De un simple interés al amor

9. DECISIÓN DE LOCURA Y AMOR

La agilidad de su vuelo tomó dirección a un alto edificio de la ciudad.

Al pisar el techo guardó sus alas a la vez que bajaba con delicadeza a su "pequeño esposo".

Este retorno su piel a los colores originales de su disfraz como hijo de China.

---Ufff, eso estuvo agitado. ---Tiró de lado sus equipajes. Caminó unos pasos y estiró sus brazos al cielo sonando un par de conejos.

USA también regresó a sus colores inconfundibles de su bandera.

---Debo admitir que no me divertía así en siglos.

---Agradéceme ahora a mi. Te saque de tu aburrida vida para mostrarte los verdaderos placeres de la vida. ---Sonó el crujir de un arma---. ¿Qué fue?. ---Al dar la vuelta se encontró a un USA de semblante atemorizante que con suma concentración apuntaba a su persona.

Era el arma que contenía las balas envenenadas ¿En qué puto momento se lo arrebato de las manos?

---Ahora me vas a explicar cómo demonios sabías que yo estaba en CDMX ¿Me estabas espiando? ¿Acaso trabajas para mis enemigos? O más bien, ¿qué es lo que buscas de mi? ---exigió. Esos ojos azules pintaban una apariencia fría y amenazante.

---¿Qué es lo que busco de usted? Muchas cosas interesantes en realidad pero esa no es la respuesta que quiere escuchar. ---Ando confiado hasta llegar al arma y empujarla a un costado---. La razón de que esté en México es por mi deber como representante del territorio chino. Yo mismo se lo mencioné en la llamada que tuvimos ¿Recuerda? Le expliqué que hoy estaría ocupado y a eso me refería, por mis deberes diplomáticos.

---¿Y cómo supiste que estaba en la cárcel?

---Es noticia mundial.

---What!? ¡No! ¡No puede ser mi estatus!

---Jajaja, solo bromeo. La verdad me enteré al echar una plática amena con el mismísimo señor México ---mintió---, él fue quién sacó a flote el tema de su encierro y que para mí fue realmente terrible e injusto. El grandísimo Estados Unidos, mi querido marido, no puede estar en esa deplorable posición. Por eso vine a salvar a mi rubia princesa. ---Guiño el ojo.

---No se si creerte. ---Entrecerró la vista desconfiado.

---La confianza es el pilar de un feliz matrimonio, ¿no? ---Enredó sus brazos en el cuello contrario con el fin de cautivarlo.

---¿Intentas seducirme?~ No creo que te funcione esta vez.

---¿No? Pero soy tu esposo, nos acabamos de casar ¿No quieres un pequeño adelanto de nuestra luna de miel~? ---Coqueteo dando uno que otro beso en sus mejillas.

Las manos del peruano viajaban sobre la tela de la camisa hasta llegar al cierre abultado que aprisionaba tremenda hombría de la potencia.

Lo masturbo despacio y suavemente.

---Honey, no me tientes~. ---Trato que su instinto sexual no le gane.

El peruano siguió con su juego.

---Hazme tuyo, daddy~ ---susurró al oído.

Llevó una mano del estadounidense a su trasero quien no dudó en estrujarlo sin piedad y la otra mano que sostenía el arma fue engañada en un rápido movimiento del peruano.

Virú se alejó teniendo en su posesión el arma y esta vez era él quién apuntaba al gringo.

---Resultaste ser muy astuto, baby ¿Qué harás, matarme? ---manifestó entre risas. Se distrajo por el tentador pecado. Lo admite.