It's not what it seems •kth+pjm•

final

-Estoy agotado -murmuró, su voz sonando algo ronca-. Pide algo a domicilio.

La manera en la que sus interacciones seguían siendo tan naturales a pesar de la más que excitante y caliente noche que habían tenido, sumándole ese increíble mañanero que lo había despertado por completo, tenía a Taehyung más ansioso de lo que había esperado.
Pues siendo un chico que desconocía cómo llevar una relación formal, el desear que todo con Jimin fuese más que simple coqueteo, lo tenía asustado. Asustado de saber si podría hacerlo bien.

Con las confesiones del día anterior, no estaba ya del todo seguro de si Jimin sentía algo por él más allá de un ahora evidente deseo sexual. No sabía si todas aquellas palabras habían sido actuadas también, no tenía idea.

Sonrió con los labios apretados y asintió, tomó a Jimin de la cintura y con cuidado les dio vuelta hasta que el castaño permaneció con la espalda pegada al colchón. Con cuidado salió de él, sonriendo cuando Jimin jadeó y sus piernas temblaron.

-Ya que me dejaste bien servido, es mi turno -comentó antes de deshacerse del condón y comenzar a vestirse-. Cocinaré algo para ti, mientras tanto toma una ducha.

Jimin le observó desde la comodidad de la cama, girandose nuevamente hasta tener el rostro enterrado en la almohada mientras aspiraba el olor de Taehyung en ella.

-Bien.

La simple respuesta hizo trastabillar a Taehyung, haciéndole permanecer en su lugar mientras se balanceaba de adelante hacia atrás. Con sus manos jugueteando entre sí, sus ojos fijos en la espalda y trasero desnudos de Jimin, sonriendo al ver los mismos llenos de marcas de dientes y dedos.

Más allá de que había disfrutado del sexo, también le había encantado los intermedios llenos de intimidad romántica que habían tenido entre cada ronda. Jimin parecía ser del tipo despegado, sin embargo no se había negado a los abrazos y mimos que Taehyung le había dado para tratar de relajarlo después de casi haberle fundido el cerebro.

Comprendía ahora, viendo a Jimin sobre su cama, luciendo tan precioso, que quería ver esa imagen todos los días de su vida a partir de ahora.
Quería tener todo de Jimin, no solo el sexo; él quería sus sonrisas, sus anécdotas graciosas y descubrir su verdadera personalidad.
Estaba enamorado, no había nada más que negar.

Se mordió el labio inferior y caminó sigilosamente hacia Jimin nuevamente. Apartó unos mechones de sus ojos y picoteó sus abultados y rojos labios antes de que sus brillantes ojos se posaran en él y una bonita sonrisa le recibiera.

-Por cierto -murmuró-... antes de que yo salga de aquí y toda esta burbuja sexual se esfume.

-Solo dilo -Jimin rio, tomando una de las manos de Taehyung para besarla con dulzura.

-En realidad me gustas. No solo quería follar contigo yo... me gustas.

El revoltijo que Jimin sintió en el estómago fue lo suficientemente fuerte como para hacerle temblar un poco. Sus manos se sintieron repentinamente torpes, tanto que no pudo evitar llevar las mismas hasta sus labios, mordiendo superficialmente las comisuras de sus dedos.

Escuchar a Taehyung decir en voz alta lo que sentía, era más increíble de lo que había esperado. Honestamente, había creído que solo había sido sexo para él, así que saber ahora que no era el único con un pequeño y leve enamoramiento lo tenía más tranquilo.
Se mordió el labio inferior y levantó la mirada, enfocando sus ojos en los temblorosos de Taehyung, comprendiendo que estaba igual de nervioso que él.

-También me gustas -confesó-, pero, ¿crees que es romántico hablar de esto cuando tengo sudor y tu semen por todo el cuerpo?

Aligerar el repentino ambiente cursi que se había formado tenía que suceder. Taehyung soltó una pequeña risa mientras se cubría los labios con el dorso de la mano, Jimin encontró malditamente atractiva la forma en la que sus ojos se entrecerraron y pequeñas arrugas aparecieron en los costados de sus ojos.