave y dulce que lo envolvieron por completo, que lo hicieron sentirse en las nubes. Todo era como un sueño, mas era el mejor de los sueños que ha tenido y amaba eso.

— Sí, en serio.

— Tú también me gustas mucho, YoonGi. Bueno, creo que ya lo sabes — Sonrió — Y... la verdad sí amaría cenar contigo y tu hija.

— Eso estaría excelente, pero primero quiero darte algo.

El mayor le plantó un beso en los labios antes de irse hacia uno de los cajones de la cómoda en la izquierda y sacar de ahí una bolsa mediana que parecía estar llena. Él se emocionó ante la idea de un regalo de parte del mayor y por tal emoción es que se le acercó con una gran sonrisa, tendiendo las manos en busca de recibir esa bolsa y ver lo que había ahí adentro. Además, la ansiedad de no saber lo que era lo estaba carcomiendo por completo.

— Toma.

— Gracias, gracias, Hyung.

Brotando felicidad le hizo una reverencia al mayor como agradecimiento y luego abrió la bolsa para sacar lo que había ahí adentro. Evidentemente, no había esperado ver algo como unas cajas de tinte para el cabello y menos siendo de colores rosa cuando YoonGi sabía que su color favorito era el púrpura, eso hizo que su sonrisa empezara a desaparecer poco a poco. Y sin entender nada lo volteó a ver para preguntarle con la mirada a qué se debía eso.

— ¿Qué es esto?

— Noté que ya necesitas retocarte el cabello y creí que un color nuevo se te vería mucho mejor.